Llamadme
anti-patriótico si queréis, pero una de las reglas esenciales que sigo a la
hora de decidirme enganchar a una telenovela es la de no engancharme nunca a
una telenovela española. ¿Por qué? Ahora mismo se lo explico…
Tras
el ‘boom’ de las telenovelas latinas de los años 90, todas las cadenas, sin
excepción, apostaron por hacer sus propias telenovelas (llamándolas, eso sí,
‘series diarias’) y tuvieron, en su mayoría, gran aceptación.
Viendo el éxito de las telenovelas latinas y de
un par de series diarias que Telecinco había realizado con éxito anteriormente,
TVE decidió en 1996 apostar por “Calle
Nueva”, una telenovela que partía de la llegada a la calle, ubicada en un
barrio humilde, de Lucía (Patricia Adriani), una mujer madre de familia y
tocada por la desgracia personal por la detención de su marido Esteban. La
telenovela no solo se centraba en la historia de Lucía, sino también en la del
resto de vecinos del barrio. Como era de esperar, funcionó y el argumento se alargó,
ganando más peso otros personajes como Susana (Remedios Cervantes). La
telenovela estuvo en antena casi tres años y echó el cierre con 560 capítulos
emitidos.
*Mariano Alameda y Mónica Estarreado, en "La Verdad de Laura" |
Tras ello TVE decidió apostar por la telenovela
española, pero dándole una vuelta de tuerca: optando por adaptar historias de
telenovelas latinoamericanas, pero en España. Así surgieron grandes éxitos como
“El secreto” (con Lola Forner y
Eduardo Capetillo), que era ‘remake’ de la mexicana “Retrato de familia”; “La
verdad de Laura” (con Mónica Estarreado y Mariano Alameda), ‘remake’ de “Cuna de lobos” y “Géminis, venganza de amor” (con Ana Turpin y Manuel San Martín),
‘remake’ de “La dama de rosa”. Todas
fueron un rotundo éxito. Eran historias bien contadas que tenían su
planteamiento, su nudo y su desenlace. No había apenas relleno y su duración
osciló entre los 129 capítulos de “La verdad de Laura” y los 195 de “El
Secreto”. Comentar también que en estas dos últimas participó Televisa
aportando actores, productores, técnicos…
En 2003 TVE continuó apostando por estas
historias, con final cerrado e inalargables, pero tomando esta vez guiones
originales de Susana Vélez y Lea Prieto. La fórmula funcionó con “Luna Negra” (protagonizada por Lorena
Bernal y Javier Estrada), que contó con 194 capítulos, pero no con “Obsesión”
(con Miguel de Miguel y Vanesa Cabezas), que con 165 capítulos fue cambiada
varias veces de horario por sus discretos resultados de audiencia.
Sin embargo TVE siguió apostando por historias de
no más de 200 capítulos y así surgió “Amar
en tiempos revueltos”, destinada a contar la historia de amor entre Antonio
(Rodolfo Sancho) y Andrea (Ana Turpin), ambientada entre los años 1936 y 1945
con la guerra y la posguerra como telón de fondo.
TVE no esperaba el éxito que tuvo y decidió
alargar la historia. Para ello solo se mantuvo el título y, a lo sumo, cinco o
seis personajes. El resto fue todo nuevo. Y así ocurría todos los años. En
verano “Amar en tiempos revueltos” se
renovaba, entraban personajes nuevos, se despedían los anteriores y se
cambiaban algunos decorados. Ello hacía que cada temporada de “Amar en tiempos revueltos” fuese
distinta de las anteriores y que cada una de ellas pudiera ser valorada como
una telenovela en sí misma. La serie estuvo siete años en antena, con 1.716
capítulos emitidos.
Se acabó en 2012 no por falta de audiencia (era
de lo más visto en la televisión a nivel nacional), sino por una decisión
política del gobierno de Rajoy, que la vio como un ‘gasto’ que TVE no se podía
permitir (esa fue la explicación oficial).
*Elenco de la última etapa de "Amar en tiempos revueltos". |
Antes, en 2008, TVE trató de reemplazar a la
novela latina de turno con otra telenovela original, basada en la historia de
unos vecinos que lo pierden todo tras una explosión de gas acontecida en su edificio.
Titulada “El porvenir es largo”, y
con Silvia Marsó encabezando el elenco, TVE tenía en mente que fuese una serie
diaria pero el éxito que tanto “Marina”
como “Victoria” cosechaban en las
tardes ocasionó que la cadena rectificase y la reubicase en las noches de los
sábados, donde desapareció con solo tres capítulos emitidos.
Acabar con “Amar
en tiempos revueltos” ocasionó que TVE viera hundidas sus tardes y obligó a
la cadena a buscar una solución. Pareció encontrarla con “Gran reserva: el origen”, precuela de “Gran reserva”, una exitosa serie que TVE emitía en horario de
máxima audiencia y que narraba la historia de dos familias dedicadas a negocios
vitivinícolas enfrentadas entre sí. La precuela se iba a desarrollar en los
años sesenta. Pintaba bien ya que contaba con un elenco de primera y el éxito
de “Gran reserva”. Sin embargo “Gran reserva: el origen” no funcionó y
acabó su vida con solo 82 capítulos emitidos.
Ahora tienen el reto de encontrar algo que les
funcione, aunque la cosa está complicada por una sencilla razón: TVE dejó
escapar a la gallina de los huevos de oro que era “Amar en tiempos revueltos”.
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