CRÍTICA: "La Impostora" (Telemundo y Argos, 2014)

Debo confesar que, desde el momento en el que Telemundo dio a conocer los primeros detalles del proyecto, “La Impostora” me llamó, y mucho, la atención. El motivo principal fue entonces la historia, firmada por el gran Sebastián Arrau, y basada en una telenovela suya llamada “Cerro alegre”, emitida en Chile en 1999.  
Cuando se formó el elenco, el proyecto me sedujo aún más. Tenía que verla, sí o sí.
Me puse a ello a principios de julio. A mediados de agosto la concluí.

SINOPSIS:
Blanca Guerrero (Lisette Morelos) es una bella camarera de la zona costera mexicana que tiene una gran habilidad para imitar a cualquier persona. El día de fin de año su padre es despedido de la naviera donde trabaja, perteneciente a la familia Altamira y comandada por la matriarca del clan: Raquel Altamira (Christian Bach). Con el fin de ayudar a su padre a recuperar su empleo, Blanca se infiltra, disfrazada, en la fiesta de máscaras que la familia celebra para festejar el año nuevo.
*Logo de la telenovela.
Allí asiste al escándalo que arma Adriano Ferrer (Manuel Landeta), un poderoso multimillonario, que acusa a Raquel, ante los asistentes a la fiesta, de haber asesinado a Valentina Altamira, la mujer que Adriano amó en su juventud y con la que tuvo un hijo cuyo paradero desconoce.
En esa misma fiesta Blanca se besa, sin saber quién es, con Eduardo Altamira (Sebastián Zurita), el primogénito de la familia.
Días después el padre de Blanca sufre un sospechoso accidente y entra en coma. Es entonces cuando Blanca, agobiada por las deudas de la familia, acepta ser contratada por Adriano Ferrer para hacerse pasar por Victoria San Marino, una inversionista millonaria de Nueva York, interesada aparentemente en invertir en la naviera de los Altamira, un personaje con el cual Adriano busca descubrir el paradero de su hijo, aquel que tuvo de joven con Valentina Altamira.
Todo se complica cuando Blanca se enamora perdidamente de Eduardo Altamira, con quien vivirá una entrañable historia de amor.

DATOS y TRAILER:
120 capítulos de 45 minutos. México, 2014 (Telemundo y Argos). Productora: Martha Godoy.

