Antes
de ir a lo que toca hoy, muchos os estaréis preguntando qué es eso de las desmotivaciones.
Bien… Las desmotivaciones son carteles creados a ordenador por usuarios de la
web española www.desmotivaciones.es
que recogen hechos o circunstancias reales, tristes en gran parte de la
ocasiones.
Hay
desmotivaciones de cualquier cosa… Incluso las hay referidas a las telenovelas.
En
el ‘post’ de hoy os enseño algunas de las mejores, más curiosas, más graciosas
y más respetuosas con el género. He elegido siete para la ocasión…
-Telenovelas. Desde
fuera te parecen una m****, cuando te enganchas no hay quien te pare-.
¡Cuánta
verdad hay en eso! Todos conocemos a alguien que despreció el género pero que acabó sucumbiendo a una (o a varias) telenovelas. Conozco a decenas de personas que acabaron enganchados a “Pasión de gavilanes” sin haber visto ninguna telenovela antes y
habiendo menospreciado el género. Y muchos de ellos luego siguieron enganchados a “El cuerpo del deseo”, que vino después.
Y
es que todo aquel que piensa que las telenovelas son basura o un género ‘menor’,
lo piensa precisamente por no haber visto ninguna.
-Telenovelas en las que
10 años pasan en un segundo, y un día es una eternidad-.
Otra
gran verdad. ¿Quién no ha pensado nunca, ante un examen, una situación personal
delicada o cualquier cosa que implique tensión aquello de “ya podía aparecer un rótulo que pusiera ‘tres meses después’ y saliera
yo tan contento, con todo superado, como en las telenovelas”. No todo es
tan fácil en esta vida…
Coincido
en lo de que hay veces que un día en una telenovela es una eternidad. Hace poco
en “La vecina” tiraron cuatro o cinco capítulos en el mismo día.
-Vemos tantas
telenovelas y no nos damos cuenta que la mayor telenovela que existe es nuestra
propia vida-.
¿A
que sí? Hombre, igual sin una madrastra perversa o un asesino cargándose a unos
cuantos, pero hay que reconocer que todos somos protagonistas de nuestra vida,
nuestra propia telenovela. Una telenovela que suele ser larga y que, muy a
nuestro pesar, no suele acabarse con la palabra ‘fin’ sobreimpresa sobre una
escena que irradie felicidad.
-Mirar a la persona que
te gusta y armarte unas historias mejores que las telenovelas-.
Sencillamente,
¿quién no lo ha hecho? No voy a hablaros de mí, sino de Quasi, aquel compañero
de instituto del que os hablé hace unos días en un ‘post’ y que era un adicto
al género. En una ocasión una chica, a la que había pedido salir por medio de un
correo electrónico, le dijo que no. Él se supuso que le había dicho que no
porque su padre, al parecer, un poco estirado, la tenía ‘asignada’ para casarla
con otro. Sí… Muy telenovesco, pero un tanto irreal en nuestra época, ¿o no?
De
todas formas, los que vemos telenovelas, al igual que los cinéfilos o los que
leen sin parar, solemos tener una imaginación muy desarrollada, lo cual es
estupendo.
-Terencio, creando
telenovelas desde el siglo II a.C.-
Este
cartel me ha parecido sencillamente genial y aprovecho para felicitar a quien
lo haya hecho. Terencio fue, para quien no lo sepa, uno de los comediógrafos
más populares y alabados de la antigua Roma. Las comedias eran una especie de
obras de teatro con las que se entretenía al pueblo y que contenían bastante
más contenido sexual, implícito, casi siempre, que una telenovela al uso.
Narraban líos de faldas entre unos y otras, con grandes dosis de humor. Al
final, tenían el mismo cometido que una telenovela actual, como podéis ver.
Si
queréis reíros tanto como lo hacían los romanos con las comedias de Terencio o
de Plauto (los más populares), os recomiendo un grupo de teatro de Cádiz,
llamado El Aedo. Participan en muchos festivales de teatro grecolatino y es una
delicia verlos tanto en comedias como en tragedias.
-Telenovelas mexicanas
en las que la protagonista es pobre y ciega pero el maquillaje lo lleva
perfecto e intacto-.
¡He
ahí uno de los grandes misterios del género! Me encanta este cartel, porque sin
meterse mucho con las telenovelas sí que critica una de esas cosas curiosas del
género. Qué le vamos a hacer, ‘suele pasar’…
-Telenovelas históricas.
Duran tanto que al final ves lo que pasa en la actualidad-.
El
cartel muestra a Ana (Marina San José, con la que tengo una anécdota muy
curiosa que otro día os contaré) y Teresa (Carlota Olcina), la pareja
protagonista de la cuarta (y parte de la quinta) temporada de “Amar en tiempos revueltos”. Eran
lesbianas, efectivamente. Y la historia se desarrollaba a principios de los
años 50. Imaginad.
Igual
peca un poco de ‘verde’, por el final pero me ha hecho mucha gracia. La frase dice,
en cierta forma, una gran verdad.
Espero que os haya gustado este 'post', un tanto diferente a lo habitual... ¡Ah! Por cierto, las imágenes se amplían pinchando en ellas.
Comentarios
Un ejem persona que sin querer mira una telenovela. Mi marido le pasó, sin querer.... y a verla toda. Ahora pasa de puntillas jaj pero la El señor de los cielos por poco
Y en cuanto a la protagonista pobre ciega etc.. en las telen actuales a las "pobres" no las arreglan tanto. Ejem. La gata o Bella Calamidades. Para al final eso si,, ser la mas bella y quedarse feliz con el galan.
Por eso nos gustan porque en la vida real no funciona asi. Como tu bien dices todos tenemos nuestra propia telenovela!!
Saludos y hasta la proxima.
Acertada la de `` Telenovelas en las que 10 años pasan en un segundo , y un día es una eternidad ´´ . Es completamente verdadera , y hay más de una novela en la que pasa eso .
Saludos , Gafemo .