Como sabrán los que me lleven leyendo
desde hace tiempo, soy fan de las telenovelas de Carlos Moreno Laguillo desde “En nombre del amor”. Si tuviera que
quedarme con una suya no sabría a ciencia cierta con cuál (bueno, probablemente
“Amor bravío”). Así que, cuando supe
que volvía a la carga con “Quiero amarte”,
versión de “Imperio de cristal”
aunada a una original de Martha Carrillo y Cristina García, supe que tenía que
verla sí o sí. No obstante, no me puse de inmediato, sino que esperé a que en
México estuviese por acabar. Así, comencé a verla a mediados de abril y la
acabé a principios de julio.
SINOPSIS:
“Quiero amarte” cuenta la
historia de un amor de juventud entre Mauro (Alex Sirvent) y Florencia (Karyme
Lozano), quienes no
pudieron estar juntos gracias a la maldad de Lucrecia (Elene De Tellitu),
una mujer obsesionada con Mauro, que se vale de un embarazo
para atraparlo.
*Logotipo de la telenovela. |
Florencia tomará entonces la decisión de casarse
con David (Abraham Ramos), otro pretendiente. Con el paso de los años Mauro y Florencia se
dan cuenta que no son felices, y tratan de reanudar su amor, pero Lucrecia
no lo permite y se deshace de su rival desatando los celos de David, quien
también muere.
30 años después, cuando Mauro (José Elías Moreno)
se ha resignado a su vida con Lucrecia (Diana Bracho), llegará
una mujer a sus vidas para recordarles el pasado. Ella es Amaya (Karyme
Lozano), la hija de Florencia, que cautivará el corazón de
Maximiliano (Cristián de la Fuente), uno de los cuatro hijos que tienen Mauro y Lucrecia.
Amaya y Maximiliano tendrán que enfrentar
muchos obstáculos para descubrir si su amor es más fuerte que el resentimiento,
la venganza y el odio que se generaron en el pasado entre sus padres y que
marcó sus destinos.
DATOS
Y TRAILER:
161 capítulos de 45 minutos. México (Televisa). Productor: Carlos Moreno Laguillo.
PERSONAJES y ACTUACIONES:
El gran elenco que tiene “Quiero amarte” es uno de los atractivos
de la telenovela.
Empezando por su protagonista, Karyme
Lozano, he de decir que hacía muchísimos años que no la veía en pantalla (desde
“El manantial”) y que se conserva
igual de bien que entonces, parece que los años no pasan para ella. Aquí
interpreta a Amaya (en el presente) y a Florencia, la madre de Amaya (en el
pasado). Como Florencia me ha gustado muchísimo, y consiguió una gran química
con Alex Sirvent, que interpreta al Mauro joven. Hay una escena entre ambos, en
un cementerio, donde ella le enseña cierta tumba, que me hizo llorar de
emoción. Los dos están geniales.
*Karyme Lozano y Cristián de la Fuente. |
Como Amaya, me quedo sin duda con la
Amaya de la segunda parte de la historia, que desea hacer justicia y para ello
pasa por diversas cosas. La Amaya del principio me parece en cierto modo
ingenua para ser una mujer casada y con una hija (eso de dejarse chantajear por
Constanza, por favor).
Al lado de Amaya tenemos a Max,
interpretado por Cristián de la Fuente. Que Cristián no tuvo con Karyme la
misma química que tuvo con Silvia Navarro es un hecho, pero tampoco está mal
esta pareja que han repetido tras “Soñar
no cuesta nada”. Es más, hay ciertas escenas donde se ve hasta complicidad
entre ellos. Cristián está como siempre, aunque esta vez le ha tocado un
personaje muy soso, al que, si se dan cuenta los que hayan visto la historia,
no le pasa nada de nada hasta los últimos capítulos, mientras que a Amaya no
paran de pasarle cosas (trágicas casi todas) durante toda la telenovela.