PERSONAJES y ACTUACIONES:
Antes de ir uno a uno, comentar que la telenovela tiene muy pocos personajes. Pocos pero, eso sí, muy bien definidos.
*Lisette, Christian y Sebastián.
Empezando por Lisette Morelos, debo comentar que ha sabido llevar de una manera muy natural, nada sobreactuada, los dos personajes con los que tiene que lidiar en la telenovela. Me ha gustado mucho su desempeño en esta telenovela y personalmente me gustaría destacar de ella las duras escenas en las que su personaje sufre numerosas torturas en la cárcel y en las que consiguió transmitir ese sufrimiento del personaje al espectador de una manera increíble.
Su galán en la historia es Sebastián Zurita, que interpreta a uno de los galanes más inocentes e incrédulos que he visto en mi vida, algo que probablemente derive de que en la historia original su personaje era una mujer (igual que la impostora era un impostor). Sebastián ha mejorado desde “En nombre del amor”, aunque todavía le faltan cosas por aprender. La química con Lisette únicamente se ve en las escenas (muy sensuales, por cierto) de cama y poco más. No obstante, sí que debe resaltarse la química que tiene con Macarena Oz (su hija en la telenovela, una niña adorable y a la que veo mucho futuro en este mundo).
En la telenovela brillan dos grandes estrellas de la actuación, que son Christian Bach y Manuel Landeta. Sobre Christian, vuelve a ofrecernos una villana psicópata, muy parecida a Antonia Guerra, y quizás hasta más irónica y satírica de lo que de por sí era Antonia Guerra. Ha hecho un personaje épico, por el que yo sentí cierta compasión cuando se revela el por qué actúa y es como es y que tiene un final bestial, que acongoja hasta al espectador más insensible.
*Manuel Landeta es Adriano Ferrer.
Respecto de Manuel, nos ha regalado un personaje tierno, un padre desesperado por encontrar a su hijo y arrepentido por cierto desliz de su pasado. Ha estado, en pocas palabras, soberbio. No es de extrañar que haya sido premiado como Mejor Primer Actor en los premios Tu Mundo gracias a este personaje. Además, la química con Lisette se ha hecho visible en la pantalla, igual que esa tensión sexual no resuelta que su personaje mantiene desde un principio con la temida Raquel Altamira y que se revela en las constantes riñas que ambos tienen.
Del resto del elenco merece la pena detenerse en Begoña Narváez, Jonathan Islas y Mauricio Henao.
Begoña, por su parte, interpreta un personaje que lleva una doble vida: está dentro de una mafia de tráfico de armas y, a su vez, es una madre arrepentida de haber abandonado a su hija para dedicarse a ese mundo de la mafia. Begoña siempre me ha gustado como actriz y aquí ha vuelto a demostrar que es una gran actriz y que está de sobra preparada para algo más fuerte, como una narconovela o algo de ese estilo. Ha pegado tiros, ha matado a no sé cuantos…  No obstante, como comentaba, su personaje tiene un lado muy tierno, que se muestra en esa relación que establece con su hija después de haber pasado ocho años lejos de ella. Quizás no me gustó su final, yo la hubiera dejado hasta el último capítulo.
*Sebastián, Jonathan y Mauricio, los hermanos Altamira.
En lo que a Jonathan se refiere, comentar que es increíble lo que ha mejorado como actor desde “Bella calamidades”. Me ha gustado mucho Cristóbal y me conmovió su historia, el saber por qué su madre (la Bach) lo vio siempre como el patito negro de sus tres hijos. Lo mismo debo decir de Mauricio Henao, que llevaba sin verlo varios años. A ambos les auguro un buen futuro en sus respectivas carreras.
Bien también para Armando Silvestre, que interpreta a Leónidas, el padre de Raquel, y excelente descubrimiento el de Alpha Acosta, que en la historia es Valentina, la mujer con la que Adriano tuvo un hijo y a la que él cree muerta. Empaticé muchísimo con este personaje y las torturas por las que pasó ‘gracias’ a la maldad de Raquel. Me emocionó muchísimo la escena en la que Adriano y Valentina se reencuentran tras veinte años sin verse. Muy bien interpretado por Alpha, que llevaba cinco años lejos del género.
Merecen también que se mencionen los nombres de Simone Victoria (que interpreta a la adorable Socorro, que tiene un final muy triste), Lupita Sandoval (como la entrañable Tita, la dueña del restaurante donde pasa gran parte de la trama), Julieta Grajales (que afrontó su primer papel de ‘largo recorrido’ y superó el reto con creces), Uriel del Toro (cuya actuación fue mejorando conforme avanzó la historia) y Elsa Amezaga (como la caprichosa hermana de Blanca, un personaje que me hizo reír y enfadar a partes iguales y que tiene una moraleja un tanto dudosa, con lo del tema de su aumento de pecho).
*Alberto Pavón es Iván Montenegro.
Acabo el repaso por elenco con dos nombres más: Alberto Pavón, un actor español que interpreta al mafioso Iván Montenegro de una manera sublime, tanto que se le llega a tener miedo. Tuvo una grandísima química con Christian Bach, de la que se enamora perdidamente en la trama, aunque quizás tuvo un final precipitado… ¡Debió quedarse hasta el final!
El otro nombre es Eugenio Becker, que interpreta a Salvador Estrada, un agente de policía que se enamora de Blanca y la apoya en todo. Eugenio consiguió con su personaje enternecer al espectador y, lo confieso, yo mismo llegué a fantasear con la idea de que él y Blanca quedasen juntos, ya que hacían una pareja estupenda.

