Sin
muchas expectativas, he de reconocerlo, comencé a ver a mediados de marzo El Chema, el ‘spin off’ sobre José María
Venegas, personaje surgido en El Señor de
los Cielos y encarnado por Mauricio Ochmann. Lo hacía, básicamente, por ver
cómo desarrollaban su historia aunque, insisto, sin esperar mucho.
Terminé
de ver la que por ahora es la primera y única temporada de la historia dos
meses y medio después, con un muy buen sabor de boca y comprobando lo equivocado
que estaba con respecto a las pocas expectativas que había puesto en ella.
[¡OJO!
Si no has visto esta telenovela y tienes pensado hacerlo o la estás viendo,
quizás deberías esperar a terminarla para leer esta crítica. Aunque he tratado
de evitarlos, puede contener ‘spoilers’].
SINOPSIS
‘El
Chema’ (Mauricio Ochmann) es uno de los narcotraficantes más famosos de México.
Nacido en Arizona, su vida no ha sido fácil y ha conseguido llegar a ser quien
es gracias a su ímpetu y aún a costa de haber perdido mucho y a muchos por el
camino.
Nació
en Arizona, con el halcón y el alacrán como aliados, y creció viendo cómo su
padre, alcohólico, maltrataba y robaba a su madre, una situación que cambió
cuando aquel acabó preso y él y su madre se vieron obligada a volver a trabajar
para Ricardo Almenar (Julio Bracho), su antiguo patrón, en su hacienda de
Nogales (Sonora).
*Logotipo de la telenovela. |
‘El
Chema’ pasa así su infancia en el rancho de Ricardo, al lado de la hija no
reconocida de este, Amanda (Carla Carrillo), que con el tiempo será su primer
gran amor. En Nogales conoce también a Eutemio Flores, ‘El Rojo’ (Fernando
Noriega) un muchacho huérfano que se gana la vida como buenamente puede y que
rápidamente se convierte en un hermano para él.
Siendo
apenas un niño, y pese la oposición de su madre doña Elvira (Arcelia Ramírez),
Venegas decide entrar a trabajar en la organización de Almenar junto a ‘El
Rojo’. Comienzan pasando droga de México a Estados Unidos a través de túneles.
Es solo el inicio de una prometedora trayectoria en el mundo del narco que le
llevará a una vida cargada de lujo y mujeres.
Sin
embargo, no todo es placer en el negocio y no tardará en descubrir la cara
menos amable del mismo: traiciones, disputas entre cárteles y la persecución
constante de las fuerzas armadas del país.
DATOS y TRÁILER
84
capítulos. México (Telemundo y Argos), 2016. Productores: Mauricio Ochmann,
Mariana Iskandarani y Carmen Cecilia Urbaneja.
Carla
Carrillo es Amanda, la primera de esas tres mujeres y, aunque los créditos
digan otra cosa, para mí es la protagonista de esta historia. Conocí a Carla en
Las Bravo, hace dos años, y fue todo un
descubrimiento. Me alegré cuando supe que interpretaría un papel importante
–insisto, para mí es la protagonista- en esta telenovela y tras haberla visto
no puedo más que deshacerme en elogios hacia ella. Tan natural como Mauricio,
con el que ha tenido escenas impresionantes, tanto de amor como de odio y
resentimiento, gracias a la gran química que han tenido. Una relación muy
bonita la que mantienen ‘El Chema’ y
Amanda, la de un amor adolescente imposible, que perdura a lo largo del tiempo,
pese a las circunstancias y la guerra que posteriormente se desata entre
Venegas y Ricardo, el padre de Amanda.