En el lado de los villanos tenemos a
Diana Bracho, que se luce como Lucrecia Montesinos, una matriarca ambiciosa y
un tanto desequilibrada, que vive frustrada por no haberse dedicado a cantar,
que era su gran pasión, y que solo adora a uno de sus cuatro hijos, el único
que casualmente no es hijo de su marido. Ese es César Montesinos, para mí, sin
desmerecer a Lucrecia, el villano de verdad de la telenovela.
*Flavio Medina y Diana Bracho, los villanos. |
Es complicado definir a César… Es un
tipo calculador, maniático, que no duda en hacer cualquier cosa por estar cerca
de su objetivo principal: quedarse con la empresa de la familia. Sin embargo
es, a su vez, un villano gracioso, capaz de hacerse ‘selfies’ en las
situaciones más insospechadas, o de provocar con ironías y burlas a cualquiera
de sus allegados. César me ha servido para confirmar algo que vi en “Amor bravío”: Flavio Medina es uno de
los mejores actores ‘de nueva hornada’ que tiene México en estos momentos, que
da lo mejor de sí en cada escena y que se mete en la piel de sus personajes de
una manera excepcional, haciendo que el espectador se crea el personaje, algo
complicado en el caso de los villanos.
Otro villano, aunque de menor entidad,
es Horacio, el exesposo de Amaya, interpretado por Salvador Zerboni. No lo
conocía y me ha gustado. Salvador lleva al personaje de una manera muy natural
y a veces, espontánea.
Y sin ser villana, pero siendo un
‘incordio’ para los protagonistas, encontramos a Constanza (Adriana Louvier).
Adriana no decepciona nunca y consigue un personaje creíble aunque creo que
queda claro desde el principio que lo de “Quiero amarte” va por Max y Amaya y
no por Max y Constanza, algo que hubo gente que no quiso entender.
*Hernan Canto es Lucio. |
Volviendo con los Montesinos, debo
felicitar a quien realizase el casting por haber formado una familia entre
cuyos miembros ‘buenos’ hubo una química extraordinaria: Cristián de la Fuente,
Alejandra Barros (que no la conocía, y me cautivó como Juliana), Cassandra
Sánchez-Navarro (que volvió a demostrar el talento que tiene) y un desconocido
Hernán Canto, que se mi admiración y respeto por haber llevado de semejante
manera un personaje tan complicado de interpretar como Lucio, un joven con retraso
mental pero con una gran sensibilidad. No me he emocionado poco con Lucio y sus
escenas, tanto con Flavia (Cassandra) como con Eloísa (Luz María Jerez).
Precisamente, sobre Eloísa, decir que
no conocía a Luz María (pese a los años que lleva de trayectoria) y que ha sido
otro descubrimiento más.
Y hablando de gente con una larga
trayectoria, aquí tenemos un trío muy interesante: José Elías Moreno (como
Mauro, el patriarca del clan de los Montesinos, en un papel muy tierno a la par
de conmovedor, por toda la historia que lo unió, de joven, a Florencia), Otto
Sirgo (como Manuel, el amigo de Mauro) y Salvador Sánchez (que interpreta a
Cipriano, el padrino de Amaya). Los tres están espectaculares, aunque sí que me
hubiera gustado que Cipriano tuviese otro final, no sé.
*Luz María Jerez es Eloísa. |
En el elenco también encontramos
nombres de la talla de Olivia Bucio o Héctor Sáez, que siempre da gusto verlos
en pantalla, o Yolanda Ventura, a la que, por fin, le han dado un papel de
mujer capitalina, fina, y no de aldeana inculta como hicieron en las dos
últimas telenovelas.
Antes de pasar al elenco juvenil, debo
mencionar a Jean Paul Leroux, en su primera experiencia en Televisa,
interpretando al bonachón de Jorge (le costó controlar el acento venezolano
algunos capítulos, pero le ha quedado un personaje muy creíble que hace una
cosa por amor increíble); Tanya Vázquez (para mí la única Carolina, pese a que
luego nos trataron de ‘colar’ a Yéssica Salazar); Ricardo Franco (que tiene un
papel de relleno. Una lástima, porque este chico merece más) y Tina Romero, a
la que le pasa un poco lo que a Ricardo, tiene un personaje de escasísima
importancia.
