CÓMO HAN PASADO LOS AÑOS: 'Clones'







Como sabéis, en “Cómo han pasado los años” pretendo hacer una comparación entre dos escenas pertenecientes a una misma telenovela y esas mismas escenas, pero de su ‘remake’ o ‘remakes’.
Para esta ocasión he elegido, para hacer la comparativa, un par de escenas de dos telenovelas homónimas, pero separadas por casi diez años: “O clone” (Rede Globo, 2001), o, en español, “El clon” (Telemundo y RTI, 2010).

I. El flechazo
En ambas versiones tiene lugar en el primer capítulo, en el que Lucas ve a Jade bailando en la casa de su tío Alí, en Marruecos. Observad lo idénticos que son los decorados de la casa de Alí y lo parecidísimas que son las situaciones. Únicamente, una pequeña nota hace la diferencia entre ambas escenas…

El conjunto con el que baila la Jade interpretada por Giovanna Antonelli es verde, mientras que el que porta la Jade interpretada por Sandra Echeverría es de color azul.


II. El encuentro consigo mismo, veinte años más joven
Quizás es lo más esperado de la telenovela. ¿Os imagináis poder encontraros, cara a cara, con vuestro clon? Dicho de otra forma, ¿os imagináis el poder veros a vosotros mismos, más jóvenes?
En la versión brasileña el clon llevaba por nombre Leo. Murilo Benício se ponía en su piel. La escena, que se da en torno al capítulo 200 de la historia (sobre un total de 250) y está cargada de una emotividad tremenda. Una emotividad positiva…

Sin embargo, en la versión colomboestadounidense, el encuentro entre Daniel (el clon) y Lucas, ambos interpretados por Mauricio Ochmann, es totalmente distinto. Vale, se mantiene el mismo clima, pero la reacción de Lucas es mucho más fría, seca y cortante. Se produce en el capítulo 145 de 181, que es la cifra total de capítulos de la telenovela.

Para los morbosos, comentar que en ambas versiones el final de Leo/Daniel es exactamente el mismo: desaparece con su creador en el desierto. Un final contextual parecido es el que tiene otro ‘monstruo científico’, en este caso de la literatura: el Frankenstein de Mary Shelley. No es el único paralelismo con “Frankestein o el moderno Prometeo”… El resto me los guardo para un futuro ‘post’ con contenido literario… 

Comentarios

tessa ha dicho que…
Vistas las comparaciones me quedo con la del 2010 la que yo vi.
Sandra Echevarria sale mas guapa que la otra, va mas maquillada de ojos que la otra y las joyas junto con los velos azules quedan mejor
En cuanto al protagonista el brasileño tampoco esta mal jaj. Quiero decir que se parecen. En cuanto a Mauricio Ochman la transformacion de mas joven esta mas bien hecha. Se ve mas jovencito que el de Brasil
Quiero comentar que esta telenovela me gusto, pero habia temas que a veces se hacian cansinos por repetirlos en demasiados capitulos (Ejem. Las charlas de las drogas con el psicologo) No se, igual iban para Mauricio de paso y se psicoanalizaba, pues estubo bien enganchado. Cuando protagonizaba Marina lo tuvieron que cambiar a mitad novela. Saliendo el letrerito de turno , pero bueno todos podemos rectificar en la vida. En cuanto al final, que voy a decir, mira yo que se. Quiero pensar que se queda con ella y ya esta. Asi me monto yo el buen final. Saludos y hasta otra
GAFEMO ha dicho que…
Coincido contigo en lo de que había temas que se hacían pesados, al menos en la de RTI-Telemundo que fue la única de las dos que yo vi. Lo de las drogas, creo que se pasaron y que quisieron crear tanta conciencia que al final pecaron de pesados. Lo mismo me pasó con el tema de las bodas y los repudios y con las idas y venidas de Leonardo y Cristina y sus respectivos amoríos cuando estaban separados.