El Chema cuenta con un quinteto de grandes
actores que arropan en cierta forma a los protagonistas. El primero de ellos es
el gran Julio Bracho, que se convierte en Ricardo Almenar, el padrino y mentor
de Chema. Un hombre que trafica con
droga aunque a ojos de la sociedad vive como un empresario ecuestre. Un hombre
dominante con las mujeres, capaz de seducir a su madrastra y tener con ella una
hija, manteniéndolas como su madrastra y su hermana a ojos de la sociedad. Como
amigo, el mejor; como enemigo, para temerlo. Julio no decepciona y aquí ha
hecho otro personajazo. Un villano muy cruel que disfruta con el dolor ajeno
(en eso se parece un poco a ‘Colmillo’, su personaje en Bajo el mismo cielo) y que tiene un problema físico que
le vale diversos problemas con las mujeres y que le da un cierto toque de
patetismo: es eyaculador precoz. Junto a Julio se encuentra Itatí Cantoral,
otra grande del género, que se mete en la piel de Blanca, la madrastra y
después mujer en la sombra de Ricardo Almenar. Un personaje muy interesante,
que pasa de ser una mujer sumisa y humillada a toda una ‘demonia’ gracias a un
fuerte suceso que vive y que la hace ver que o se arma de valor, o ni Ricardo
ni nadie la tomarán en cuenta. Itatí ha estado magnífica y ha tenido una
química perfecta con Julio y con Carla, la hija de ambos en la historia.
Sergio
Basáñez es el tercero de esos grandes actores. Interpreta a Tobías Clark, el alcalde
de Nogales, la ciudad fronteriza en la que se ambientan buena parte de las
tramas. Tobías es el prototipo de político que lleva años apoltronado en el
poder y que, en este caso, aprovecha ese poder para sus negocios sucios con
Ricardo. No es mal tipo, pero la influencia que Ricardo ejerce sobre él hace
que lo parezca. Gran trabajo el Sergio, al que hacía años que no veía. Su
pareja en la historia es Alexandra de la Mora, que interpreta a Inés. Como
Blanca, al principio parece una abnegada esposa que da la sorpresa y se
convierte en una adúltera, capaz de participar también en los oscuros negocios
de su esposo. Alexandra nunca decepciona, aunque sí que Inés se asemeja en
ciertas cosas a Julia, su personaje en La
querida del Centauro.
Una
grandísima actriz, Arcelia Ramírez, cierra este quinteto. Ella es doña Elvira, la
madre de ‘El Chema’. Un personaje complicado, que pasa por distintas etapas y
vive un intenso conflicto interior, al saber que su hijo conforme va viendo que
su hijo se convierte en un narcotraficante capaz de todo. Arcelia logra
despertar en el espectador muchas y muy variadas emociones, gracias a su buen
hacer, llevando al personaje de una forma muy pero que muy natural. Tiene
también un ‘feeling’ estupendo con Mauricio y Fernando, sus hijos en la ficción.
En
toda narconovela que se precie debe haber alguien que sí respete el orden y la
ley. Aquí le toca a Jorge Luis Vázquez, que interpreta a Fabrizio Ponce, un
tipo incorruptible. Hacía mucho que no lo veía, siempre dije que es un actor
que merecía papeles más importantes y aquí me ha dejado muy buen sabor de boca.
Se le nota más que cómodo con el personaje y encantado con las escenas de acción
que protagoniza. Quienes no respetan tanto como Ponce la ley son Benito Narváez
(Luis Yeverino) e Israel Centeno (Alberto Casanova), policía y coronel delegado
del ejército en Nogales, respectivamente. Ya conocía a ambos y no me han
decepcionado, aunque siento que Centeno pudo haber dado más juego, con un final
demasiado prematuro, aunque de nivel. Brutal lo que sufre Narváez a lo largo de
la historia y cómo, pese a todo, no cambia, empecinado en seguir siendo un
corrupto y en acabar con sus enemigos.