Y ya, acabo con los jóvenes. Genial
Renata Notni, al igual que Andrés Mercado. Logran que la historia de amor entre
Mariana e Iván sea creíble (pese a ciertas cosas que comentaré luego) y tienen
una química bestial en pantalla. A ambos les auguro un gran porvenir en este
mundillo. Bien también Diego Amozurrutia, sacando adelante un personaje
extraño, basado en tópicos ‘clásicos’ del género como el amor obsesivo por una
mujer. No soporté a Cecilia; me parece otro relleno de la telenovela, igual que
José (pese a que Adriano Zendejas ha demostrado con este personaje que ya
pueden ir dándosele papeles acordes con su edad).
Muy tierna Briggitte Bozzo como la
hija de Amaya y Horacio. Da gusto ver cómo una cría de tan corta edad (diez u
once años debe tener) disfruta tanto con lo que hace.
TRAMAS
*Alex Sirvent y Karyme Lozano (Mauro y Florencia). |
“Quiero
amarte” tiene como
ejes centrales dos historias de amor: de un lado, la de Mauro y Florencia, y de
otro, la de Max y Amaya. La primera se va contando en dosis al espectador a lo
largo de los primeros capítulos. Mediante recuerdos y ‘flashbacks’ el
espectador conoce esta historia, muy bonita, que comenzó en los años 80 y se
quedó inconclusa. A mí me encantó esta historia de amor, inconclusa, sí, es
cierto, pero en cierto modo con final feliz gracias a la aparición de una
persona ya en los últimos capítulos.
La otra historia, ya en el presente,
es la de Max y Amaya, que se conocen de manera casual (él la salva de morir
ahogada en un río) y poco a poco van coincidiendo en distintos lugares y
descubriendo los distintos líos intrafamiliares que hay y hubo entre la familia
de Amaya y la de Max. Es una historia bien llevada, con dos partes
diferenciadas: el enamoramiento entre Max y Amaya y sus dificultades para estar
juntos y la sed de justicia de Amaya cuando descubre ciertas cosas, lo cual la
lleva a alejarse de Max para casarse con su hermano César. Esta segunda etapa
me encantó, como ya comenté antes, y la disfruté mucho, especialmente en el
modo en el que se van desarrollando los acontecimientos, muy bien llevado.
*Flavio Medina y Karyme Lozano. |
Ambas historias están condimentadas
por las villanías de Lucrecia y, en el caso de la segunda, del malvado César.
Me gustó que se aprovecharan de un tema real, como fue el caso de una mujer que
envió a Obama cartas impregnadas con un letal veneno, como ‘inspiración’ para
algunas de las maldades que cometen este par a lo largo de la historia. No me
gustó, eso sí, que se usasen algunas formas de matar por parte de Lucrecia que
ya habíamos visto en Isadora González o Fina Monterrubio. Tampoco me gustó que
en la telenovela se recurra frecuentemente al accidente de coche como medio
para abrir tramas (hay seis accidentes de coche y dos atropellos). Innovación,
por favor.
La telenovela se apoya también en
otras dos historias de amor: la de Juliana y Jorge y la de Iván y Mariana.
Sobre la primera, debo decir que me
gustó mucho ver cómo Jorge, después de que el marido de Juliana muere,
transforma, casi sin darse cuenta, el cariño de
amigo que le tenía en un profundo amor. Lo mismo le ocurre a ella, que
no creía volver a amar después de enviudar. Él llega a hacer una de las mayores
locuras que he visto en televisión por ese amor, cuando ella lo rechaza después
de que a causa de un tumor ella pierda toda oportunidad de tener hijos. Sobre
esta historia solo me hago una pregunta, ¿era necesaria la aparición, en los
últimos capítulos, de una hija pequeña para Jorge? Probablemente no, aunque la
niña que la interpretaba era una muñeca.
