Este
verano estuve viendo “¿Quién mató a
Patricia Soler?”, cuya crítica publicaré este mismo jueves, y me volvió a
ocurrir algo que sucede con relativa frecuencia: el cambio de un actor por otro,
para el mismo personaje, claro.
En
el caso de “¿Quién mató a Patricia Soler?”
el actor cambiado interpretaba a un doctor de una clínica psiquiátrica. Era un
papel con escaso peso en la trama, pero no dejaba de ser un personaje
secundario. El doctor en cuestión, apareció durante ocho o diez capítulos en la
primera mitad de la telenovela. El doctor Alberto Ramírez era interpretado por
Andrés Felipe Martínez (Guillermo en “Victoria”
o Malcom en “Pasión de gavilanes”).
Volvió
a aparecer, en la misma clínica psiquiátrica, en la última parte de la historia,
con algo más de peso que antes y ligado a uno de los personajes principales de
la telenovela. En este regreso, el personaje cambió de rostro y de cuerpo,
pasando a ser encarnado por Alejandro López (Renato en “Pura sangre” o Esteban en “Los
herederos del Monte”).
Y
no hubo explicación alguna por parte de la productora. Ni en el propio capítulo
ni en su web. No hay nada.
Vale.
No era un protagonista, ni tenía mucho peso en la telenovela… Pero sí era un
personaje que el público veía y conocía. ¿Por qué no darles una explicación,
por breve que sea, que justifique el cambio? Qué se yo… Colgar un par de líneas
en la web de la productora, o escribir un tweet… No sé, algo…
No
sé de qué me extraño… Es algo que pasa muy a menudo y que solo se medio justifica
cuando el actor que se cambia lleva un rol principal. Pero con independencia
del peso del actor en la historia, creo que los espectadores, como ‘consumidores’
del producto, deberíamos recibir una explicación. No es que la debamos recibir…
Nos la merecemos.
Este
‘post’ va acompañado de una captura del mensaje que Telemundo y Argos colocaron
al final del capítulo 20 de “Marina”. Seis perfectas líneas en las que se explicó el cambio, sin entrar en detalles
de la vida privada de Mauricio Ochmann. Seis líneas para que los espectadores
supieran que Mauricio tenía un problema de salud que le obligó a dejar la
historia y que entraría un nuevo actor en su lugar.
Algo
así se hizo también en la telenovela “Corazón
partido”, con el cambio del actor que interpretaba a César, un personaje
secundario.
Que
copien de estos dos ejemplos todas las productoras.
Comentarios
Uff eso es una cosa q me molesta bastante xq me pierdo al no reconocer el personaje me paso con Prisionera cuando cambiaron a Mauricio Islas x Gabriel Porras un dia veo al prota de siempre y al dia siguiente veo a ese otro hombre q no se quien es, tarde un par de capitulos en saber q personaje hacia y otros muchos acostumbrarme al modo de llevar el personaje del nuevo actor ya que paso de un Daniel que lloraba como magdalena a un Daniel mas duro q el diamante a mi parecer el cambio descoloca al espectador y si es sin avisar mas aun
Otro caso es el de Prisionera, donde se vieron en la necesidad de sacar a Mauricio Islas (todos sabemos porq) y ocupar su lugar con Gabriel Porras, un cambio bastante desafortunado ya que el uno no cumplía con las características del otro.
Este otro ejemplo no es de un reemplazo sino un cambio de protagonista y fue en Siempre Te Amaré, novela en la que bien avanzada decidieron matar a Fernando Carrillo (por problemas, no se cuales) y darle el protagónico a Arturo Peniche, fue como empezar otra novela.
Como pueden ver no se sabe que es peor, si que maten un personaje o que lo reemplacen.. ah y no se olviden de La Tormenta cuando se les dio por poner a alguien con mascara supuestamente como Maria Teresa...
En fin ¡saludos! att Uriel
Es verdad que descoloca bastante que de un capítulo a otro o, incluso, dentro del mismo, nos cambien al actor que interpretaba ese personaje que yo encuentro justificado sólo en caso de fuerza mayor como es el de "Marina" que mencionas por temas de adicción. Pero otros no sabemos porqué o yo al menos no lo sé. En "La intrusa" de un día a otro se cambió al padre de los hermanos protagonistas donde Carlos Cámara sustituyó a Enrique Lizalde¿¿¿??? En los últimos meses se cambió sin justificarlo en la historia a Pedro Fernández por David Zepeda en "Hasta el fin del mundo" arguyendo problemas de salud pero a los pocos días el cantante firmó contrato con Telemundo para no sé qué programa de la cadena americana.En "Cómplices al rescate" se cambió a la protagonista Belinda que interpretaba a unas gemelas por Daniela Luján sin que yo sepa el porqué.
En "Locura de amor" trascendió que se cambió casi terminando la novela a la protagonista Adriana Nieto por Irán Castillo por exigencias, malas relaciones con otros actores y retrasos de la actriz en las grabaciones.
En "Carita de ángel" se cambió a la directora del colegio porque Libertad Lamarque falleció durante las grabaciones de la telenovela infantil, lo que es claramente justificable.
Y un caso ejemplar que evitó el cambio de actor fue en "La que no podía amar" al ser ingresado grave Jorge Salinas cuando estaba muy avanzada la historia. Tanto el actor como el productor hicieron todo lo posible por continuar el proyecto pese a los rumores de que Sebastián Rulli le sustituiría. Yo, al menos, agradecí el esfuerzo del actor que bordó su papel.
No me gustan los cambios porque nos acostumbramos a ver el personaje en el rostro y manera de actuar de un determinado actor siendo escasas las ocasiones en las que el producto sale beneficiado o gana el personaje. Solo en casos de fuerza mayor se puede justificar.
Los cambios son algo que los productores deberían de tratar de evitar desde un principio y solo deberían darse en casos como el de Edith en "Mujer de madera" o en el de Ochmann en "Marina", casos muy concretos y relacionados con la salud.
Es muy poco profesional por parte del actor el coger y marcharse, por lo que sea, dejando tirado a todo un equipo de actores, guionistas y técnicos. Y más, teniendo en cuenta que esto son telenovelas... Tarde o temprano se acaban de rodar y cada cual a su cosa.
Es también muy de prepotentes si quien despide es el productor. No se trata de tolerar malas conductas, pero, digo yo, que hablando se entiende la gente y que igual yendo a algo así como una mediación laboral, tipo las que existen en España, las cosas podrían solucionarse sin llegar al despido.
Sobre los cambios hechos hasta el día de hoy, yo creo que vale más cambiar al actor sin armar nada en la telenovela en sí (tipo "Marina") que inventar historias dantescas para justificarlo (tipo "Mujer de madera").
De todas formas, insisto en el tema del artículo... Nosotros somos los 'consumidores' del producto... Deberían explicarnos, aunque fuera sucintamente, por qué un actor, sea protagonista o secundario, deja una telenovela y lo sustituyen con otro.
Un saludo.
Saludos