Quiero, en cuatro líneas, aplaudir a Luis Gerónimo Abreu, que se mete en la piel de Nelson, amigo y colaborador de Ricardo Almenar, con lo que podréis imaginar que no es precisamente una blanca paloma. Es la primera vez que veo a Luis Gerónimo en un papel de villano y aunque se incorpora hacia la mitad de la historia, es un personaje que se disfruta mucho, pese a las atrocidades que comete. Ha hecho un gran trabajo, sin duda alguna.Mención
positiva también para Pablo Bracho, que interpreta a Joaquín, el padre de ‘El
Chema’, un personaje con un pasado duro pero rehabilitado tras pasar varios
años en prisión y que sale de la cárcel para seguir sufriendo, rechazado por su
exmujer y utilizado por su hijo, aunque al final demuestran tenerle cierto
cariño; Gustavo Egelhaaf, que interpreta a Saúl, el hijo de Tobías e Inés, un
joven caprichoso que acaba hundido en el alcohol; Francisco de la O, como Gary
Roberts, un ‘gringo’ muy particular, veterano de guerra y bastante loco, que
pudo haber dado más juego si le hubiesen dado más recorrido, e Hiromi Hayakawa,
que interpreta a Lucy, una mujer que aporta un toque de filosofía oriental en
la historia que aplaudo ya que me ha gustado mucho.
El Chema rescata también diversos personajes
de la primera y segunda temporadas de El Señor de los Cielos. Algunos, para bien, como Jeremy
Andrews, interpretado de forma magnífica
por el actor inglés Ari Brickmann. Gracias a este ‘spin off’ el espectador
conoce cómo que el Andrews que comenzó en la DEA era un tipo duro, obsesionado
con perseguir a los delincuentes, pero que al verse acorralado y decepcionado
por el sistema decidió convertirse en un ‘topo’ para Venegas. Lo mismo podría
decirse de ‘El Toro’, interpretado por Daniel Rascón, que pasa de ser un joven
inocente que ayuda en la charcutería a su padre a convertirse en todo un matón.
PERSONAJES y ACTUACIONES
Es
obligatorio comenzar hablando de Mauricio Ochmann. Quienes me conocéis sabéis
que siempre he dicho que es uno de los mejores actores de México. Es un actor
muy natural y capaz de brillar con cualquier personaje, tal y como avala su
amplia carrera en el género. Sin embargo, no sé qué le pasó, si fue cosa de
Mauricio o de las tramas insípidas que le dieron, pero en la tercera temporada
de El Señor de los Cielos yo lo vi
con cierta desgana. Afortunadamente, nada de ello queda en el Mauricio de El Chema, que vuelve a ser el actorazo
que ha sido siempre, con esa naturalidad que lo caracteriza, para un personaje
mucho más humanizado que ‘El Chema’ que yo recordaba de El Señor de los Cielos. Borda cada escena y ha conseguido gran
química con las actrices que interpretan a los tres grandes amores de su
personaje en esta historia. Sinceramente, me alegró mucho volver a ver a
Ochmann en estado puro, pasándoselo en grande con cada escena.
*Mauricio Ochmann y Carla Carrillo, Chema y Amanda. |
Mariana
Seoane es Mabel, la segunda mujer importante en la vida de ‘El Chema’, a la que
conoce tras haberse distanciado de Amanda y con la que vive un tórrido romance.
Mariana está muy encorsetada en los primeros capítulos en los que aparece, pero
conforme su historia va avanzando se ve más suelta. Ha solventado sin problemas
escenas muy pero que muy candentes y junto a Mauricio ha destacado todavía más.
Siento que a su personaje, argumentalmente, se le pudo sacar algo más de
provecho, pero de eso os hablo después.
Por
último, Karla Carrillo (sí, igual que la primera, pero con K) es Salma, la
tercera de esas mujeres, a la que conoce después de que Mabel haya salido de su
vida. Karla viene del mundo de los concursos de belleza y se le nota que le
falta soltura, pero ha hecho lo que ha podido, mucho mejor en las escenas con
otros actores que aquellas en las que le toca ponerse sola ante la cámara.