*Andres Mercado y Renata Notni, los 'protas' juveniles. |
Siguiendo con Iván y Mariana, entre
estos hay una historia muy bien tratada en la primera parte de la telenovela,
donde pasan de un cierto ‘odio’ al amor más puro e inocente, pero muy
desfigurada en la segunda parte, donde él pierde la memoria no sé cuántos
capítulos y ella es secuestrada dos veces casi seguidas por el cansino de
Ulises, que afortunadamente no llega a violarla ni a maltratarla. Solo la
mantiene en su casa, porque sí. Una serie de tramas, como digo, que acabaron
con esa romántica historia, que se rescata y concluye como debe ser ya en los
últimos capítulos de la telenovela.
Del resto de tramas, destacar la de
Manuel y Genoveva, con su amor de largo recorrido pero oculto por el temor de
Manuel al qué dirán, y la del amor platónico que la tía Eloísa siente por
Mauro.
Por otra parte, la telenovela deja
también una serie de flecos abiertos y algunas cosas que resultan algo
incongruentes. Así, por ejemplo, Dolores (la madrina de Amaya y madre de
Mariana) discute en una escena con Cipriano, que le reprocha que Mariana no es
su hija. Él sale de casa y ella dice para sus adentros algo así como “si
supieras que puede que no lo sea”. El caso es que después se toca el tema pero
nunca llega a aclararse por qué Dolores dice eso y si de verdad Mariana era o
no hija de Cipriano.
*José Elías Moreno y Diana Bracho; Mauro y Lucrecia. |
Otras cosas que también chirrían son
el juicio por el que al final de la telenovela pasa Max, acusado de un
asesinato, que se realiza en la cárcel (no en un juzgado o un tribunal) y ante
un ‘jurado’ que en ningún momento aparece en pantalla. En relación con eso
también hay otra cosa extraña: un ordenador había grabado lo que en verdad
había ocurrido en la escena del crimen y que se había quedado allí. Nadie
descubre, hasta el último capítulo, la grabación. Eso sería impensable en la
vida real: uno de los deberes de los investigadores de la policía es revisar
minuciosamente el lugar donde se ha cometido un crimen, sin dejar pasar este
tipo de cosas. Otra cosa que queda sin descubrirse en la telenovela (y que yo creo
que hubiera estado bien que se descubriese) es el asesinato de Emma, que
aparentemente había sido un infarto, pero que en realidad había sido una
especie de envenenamiento planeado por Lucrecia.
En cualquier caso, la historia tiene
un desenlace de los normales, pese a que nos habían prometido algo nunca antes
visto, y un final alternativo que no es en sí un final alternativo sino más
bien una especie de epílogo. Pero eso es algo de lo que hablaré en otro post.
MÁS COSAS:
*Alejandra Barros es Juliana. |
Otro punto a favor de “Quiero amarte” es su musicalización. El
tema principal de la telenovela se titula como ella y es interpretado por
varias voces. Junto a él nos encontramos con temas de Carlos Macías (“Ella”, “Si tú me contaras”, “Dios
después de Dios”…) y de Noel Schjaris (“Cuando
amas a alguien”, “Y no fue
suficiente”…), entre otros artistas como Olga María o Juan Pablo Manzanero.
Me ha gustado también que rescatasen temas antiguos de Armando Manzanero (como
el “Nos hizo falta tiempo” que
interpreta a dúo con Conchita Buika, o el “Somos
novios”, junto a alguno inédito como “Apareciste”).
Por cierto, muy chulas las dos apariciones de Armando Manzanero en la
telenovela, igual que la que hacen Carlos Macías y Olga María.
Los ‘soundtracks’ son también muy
buenos.
Y mientras que la música es
excepcional no puede decirse lo mismo de los decorados. Solo dos se salvan: el
del piso de abajo de la mansión Montesinos, muy currado y un tanto moderno, y
el de Nescafé. El resto son decorados acartonados (como los de las haciendas, o
la casa de Cipriano, la casa de Manuel, o el apartamento de Amaya…) e incluso
hay algunos muy cutres (como la cantina del pueblo o la casa de Salvador).