TRAMAS:
Aunque yo pensé que no, la trama principal llega hasta el final de la telenovela y hasta el penúltimo capítulo no se sabe realmente quién es el verdadero hijo de Adriano, con sorpresa incluida. A lo largo de la telenovela se le ‘cuelgan’ a Adriano varios hijos que resultan no serlo, con el fin de hacer pensar al espectador y que saque sus propias conclusiones, algo que a mí me encanta.
Matizo, no obstante, que la historia de la impostora y la búsqueda del hijo de Adriano aguanta hasta la mitad de la telenovela. Una vez que se descubre el engaño, sigue la trama del hijo de Adriano y la historia de la impostora se transforma en la historia de la venganza de Blanca contra Raquel.
Respecto de la historia de amor principal, esta se resume en que en la primera mitad de la telenovela los protagonistas están juntos, pero en la segunda, descubierta la mentira, se separan y sufren y todo eso, hasta volver a acercarse en la parte final.  No hay mucho más que contar.
*Begoña Narváez es Mariana Serrano.
En torno a ella tenemos otras historias de amor, como las de Adriano y Valentina y Raquel e Iván (de lo mejor de la telenovela), la de Catalina y Ramón (también bastante bonita) y la de Jorge y Karina (que quizás fue la que más me costó entender, dadas las idas y venidas de ambos). Me gustó también la relación enfermiza que mantienen en la telenovela los personajes de Mariana y Cristóbal y la curiosa relación que entablan Rafael y Simona.
La telenovela sigue un ritmo muy intenso en lo que a las tramas se refiere, dando casi de manera constante pequeños giros de tuerca que hacen ‘reavivar’ el interés del espectador y le obligan, como me pasó a mí, a replantearse quién es en realidad el hijo de Adriano (de hecho, yo cambié mi apuesta unas cuantas veces a lo largo de la historia).
Tras varias muertes (unas cuantas) y después de haber puesto a Blanca y Adriano en las peores situaciones, la telenovela termina de una manera coherente con el resto de la historia, y la villana, como comentaba en el apartado anterior, acaba de una manera muy cruel.
*Los personajes principales, en una sesión de fotos.
No obstante, por el camino quedan pequeños detalles que no encajan y que a mí me ‘chirriaron’ conforme iba viendo la telenovela. Así, por ejemplo, la prensa cree, como todo el mundo, que Valentina está muerta. Sin embargo, cuando desaparece del manicomio y Raquel la hiere, la prensa publica, como si tal cosa, que Valentina Altamira ha sido atacada por Blanca Guerrero. Otra cosa que no coincide es que se incida en que Eduardo y su hija no tienen el mismo grupo sanguíneo y en los exámenes de paternidad que se hacen se muestre que sí lo tienen. Tampoco queda claro qué pasó con Fernanda, la abogada y amiga de Adriano, a la que Raquel secuestra, ni la edad de Sofía (se comenta que primero tiene diez años, luego su madre habla en una ocasión de que tiene nueve, y su padre, capítulos después, menciona que tiene ocho). También es curioso cómo se usa el recurso de ‘mandar’ al coma a varios personajes (tres, para ser exactos) y cómo despiertan de lúcidos esos personajes, como si más que haber estado en coma hubieran estado durmiendo una siesta.

MÁS COSAS:
“La Impostora” transcurre, íntegramente, en Acapulco. En la primera mitad de la historia se nos enseñan muchísimas playas, los exteriores y vistas de la mansión Altamira… Sin embargo, en la segunda mitad, esas localizaciones paradisíacas que ofrece Acapulco prácticamente desaparecen, probablemente por falta de tiempo para desplazar al equipo hasta allí.
Los decorados están muy logrados, algo seguro en las producciones de Argos. Solo me llama la atención una cosa, que es que Adriano vivía en una casa vanguardista preciosa, que en la segunda parte reemplazan por un decorado cutre y pequeño, eso sí, manteniendo al espectador la idea de que lo que ve es la misma casa que la de capítulos anteriores.
*Gran parte del elenco, tras las cámaras.
Sobre la música, el tema principal es “Soy la impostora”, de Laura Bello, una canción preciosa que refleja la historia de la telenovela. El tema de entrada (que solo suena en la entrada) es “Para mí”, de Alejandra Guzmán, en una versión horrorosa, que parece grabada de un concierto de la cantante, pues se escuchan aplausos, vítores y demás ruido de concierto de fondo. ¿Tanto costaba pagarle una versión ‘normal’ o sino elegir otra canción? Los ‘soundtracks’, bien.
Respecto al vestuario, solo objeto que a Sebastián lo intentan hacer parecer un padre joven y moderno y en consonancia con esto le ponen cada pantalón y/o camisa que parecen más propios de carnaval que de una telenovela. Sobre los estilismos, tengo que comentar una cosa y es que, para quien no lo sepa, Christian Bach lleva peluca en esta telenovela. Lo que no entiendo es por qué se le ven muy a menudo unas patillas morenas, a ambos lados de la cara y que le pasan de los mofletes, que quedan muy mal. Desconozco el por qué de este ‘atrezzo’. Si alguien lo sabe, que me lo cuente.
Acabo comentando dos cosas más. La primera, que Iván Montenegro es un personaje español, interpretado por un actor español que mantiene su acento español, pero al que le cuelan en los diálogos multitud de expresiones mexicanas que, en boca de un español, quedan raras. La segunda, que en los últimos veinte capítulos se abusa de los recuerdos, hasta tal punto de que hay capítulos en los que hay ocho minutos de recuerdos de los personajes, repartidos por el capítulo (lo hicieron así porque en la etapa final subió espectacularmente su audiencia en EEUU y era para que los ‘nuevos’ pillasen lo que había pasado).