Quizás sea la que menos química tenga con Mauricio, pero aún así, algo hay.
*Julio Bracho e Itatí Cantoral en escena. |
*Sergio Basáñez es Tobías Clark. |
*Arcelia Ramírez es doña Elvira. |
Paralelamente
a la historia de ‘El Chema’ se desarrolla otra, la de ‘El Rojo’: el niño
huérfano y pillo que se convierte en un hermano para él. Fernando Noriega se encarga
de darle vida. Debo confesar que a ‘El Rojo’ fui cogiéndole cariño conforme
pasan los capítulos y se va desarrollando su trama, que lo une a Regina
(interpretada por Julieta Grajales), hasta el final, que es para aplaudir sin
parar a Fernando, ya que se marca unas escenas impresionantemente catárquicas.
Muy bien Fernando y muy bien Julieta, con un personaje que evoluciona mucho,
aunque comete un error fatal que acaba por devolverla en cierto modo al punto
de partida. La química entre ambos ha sido fabulosa y dan al espectador una
historia de amor muy bonita, muy pasional y con un final muy intenso y emotivo.
*Vázquez, Yeverino y Casanova, en una escena. |
*Luis Gerónimo Abreu es Nelson. |
*'El Feyo' (L. Daniel) e Isidro Robles (G. Quintanilla). |
No
me parece mal que hayan ‘resucitado’ determinados personajes como ‘El Feyo’
(Leonardo Daniel), Óscar Cadena (Fernando Solórzano), Daniel Jiménez Arroyo
(Juan Ríos) o los hermanos Guadalupe (Marco Pérez) e Isidro Robles (Guillermo
Quintanilla), porque ha sido como completar un poco lo que de ellos sabíamos
quienes hemos seguido El Señor de los
Cielos, aunque argumentalmente algunos hayan servido para poco más que
hacer algún guiño a Casillas y su historia, que es, a fin de cuentas, de donde
surge todo.
Tras
84 capítulos (realmente, 85, ya que cuenta con un capítulo 0 que para mí es
necesario, aunque solo sea por conocer a algunos personajes y que está en
Youtube), la historia llega a un final que cierra buena parte de las tramas. No
todas, quizás porque está pensado para una eventual continuación (insisto, al
momento de escribir esto, en mayo de 2017, no hay nada confirmado). Un final
con una tragedia nivel las que se producían en la Antigua Grecia, muy fuerte, que hace llorar,
porque además los actores implicados transmiten muy bien lo que tienen que
transmitir. Un hecho, como muchos otros, inspirado en la realidad. No hay que olvidar que esta telenovela se inspira en personajes y hechos reales y hay muchos aspectos, como ese, en que es muy fiel. Los últimos minutos cuentan un giro inesperado en la última escena y una interesante
cita de ‘El Chema’ para rematar. Eché en falta en ese capítulo final que nos
mostrasen a alguno de los dos protagonistas implícitos de la historia: el halcón
y el alacrán, animales que han acompañado a Venegas desde su nacimiento y que
le han servido para configurar su personalidad, tal y como auguró la hechicera
que atendió el parto de su madre. No me parece correcto que se mantenga durante
toda la novela una referencia casi constante al halcón y al alacrán, con ese
toque entre mitológico y legendario, y que, sin embargo, en el final, ni salgan
ni se les mencione de ninguna forma.
Termino
este apartado con un par de fallos argumentales. En el primero, Rutila le
asegura a doña Elvira que el hijo que tuvo con ‘El Chema’ se llama Humberto “en honor a mi hermano”. No, Rutila. Tu
hermano se llamaba Heriberto. Casi, pero no. En el segundo se menciona que ‘El
Feyo’ tiene dos hijas (Aurora, que aparece en la historia, y María Sol, que
estudia en Europa). Sin embargo, en la tercera de El Señor de los Cielos ‘El
Feyo’, si mal no recuerdo, solo tenía a María Sol. De hecho, tras el final que
tiene esta, dice algo así como “era mi
única hija”. ¿Le habrían matado a Aurora en el espacio temporal que hay
entre las dos historias?