Lo mismo ocurre con los falsos
exteriores. Hay mil escenas de aeropuertos, pero solo cuatro o cinco se
desarrollan realmente en un aeropuerto. En el resto se tira de ‘chroma’ o
‘green screen’, una técnica que aún se nota mucho en pantalla. Lo mismo ocurre
con los cafetales: se ponen tres o cuatro plantas delante del ‘chroma’ y una
foto de un cafetal proyectándose en él, y listo. Y también con el pueblo de
Chiapas donde transcurre la historia, al que han debido de haber ido poco a
grabar por lo que se ve (y por las complicaciones que tuvieron por parte de los
habitantes, que se opusieron a la grabación, algo de lo que ya les hablé).
*Parte del elenco. |
El vestuario, bien en general. Bien
también las dos o tres remisiones a “Amor bravío”, a través del personaje de
Lucrecia.
Mencionaba antes a Nescafé. No se
extrañen, pero es la empresa familiar. Los Montesinos son dueños de Nescafé, la
misma que todos conocemos. Increíble la de publicidad que nos meten a lo largo
de la telenovela de esta empresa y de sus productos. Creo que es la primera
telenovela que veo en la que los protagonistas trabajan en una empresa real.
Sintetizando, una telenovela
entretenida, con dos historias de amor como ejes centrales, bien llevadas
ambas, y unos villanos de excepción (especialmente Flavio Medina). Si le
quitáramos los fallos de realización y esas pequeñas cosas raras del guión,
podría haber estado mejor.
-PUNTUACIÓN
FINAL: 8-
Comentarios
Estoy muy de acuerdo con tu crítica en general.
Los hermanos Montesinos, exceptuando el garbanzo negro de César (¡qué soberbia interpretación!), logran una compenetración que encanta.
Como siempre la musicalización en una novela de Carlos Moreno es de diez, preciosos todos los temas, super adecuados a cada historia y a su evolución.
En cuanto a las referencias a novelas anteriores viene sucediendo desde Cuando me enamoro y en esta ocasión la misma no venía por el lado de los protagonistas, como hasta ahora, sino de la villana recordando a su homóloga anterior (la Isadora de Amor bravío).
Una historia del pasado muy bien contada, preciosa y dolorosa. Una historia del presente que tarda en florecer pero planteada de manera lógica, sensata.
Yo no entiendo porqué se le criticó tanto y se tildó de mala, aburrida y basura.
Lo negativo los cromas o pantallas de fondo que restaron realidad a la historia. Con lo bonito que fue Cuando me enamoro entre los viñedos o Amor bravío entre toros de lidia. Aquí se podía haber contado mucho mejor el mundo del café y sus tradiciones si no hubiera sido por la quejas ciudadanas y manifestaciones contra Televisa. Qué mal han quedado los lugares donde se grababa por estos incidentes.
Otro punto negativo para mi fue que ya van varias novelas de la cadena cuya historia transcurre en Chiapas (Mi pecado, Rafaela, la luna de miel de Amor bravío, recuerdo ahora)lo que hace que resulte peor los croma en esta.
En general tengo buena opinión de la novela aunque no tanto del personaje de Lucrecia. A mi no me entusiasmó la actuación de Diana Bracho, pero quizás sea algo más personal. ¿Cómo habría sido Lucrecia si se hubiera mantenido la idea original de que la interpretase Olivia Bucio? Ya no lo sabremos.
En mi opinión una muy recomendable telenovela.
Yo tampoco entiendo de dónde salió esa campaña de desprestigio hacia esta telenovela, que quizás lo único que tenga de malo sea eso de grabar usando pantallas de fondo.
Sobre lo de las manifestaciones de los pueblos de Chiapas en contra de Televisa y del rodaje de esta telenovela no las llego a entender. ¿Acaso no pensaron los ciudadanos en el poco o mucho turismo que ello les iba a derivar y en las ganancias que deja una telenovela en el lugar donde se rueda (tanto a nivel del ciudadano, como por ejemplo cuando se buscan extras, como para la economía colectiva)?
Sobre la villana, a mí me gustó, especialmente en la última etapa de la telenovela, cuando empieza a delirar. No sabía lo de Olivia. Sí que sabía que Lucrecia iba a ser Blanca Guerra, Dolores iba a ser Diana Bracho y Eloísa la propia Olivia, pero pensé que al declinar el papel Blanca habían cogido directamente a Diana. No sabía que habían pensado también en Olivia, otra gran actriz.
