Lo
que voy a contaros hoy es real. Me pasó hace unos días. No es la primera vez
que me sucede, pero sí que llevaba tiempo sin ocurrirme, quizás porque hacía
mucho que no comentaba a nadie que soy un apasionado de este género.
Decía
Lolita el otro día en un comentario que nos miran raro a aquellos que decimos
abiertamente que nos gustan las telenovelas. Tristemente es verdad, pero no
tenemos por ello que ocultarlo: no estamos ni haciendo algo ilegal ni
perjudicando a nadie.
Si
en el “Cazabocazas” trato de luchar
contra los tópicos con una terapia casi de choque, lo que voy a contaros hoy es
un ejemplo de cómo, en la práctica, se debe hacer frente a estos tópicos.
Reproduzco,
lo más fielmente posible, una conversación que mantuve hace unos días con Juan
(J. en el diálogo), que fue profesor mío hace muchos años, y al que encontré
aquí en Oviedo un día por la tarde. Tras lo típico de “¡cuánto tiempo!” y “¿a qué
te dedicas?” fuimos a tomar un café. G. soy yo:
J.
–¿Sigues escribiendo?
G.
–Sí. Que se pueda considerar literatura,
poco. Blogueo mucho y prácticamente estoy centrado en blogs y cosas en
internet.
J.
–¿Y sobre qué blogueas?
[Tras
hablarle del otro blog que administro, en colaboración con otras dos personas,
con más recorrido y con un tono y temas totalmente diferentes a este, comienzo
a hablarle de este blog, de cómo surge la idea, temas que abordo…].
J.
– Me dejas… No sé qué decirte…
G.
–¿Por?
J.
–No sé, no esperaba que alguien como tú
viese telenovelas.
G.
–¿Cómo yo? ¿En qué sentido? ¿Por ser
hombre, joven, heterosexual…? Por tópicos como esos hay mucha gente que piensa
que este género es una mierda.
J.
–No… No me refería a eso, pero no sé,
alguien que ha estudiado y que además tiene otras aficiones como las que tú
tienes…
[La
conversación iba a mejor, como podéis ver].
G.
–Otro tópico más. ¿Por qué los que vemos
telenovelas tenemos que ser unos catetos? Quizás los que no las veis lo sois,
por pensar y decir cosas como las que estás diciendo sobre un género que
desconoces… A ver, dime, ¿alguna vez has visto alguna?
J.
–No he visto ninguna, no, pero no sé… Igual
tienes razón.
[¡Toma
ya! Nadie se puede imaginar cómo me gusta que alguien me reconozca la razón en
algo sobre lo que estemos discutiendo].
Y
se quedó sin argumentos. Le hablé de cómo había evolucionado el género en las
últimas dos décadas, en temas, formatos, historias… Quedó fascinado con todo lo
que le iba contando y me prometió echar un vistazo en Youtube sobre varias telenovelas
de las que le hablé. A ver si para la próxima vez que me lo encuentre me
comenta algo. Ya os contaré.
Por ahora me quedo con esta pequeña victoria de los argumentos sobre los tópicos.
La imagen que acompaña a la entrada es una fotografía, extraída de Google, de la cafetería donde pasó todo esto y que se llama La Tapina Sixtina, un sitio muy agradable y con un nombre bastante ingenioso.
Comentarios
Por curiosidad, cual es tu otro blog?
Saluditos a los dos, y para las mamás como yo, feliz dia!!!!
Se está bien en estos sitios, yo que soy fan del té, me lo paso.bien!
A mi personalmente también me gusta ver programas y peliculas mexicanas y una vez una compañera de clase me pregunto. ¿de verdad te gusta ese acento? y yo le conteste que si.
Yo no voy a dejar de ver lo que me gusta porque a la gente no le guste o me ponga mala cara.
A mí también me ha pasado durante los cinco años que llevo disfrutando del género. Para muchos resulta incomprensible que al igual que tú, siendo heterosexual y joven (tengo 22 años), disfrute de ver telenovelas. Cuando hablo con algún amigo o conocido y le comento del tema, ya sabes sacan todo tipo de conjeturas, cada una más desatinada que la anterior, cuestionando desde mi sexualidad hasta poniendo por el piso mi intelecto, y para callarlos les hablo de muchos temas que he aprendido, muchos de ellos que llegué a escuchar por primera vez en una telenovela y que con un poco de investigación hoy día tengo más claros. En fin, no voy a cohibirme de algo que más que gustarme me encanta, sólo por los ya trillados e ilógicos prejuicios de muchas personas, que en muchos casos las disfrutan tanto o más que nosotros pero que tontamente se niegan a aceptarlo a los demás.
Un saludo
Me alegro de conocer a una panda de valientes como vosotros. Lo he dicho mil veces y lo repito una más: no tenemos por qué avergonzarnos por ver telenovelas. No estamos cometiendo ningún delito.
Que digan lo que digan. Por ahora no tengo respuesta de Juan, pese a que me agregó a Facebook. El tiempo dirá, pero si logré cambiar la opinión de alguien sobre el género, bienvenido sea.
Un saludo!