Respecto
a la banda sonora, confieso que al tema principal y único de la historia,
titulado como ella e interpretado por la Banda El Recodo de Cruz Lizárraga,
tardó en convencerme, pero al final me acabó hasta por gustar. Todavía me lo
puse el otro día en Youtube. Sintetiza muy bien lo que el espectador va a ver y
acaba siendo hasta pegadizo. De los ‘soundtracks’, bien, aunque alguno lo han
cogido o ‘reutilizado’ de El Señor de los
Cielos, igual también que alguna transición entre escenas. Por cierto,
respecto de esto último, aplaudo las transiciones hechas con mapas con las que
se explican los movimientos de 'El Chema' por México y Estados Unidos. Puede
parecer una chorrada, pero son muy útiles para los que de geografía andamos
justitos y quedan francamente bien.
TRAMAS
Cuando
comencé a ver esta telenovela pensé que sería una especie de biografía de ‘El
Chema’, centrada en los eventos más importantes de su vida. Las sinopsis que
había leído así lo pintaban. Error. Es el origen de José María Venegas, desde
que nace hasta que llega a ser alguien en el mundo del narco, justo un poco
antes de entrar en contacto con Aurelio Casillas en la primera temporada de El Señor de los Cielos. Temporalmente,
desde finales de los 60 hasta finales de los 90. La sinopsis con la que abro
esta crítica, cosecha propia, se ajusta mucho más a lo que es la historia en sí
que las sinopsis que circulan en las webs dedicadas al género.
*La fuga de Venegas da inicio a la historia. |
Sin
embargo, puede que por emular un poco a lo ocurrido con ‘El Chapo’ y puede que
también para captar fieles seguidores de Aurelio Casillas, la historia arranca
justo en el punto en el que ‘El Chema’ se quedaba al final de la tercera temporada de El Señor de los Cielos. Así, en los primeros capítulos, ambientados
en 2014, el espectador ve cómo Venegas escapa por un túnel de la prisión de
máxima seguridad en que se encontraba y se reúne con su Rutila justo antes de
partir a Colombia, donde será entrevistado por una periodista a la que le
cuenta su vida, lo que propicia que, en el quinto capítulo, comience la
historia de verdad, la que interesa.
Personalmente,
yo me hubiera ahorrado esos cinco capítulos y hubiera comenzado directamente a
finales de los 60, o lo hubiera hecho más breve, en un capítulo, por ejemplo.
Aportan muy poco a la historia, más allá de presentar algunos personajes, y
destripan, en cierta forma, que ocurrió con Mónica Robles tras el final de la cuarta temporada de El Señor de los Cielos. Pese a ello, sí que la forma de relato de
su vida por parte de ‘El Chema’ le viene bien a la historia, ya que en su
desarrollo permite saltos temporales narrados por él mismo que quedan
francamente bien.
*Amanda y 'El Chema' discuten en una escena. |
Yendo
ya a tramas concretas, un puntazo de esta narconovela es que viene cargada de
amoríos, infidelidades y triángulos pasionales por donde sea que se mire.
Comenzando con ‘El Chema’, con ese amor que surge entre él y Amanda siendo
adolescentes y que se topa con diversos obstáculos, por así decirlo, que les
impiden estar juntos más allá de furtivas y contadas ocasiones que son oro
puro, de la química que tienen Mauricio y Carla. Hay un punto en la historia
que hubiera permitido enrevesarla aún más pero que no se aprovechó: Amanda
podría haberse quedado embarazada de ‘El Chema’, el enemigo número uno de su
padre. Hubiese sido brutal. Me alegra también ver que aunque a veces se siente
despechada, Amanda tiene un par de ovarios y trata de enderazar su vida de
distintas formas, con el recuerdo de ‘El Chema’ siempre presente. Es una
historia muy pero que muy bonita.