Un saludo y gracias por leerme.
¿Cuando nos darán el gusto de ver a Flavio Medina protagonizando? Es algo que me encantaría porque se ha lanzado dos personajes maravillosos, aunque sea del lado de los villanos, en sus dos últimas participaciones. El Alonso de Amor bravío terminó produciendo pena, hasta se le llega a comprender.
Un saludo y gracias por responder a mi anterior comentario.
el pueblo Chiapaneco es muy arraigado a sus antiguos usos y costumbres tal vez de hay la negativa a que la telenovela se filmara hay; en cuanto a la telenovela en general, para mi Moreno sigue produciendo las mejores historias de televisa; mucho se critico esta telenovela que si Amaya y Max no eran afines,que mejor quedara con Constanza; hay un error en el publico de la comunidad de las redes sociales al creer eso, como tu lo mencionas la pareja desde el inicio fue Amaya y Max, que no recuerdan que Constanza tubo la oportunidad de casarse y lo dejo plantado en el altar por fugarse con el mejor amigo de este; excelente historia en lo personal para mi el mejor papel de la historia es Don Mauro Montesinos y su amor con Florencia son de esos amores mágicos que a pesar de la muerte persisten en el corazon; muy bien logrado los flashback para comprender las 2 historias eso me pareció algo nuevo; en cuanto a los villanos me quedo con Cesar un perverso que no le importa incluso entregar a su madre, el villano juvenil Ulises me parecio un tanto amor obsesivo el y Cecilia eran mas afines XD su castigo si fue de shock. En general como lo mencionas buena trama bien contada y la familia Montesinos los buenos tenian una excelente union y quimica Juliana, Eloisa, Max, Lucio y Flavia. un dato extra Renata Notni sufrio mucho que espectaculares escenas yo soy fan de esa chica es hermosa :) no la hagan sufrir tanto que envidia Ivan logro ser feliz con ella :D
El protagónico yo creo que se lo darán después de "Yo no creo en los hombres". Y es más, me atrevo a decir que no tardarán en llegarle ofertas de la competencia (léase Telemundo o Telemundo y Argos).
Un saludo y de nada, siempre que puedo me gusta responder los comentarios.
Comparto lo que dices respecto de Carlos Moreno. Produce unas historias que a mí, personalmente, me encantan y lo hace con un toque personal que otros no tienen. Nunca entenderé por qué se le critica tanto...
Sobre lo de Max y Amaya, es absurdo que la gente pidiese que Max quedase con Constanza... Supongo que hay gente para todo, pero la telenovela narra la historia de Max y Amaya y punto.
La historia de Mauro y Florencia es muy triste pero a la vez muy bonita, especialmente por el final que le dan con Marco Antonio. Si te digo algo, yo esperaba (hasta que Amaya lo descubre) que Florencia estuviese viva. Lástima. Aunque Mauro, eso sí, nos lo dejaron con Eloísa, que también era un sol.
Un saludo y gracias por leerme.
P.D. A mí también me encantó Renata Notni. Sufrió mucho, pero era muy conmovedor verla llorar cuando creía a Iván muerto y cuando descubrió que estaba embarazada, con una canción de fondo que, por cierto, nunca supe cómo se llamaba.
Yo también comparto la opinión de que Carlos Moreno es el mejor productor que tiene Televisa y sus novelas tienen algo especial con esos clip que monta con música para contarnos lo que le pasa a un personaje en un momento determinado.
Pienso que tiene un estilo propio.
Y Gafemo ojalá aciertes con Flavio y alguien se arriesgue a darle un protagonista. ¿Tal vez el propio Carlos Moreno en su próxima producción?
Por cierto, mi nombre es Lucía.
Sobre lo de Flavio, podría ser. Se comenta que Carlos Moreno va a producir una original de Martha Carrillo y Cristina García, para finales del 2015, con lo cual sería posible que Flavio fuese el protagonista (por muy tarde que acabase con "Yo no creo en los hombres"). Además, Carlos le tiene un cariño tremendo y Flavio a él, ni se diga.
