OPINIÓN: Telemundo y su experiencia con las telenovelas 'futuristas'

Telemundo es la productora de telenovelas de la que más historias he visto, seguida a poca distancia de Televisa y Azteca. Si algo me ha llamado siempre la atención de Telemundo es la capacidad que tienen sus directivos de buscar historias nuevas, tratando siempre de hacer pequeñas innovaciones en el género.

Un ejemplo de esto que les cuento es un par de historias (‘telenovelas futuristas’, como yo las llamo), que emitieron, de forma consecutiva, hace ya tres años.

La primera de esas historias fue “El Clon”, remake de la exitosa telenovela brasiñela “O clone”. Telemundo tenía ganas a esta historia que, en el año 2000, se convirtió en un auténtico fenómeno de audiencia, tanto en Brasil como en numerosos países de América y Europa, subtitulándose o doblándose a multitud de lenguas.

Los preparativos de “El Clon” comenzaron en 2009. De un principio se comentó que Christian Meier iba a ser el protagonista, pero al final el papel fue para Mauricio Ochmann. La protagonista también fue cambiada (afortunadamente), pasando el papel de Génesis Rodríguez a Sandra Echeverría.

Para quienes no sepan de qué va, y dado que no quiero extenderme, les dejo en este link una pequeña sinopsis de esta historia que mezcla temas tan distintos como la clonación, el Islam o las drogas, entre otros. 

El caso es que en 2010 la historia fue estrenada en Estados Unidos, donde, como era de esperar, funcionó bastante bien y rápidamente se vendió a numerosos países, con notable éxito en México y en España (se despidió con una media de dos millones de espectadores y un 19% de cuota de pantalla). ¿El secreto del éxito? La historia. Si bien era un ‘remake’, era un ‘remake’ en el que participaba Gloria Pérez, autora de la original, y eso se notó. Telemundo la presentó como la telenovela más cara de la historia y no era para menos, ya que los primeros capítulos se rodaron en Marruecos y Miami y tuvieron que construir una ciudad marroquí en plena Colombia. Acertaron con la música, con el vestuario, con parte del elenco (la química entre los protagonistas era bestial)… con casi todo. Quizás se pasaron con el tema de las drogas, que ocupa también buena parte de la telenovela a través de distintos personajes, pero por lo general, estuvo muy bien y ello se reflejó en el éxito de esta telenovela, que contó con 182 capítulos de cuarenta y cinco minutos.

Viendo que “El Clon” había funcionado muy bien, Telemundo se lanzó a producir, para sustituirla en Estados Unidos, una telenovela que llevaba por título “Aurora” y que cuenta la historia de una joven que, al morir, es congelada por su padre, un prestigioso científico especializado en la criogenia, para ser revivida veinte años después (sinopsis completa, aquí).

La historia pintaba bien, ambientada en Nueva York, con un tema central potente como la criogenia. ¿Cómo le fue? Se estrenó bastante bien en Estados Unidos, sin embargo, con el avanzar de la trama, la historia se echó a perder. Cuando Aurora es ‘descongelada’ intenta encontrar a su antiguo amor, Lorenzo, pero por el camino se cruza con Martín, el hijo de este, y se enamora, mantienen un romance, él le canta… Sin embargo, con el fin de ganar audiencia, los guionistas (liderados por Marcela Citterio, que la vendió como historia original pese a que se asemejaba mucho a una telenovela china) decidieron arrimarla a Lorenzo inventándose que una mala malísima que trabajaba en la clínica de criogenización la estaba hipnotizando para que se fuese con Martín. Mientras que en “El Clon” solo se clonaba a una persona y se mantenía ese avance científico en secreto casi hasta el final, aquí el volver a traer a la vida a Aurora se hace público al poco de ocurrir y los periodistas se dedican a molestarla durante toda la historia. Por si fuera poco en la clínica de criogenización están todo el día congelando y descongelando gente (e incluso perros). ¿Pretenden que nos tomemos en serio esto? Si hubiera estado ambientada en el año 2030, igual colaba, pero es que encima la telenovela estaba ambientada en el año 2010.

El fracaso fue más que evidente y la audiencia no fue la única en abandonar la telenovela, ya que Sara Maldonado, la protagonista, se fue a falta de treinta capítulos para el final. ¿Qué hizo Marcela Citterio? Matarla justo cuando había logrado ser feliz con Lorenzo y darle una hija. Eso sí, para que no quedase mal la historia, se sacó de la manga que el corazón de Aurora había sido trasplantado a Ángela, una abogada de la que se enamora Lorenzo posteriormente.

Debo reconocer que me entusiasmó la historia, pero conforme avanzó fue perdiendo interés, y me negué a seguir viéndola después de la muerte de la protagonista.

Se vendió bien (quizás por el sello Telemundo), pero insisto, no era la gran cosa. Estaba ambientada en Nueva York, pero se rodaba, como muchas otras, con unos decorados acartonados ubicados en los estudios de Telemundo Miami. Lo único bueno quizás fue la actuación de Jorge Luis Pila (Lorenzo) y Aylín Mújica (Vanessa). El resto, pa olvidar.

Dos ‘telenovelas futuristas’ o ‘científicas’. Una funcionó. La otra no. ¿Qué las diferenciaba? El buen guión y los buenos escenarios de una y el pésimo guión y los decorados acartonados de la otra. El fracaso de “Aurora” posiblemente hizo que Telemundo cerrase las puertas a esta rama de telenovelas, pero creo que aún están a tiempo de seguir por esa vía, siempre que apuesten por un guión sólido y un tema futurista, más que científico, aparte de una ambientación también futurista (en época futura, vamos).

A mí, al menos, me gustaría que así fuera.