Más
pasional es la relación que Venegas mantiene con Mabel y Salma, si bien de la
primera llega a enamorarse, lo que no creo que le ocurra con la segunda, a
juzgar por lo que se ve. Respecto de ambas quedan cabos sueltos que espero que
se aten en una segunda temporada, aunque no haya nada anunciado al respecto.
*Fernando Noriega y Julieta Grajales, 'El Rojo' y Regina. |
Siguiendo
con amoríos, hay un romance que es también precioso: el de ‘El Rojo’ y Regina.
Es muy bonita la forma en que se conocen, cómo él se enamora perdidamente de
ella y ella empieza a coquetearle, para finalmente darse cuenta de que lo
quiere, que es un buen hombre que puede hacerla feliz. Me encantó ver que él le
perdona y no le reprocha jamás su pasado como amante de Ricardo Almenar y cómo
ambos forman una familia y son felices con sus niños.
Precisamente
Ricardo es el eje de dos triángulos muy interesantes. Uno, con Blanca y el
amante de esta. Otro, con una mujer a la que seduce y el marido de aquella, que
a su vez protagoniza otro triángulo con su secretaria. Triángulos todos ellos
que se resuelven de formas muy potentes, tocando abiertamente ese problema
físico que tiene Ricardo y que él se niega a asumir. Estas tramas se
desarrollan, además, con escenas tan sugerentes como subidas de tono, con un
erotismo que le da un toque distinto a la telenovela y que a mí personalmente
me gusta.
*Jeremy Andrews da mucho juego en la historia. |
La
historia tiene un ritmo narrativo óptimo, en cada capítulo pasa algo nuevo y en
ese sentido, aunque compartan guionistas, no tiene nada que ver con el ritmo
tan lento que llevaron las dos últimas temporadas de El Señor de los Cielos. No falta el romance, pero tampoco la
acción, con abundantes tramas policiales, con Ponce, Centeno y Narváez como
principales protagonistas de las mismas en México y Andrews y López en Estados
Unidos. Gracias a Tobías y los altos mandos del gobierno mexicano la telenovela
cuenta también con tramas de tono político que encierran diversas críticas al
poder ejecutivo: desde la corrupción al gobernante que no lo echan ni a tiros,
pasando por cómo los políticos manipulan a los medios.
Esta
es una narconovela y, como es lógico, tampoco faltan tramas ambientadas en el mundo
del narcotráfico, como las que llevan a Ricardo y a ‘El Chema’ a viajar en
varias ocasiones a Colombia para ver cómo va la producción de droga o a
construir túneles para pasar los fardos desde México a Estados Unidos sin
despertar sospechas de las autoridades. Se reflejan guerras de cárteles,
conspiraciones y venganzas, entre otros aspectos propios de ese mundo duro,
pero real, con Nogales como centro de buena parte de la acción, lo que propicia
que la ciudad se convierta en un personaje más, dando mucho juego.
*Mauricio, arma en mano para una escena. |
*El halcón vela en todo momento por 'El Chema'. |
MÁS COSAS
Argos
nunca decepciona en lo que a localizaciones se refiere y esta no podría ser la
excepción. El Chema cuenta con
ranchos, mansiones, playas y ambientes muy bien elegidos. ¡Quién pudiera tener
un rancho como el de Ricardo o una mansión como la que ‘El Rojo’ tiene en
Cancún!