Concluyo resumiendo, una telenovela ágil, corta, muy entretenida y con pocos personajes, que juega y mucho con el espectador. Imagino que Nova la emitirá en España, dado su acuerdo con Telemundo. Personalmente, la recomiendo.

-PUNTUACIÓN FINAL: 8,2-

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Pues esta novela me tenía muy buena pinta, tanto como personajes, historia..pero empecé a verla hace unos meses y me aburría taanto hasta que la dejé aparcada. Y eso que había muchos actores/actrices que me gustaban como Begoña Narvaez, Christian Bach, Manuel Landeta..pero no sé, será que apenas avanzaba y como en ese momento también estaba viendo "ESDLC2" me incliné más por esta. De todas formas y dada tu nota alta, me dispondré a verla dentro de un tiempo..
Anónimo ha dicho que…
Hola, bueno pues dejame decirte que hiciste una gran critica, con excelente redaccion, y sobre todo con mucho respeto.
Porque ya ves que por ahi hay cierta españolita que anda de critica profesional, pero solo sabe insultar y desprestigiar el gran trabajo de estos actores y las excelentes telenovelas que nos brindan. saludos atte.
Anónimo ha dicho que…
Muy buena crítica, yo la terminé de ver el mes a principios del mes pasado. La ví por Telemundo Internacional, transmitían dos episodios diarios por lo que sólo duró dos meses. Personalmente se me hizo muy interesante desde que empecé a verla (más o menos el capitulo 8-9), la primera parte de la telenovela es fresca y muestran lugares muy bonitos de México, Simona y Rafael me cayeron muy mal hasta los capítulos finales en donde cambian...Me hubiese gustado que Fernanda hubiese regresado para el final o al menos que se hubiese dejado claro que pasó con ella, también me molestó un poco la inocencia de Eduardo.
Anónimo ha dicho que…
Muy buena crítica, yo la terminé de ver el mes a principios del mes pasado. La ví por Telemundo Internacional, transmitían dos episodios diarios por lo que sólo duró dos meses. Personalmente se me hizo muy interesante desde que empecé a verla (más o menos el capitulo 8-9), la primera parte de la telenovela es fresca y muestran lugares muy bonitos de México, Simona y Rafael me cayeron muy mal hasta los capítulos finales en donde cambian...Me hubiese gustado que Fernanda hubiese regresado para el final o al menos que se hubiese dejado claro que pasó con ella, también me molestó un poco la inocencia de Eduardo.
Unknown ha dicho que…
La mejor telenovela... Y sobre todo me encantó Raquel Altamira... Una villana muy elegante en cada momento de la telenovela... No pude verla en ma cadena original pero después la vi en retransmisión una vez y una segunda más....

Porque en esa época todavía se hacían telenovelas... Ahora solamente series que solamente tienen lenguaje vulgar
rocio ha dicho que…
Pues sí,es una gran telenovela,en la que siempre pasan cosas.
Yo le di una oportunidad este año por Nova y no me arrepiento.
El listón y el interés están siempre en alto y no decae.