Si no es con Carlos, igual es con Roberto Gómez Fernández, que apuesta por talentos 'nuevos' (ahí está la Pimentel, que venía de hacer villanas). Habrá que ver qué pasa.
Discúlpame, Lucía, por haberte tratado en masculino. Es lo malo de los anónimos ;)
Empiezo por destacar el buen trabajo de su protagonista Karyme Lozano (que ha sido el menos valorado). Dejando de lado los detalles y escándalos en los que se vio involucrada a lo largo de las grabaciones, considero que ha hecho un gran papel, bueno, grandes papeles, tanto Florencia como Amaya. Entiendo que por su negativa a realizar escenas de cama generó cierto antipatía en un no pequeño sector de los televidentes y sobre todo gente que maneja el Internet, en específico Twitter. Es por eso que se armó toda esta campaña de dejar juntos a Max con el personaje de Adriana Louvier, Constanza. Dicha petición no tenía ni pies ni cabeza, para los que podemos ser objetivos y entender el sentido de la historia nos quedaba claro que Max tenía que terminar con Amaya, porque simple y sencillamente era su historia.
A mí Karyme Lozano siempre me ha gustado como actriz, siento que actualmente muchas cosas en ella han cambiado y hay algunas con las que no concuerdo, pero dejo de lado eso para decir que me parece que hizo un trabajo muy bueno y que las incomodidades que existieron no se percibieron en ningún momento. Tampoco en su trato con Cristián, pues sus escenas juntos resultaban ágiles y agradables de ver. El tema de si Cristián tenía más química con Silvia, va por gustos. En mi opinión Cristián tuvo química con ambas, de distinta manera. Pero claro, mi punto es que esta supuesta nulidad de química entre Cristián y Karyme era falsa, a mí sí me pareció una buena pareja. Ya había visto su anterior telenovela para Venevisión y es claro que las cosas entre ellos no eran iguales que en ese entonces, pero aún así nos regalaron unos Max y Amaya muy creíbles y lindos.
Repito, todo se armó por toda la polémica desatada por la negativa de Karyme a ciertas escenas íntimas y por la gran repercusión que tuvo en las fanáticas de Amor Bravío la pareja entre Silvia y Cristián, lo cual las marcó de una forma especial y desean seguir viéndolos juntos. Yo lo veo diferente, me saco lo mucho que me gustaron los personajes entrañables de Camila y Daniel en Amor Bravío para poder apreciar a otra linda pareja interpretada por Karyme y Cristián. Lo bueno es que Martha Carrillo y Cristina García fueron coherentes con la historia y pudieron razonar al no hacer caso a la petición de estas chiquitas por un final entre Max y Constanza, algo verdaderamente absurdo.
Por su parte, Cristián de la Fuente me encanta como galán personalmente. Creo que si bien como actor no es perfecto, encanta con su chispa, galanura y sus ganas de hacer las cosas bien. Para mí es actualmente uno de los mejores protagonistas que tiene Televisa. Aporta cosas novedosas y te hace creer que se encuentra perdidamente enamorado, en fin.
No obstante, hay que destacar, por su puesto, el magnífico y estupendo trabajo del señor Flavio Medina como César Montesinos. Es para aplaudirle de pie por este increíble personaje. Flavio es brutal, es una máquina, talentosísimo. Me encantó la parte en la que pusiste que logra hacer creíble un villano, lo cual es sumamente difícil. Cada reacción de César, cada palabra, expresión, que se ponga a tomar fotos, cosas inesperadas, es decir, Flavio logró darle toques únicos a su personaje, algo que no hace cualquiera. Si bien todos fueron excelentes, él es mejor de todos. Me atrevo a decir que es de los mejores, si no el mejor, villano de los últimos tiempos.
En conclusión, se trata de una buena telenovela en general, me gustó mucho y la recomiendo de verdad. Tampoco entenderé el desprestigio de la misma. Como se diría en inglés, una historia muy underrated.
¡Saludos!
Fatima