*Una explosión de helicóptero y coche, en una escena. |
A
nivel de realización, otro sobresaliente. Algunos detalles de ambientación se
les han escapado (no me creo que en 1995 los personajes tengan teléfonos
móviles con cámara, por ejemplo, ni que usen determinados coches que comenzaron
a fabricarse después), pero en general han sabido cuidar bien el producto y el
espacio temporal en el que se desarrolla. En lo que a realización en sentido
estricto se refiere, me alegra que hayan apostado por muchísimos exteriores
(así a ojo calculo que más del 65% de la historia se ha rodado en exteriores,
lo cual es algo a destacar) y que hayan cuidado hasta el más mínimo detalle de
los efectos especiales. No encuentro ninguno criticable, pese a que, como
ocurre en estos casos, algunos se hayan hecho tirando de ordenador, pero sin
que se note. Sobre los decorados, hay de todo. En general bien, salvo algunos
concretos, como el rancho que Ricardo y Blanca tienen en la segunda mitad de la
historia, cuyos decorados son bastante penosos.
*Mauricio y Mariana Seoane, en una escena romántica. |
Del
vestuario poco voy a comentar, me parece correcto, salvo por un detalle: ¿por
qué 'El Chema' lleva gorra a veces sin que sea necesario o esté justificado? Un
profesor que tuve y que estaba calvo como una bombilla decía que se había
quedado calvo por usar gorra de joven a todas horas, así que Chema, ten
cuidado.
Acabo
con dos cosas. Una para bien: México vivió un devastador terremoto en 1985 del
que la historia se hace eco y, además, tirando de hemeroteca, con imágenes
reales de los informativos de aquel entonces. Lo comenté al hilo de Bloque de Búsqueda, hace unos meses, y lo repito: queda
muy bien y, en cierta forma, da un plus histórico a la telenovela.
La
otra, para mal. En El Chema abundan
las palabras malsonantes. Sin embargo, no se llega a oír ninguna: todas están
silenciadas. Lo he dicho mil veces, pero ahí va la mil una: si vienen en el
guión deben respetarse, porque de lo contrario es menospreciar el trabajo de
quienes escriben. Si no se pueden emitir, que no se incluyan en el guión, pero
hacer estas cosas, no. Porque además hay diálogos que se vuelven inentendibles
con tanto silencio.
*El elenco, al completo, en la presentación. |
Como
os decía, una gratísima sorpresa. Yo diría que, salvo por los primeros cinco
capítulos, cualquiera que no haya visto El
Señor de los Cielos podría seguirla. Engancha mucho, gracias a su
formidable ritmo y tiene un final trágico que cierra en alto la historia,
aunque con miras a una segunda temporada que, al menos por ahora, no va a
producirse.
Todo
ello, con un elenco soberbio, encabezado por Mauricio Ochmann en estilo puro y arropado
por Carla Carrillo, Fernando Noriega y Julieta Grajales y respaldado por grandes actores como Julio Bracho, Itatí
Cantoral, Sergio Basáñez, Alexandra de la Mora o Arcelia Ramírez.
~PUNTUACIÓN FINAL: 9~
Comentarios
Un saludo!
@Steven... Esos primeros capítulos son un error garrafal. Los hicieron pensando en enganchar a los seguidores de "El Señor de los Cielos", pero perjudica mucho a la historia. Tendrían que haber comenzado directamente en 1965, que es lo que se muestra como cinco o seis capítulos después. O sino, comercializarla de esa forma y no como, por lo que me cuentas, lo están haciendo, para poder venderla en países donde no se hayan emitido las cuatro temporadas de "El Señor de los Cielos".
Lo de la marihuana también lo vi y resulta curioso porque después vuelven a salir fumando marihuana y no censuran. No entiendo con qué criterio hicieron eso y, por supuesto, me parece totalmente absurdo.
@Tessa... Qué mala imagen tenéis de mí... En cuatro años solo he borrado (no moderar) dos comentarios. En uno ponían a parir a un actor español, con insultos y la de Dios. En otro, más o menos lo mismo, pero para mí, al hilo de una crítica que hice y de unas cosas que comentaba sobre la actuación de un conocido actor en una telenovela.
El resto, 3.224 según Blogger, han salido todos publicados jajaja.
Un saludo!