A
bombo y platillo se anunció, hace ya un año, el estreno de “Amores verdaderos”, la entonces nueva telenovela del horario
estelar de Televisa, enésima versión de “Amor
en custodia”. A España llegó tan solo un mes después de su estreno en
México de la mano de TVE, avalada del éxito que tuvo “Destilando amor”, otra producción de Nicandro Díaz con Eduardo
Yáñez como protagonista.
SIPNOSIS y TRÁILER:
Victoria
Balvanera (Erika Buenfil) es Directora Creativa de MetaImagen Internacional, la
agencia de publicidad más importante del país.
El
ser una mujer tan exitosa le ha traído como consecuencia ser blanco de
atentados y es durante un suceso de estos que conoce a José Ángel
Arriaga (Eduardo
Yáñez), un hombre del campo, sencillo, quien
acude a la hacienda de los Balvanera a solicitar el trabajo de capataz cuando
un comando de criminales irrumpe en la propiedad con el fin de secuestrarla.
Por sus conocimientos de aikido, Arriaga logra salvar a Victoria, dándose entre ellos un encuentro por
demás emotivo por las en las circunstancias en las que ocurre.
Victoria está casada con Nelson
Brizz (Guillermo Capetillo), gerente de comercialización de la
agencia de publicidad.
Nelson conoce a la bella top-model Kendra Ferreti (Marjorie
de Sousa) e
inicia un romance con ella.
Nikki (Eiza González), la hija de Victoria y Nelson, es una joven consentida, caprichosa
y voluble, pero también padece un gran sufrimiento interno que manifiesta a
través de la bulimia, pues a pesar de poseer materialmente todo, se siente
abandonada por sus padres, quienes todo el tiempo están trabajando.
Victoria se preocupa también por la seguridad
de su hija y contrata a Francisco
Guzmán (Sebastián
Rulli) como escolta de Nikki.
Ella inicialmente, lo rechaza, pero conforme pasa el tiempo se va enamorando de
él.
Liliana (Sherlyn), la hija de Arriaga,
llega a trabajar a la mansión de los Balvanera y se enamora perdidamente de Guzmán, lo que provoca grandes
enfrentamientos con Nikki por
el amor del escolta.
Victoria y José Ángel luchan todo el tiempo por no
demostrarse su amor, pues ambos son casados. Nikki y Liliana pelearán por el amor de Guzmán. Muchos otros personajes acompañan a
nuestros protagonistas en esta fascinante historia, donde todos tratan de
encontrar sus “Amores Verdaderos”.
DATOS:
182
capítulos de 45 minutos. México (Televisa). 2012-2013. Productor: Nicandro
Díaz.
PERSONAJES y ACTORES:
“Amores verdaderos” supuso para mí el descubrimiento de
una actriz a la que solo recordaba por su trabajo en “Mar de amor”: Erika Buenfil.
Erika
Buenfil se luce como Victoria Balvanera, un personaje de edad próxima a la de
la actriz, con el que se le veía realmente a gusto. Erika ha disfrutado de
Victoria Balvanera, su primer protagónico después de diez años haciendo papeles
secundarios de poco peso, como el que desempeñó en “Triunfo del amor” o la antes mencionada “Mar de amor”. Se podría decir que Erika Buenfil ha ‘renacido’ como
protagonista gracias a esta historia.
Su
compañero, Eduardo Yáñez, se mete en la piel de Arriaga con acierto, aunque sí
que se nota la diferencia de diez años de edad entre actor y personaje. Yáñez
no daba el perfil exacto para el papel, pero no obstante cumple y se esfuerza
en dar lo mejor de sí (es un actor que se entrega y vive las historias de sus
personajes). La química con Erika es muy buena, especialmente en la última
etapa de la historia.
Eiza
y Sebastián son la pareja que más me ha gustado de esta historia. Han tenido de
todo, desde la tensión sexual no resuelta de un principio, hasta la decepción
posterior (SPOILER, cuando ella se casa con el tenista Roy Pavía), y la nueva
vida en común que inician tiempo después. Eiza tarda un poco en entender a
Nikki Brizz, una niña pija, malcriada, pero lo consigue al tiempo de sus
primeros acercamientos con Francisco Guzmán (Rulli). También consigue, a través
de su personaje, transmitir un buen mensaje acerca de la bulimia, que quizás
sea lo más importante.
A
Sebastián Rulli lo veo actuando de una manera muy natural, como hacía tiempo
que no lo veía, y pese a que es algo mayor que el personaje el look y el
entrenamiento al que tuvo que someterse para interpretar al escolta hacen que
apenas se note esa diferencia de edad.
*El elenco, casi al completo durante la presentación de la historia. |
Guillermo
Capetillo resulta un poco ‘pesado’ como Nelson Brizz. Yo creo que no es hasta
el final de la historia cuando logra hacerse con el personaje y entender sus
motivaciones, que más bien son pocas. Pensé y pienso que Arturo Peniche hubiera
quedado mejor como Nelson Brizz que Guillermo Capetillo, que se le ve
acartonado en muchas ocasiones (y con pinganillo en la oreja en otras muchas).
Marjorie
de Sousa está bien en el papel de una villana clásica, de villana loca de las
que hemos visto cientos de veces, que solo hace lo que hace por fastidiar
(aunque haya ese pretexto de querer quedarse con la fortuna y la empresa de los Balvanera no deja de ser
una estupidez, ya que Nelson no es un Balvanera y únicamente tenía una participación
en la empresa de los Balvanera). Kendra Ferreti, que es como se llama su
personaje, es el reflejo del más que trillado personaje de villana loca, sin
sentimientos, que se embaraza para retener al millonario a su lado, al que no
ama y que lo hace únicamente por dinero.
Otro
que no me ha convencido ha sido Francisco Gattorno… Su personaje era un tanto
extraño, un escolta que es aliado y amante de la Ferreti pero que en sus ratos
libres es un apasionado de la salsa (de ahí que le llamen ‘Salsero’) y que se
redime de sus pecados al conocer a Beatriz (Susana González), hermana de
Francisco Guzmán (Rulli). Gattorno se ve muy exagerado y le cuesta en ocasiones
contener su acento cubano. Llevaba sin verlo desde “La viuda de Blanco”, donde había estado bastante bien, pero aquí
no me ha gustado.
Tampoco
me ha gustado especialmente Sherlyn interpretando a Liliana Arriaga. Su edad es
mayor que la de su personaje y para mí ya no da el perfil de muchachita joven,
virgen e ingenua. Quizás lo mejor de este personaje venga a partir de SPOILER
la muerte de su madre.
*Natalia Esperón tiene un gran personaje en la historia. |
Me
ha encantado reencontrar en esta historia a Natalia Esperón, una de mis
actrices favoritas que llevaba desde 2009, cuando grabó “En nombre del amor”, alejada del medio, con un personaje tan
sufrido como Adriana Balvanera, a la que su propio padre le robó una hija al
nacer y que se pasa toda la telenovela tratando de encontrarla. Natalia es una
actriz enorme y ojalá no tarde otros cuatro años en volver al género y ojalá
también que cuando lo haga lo haga por la puerta grande: con un protagónico.
Otras
mujeres sufridas han sido Beatriz Guzmán (magistralmente interpretada por
Susana González) y Candelaria Corona (interpretada por Ana Martín, que se mete
en la piel de una mujer torturada por un terrible secreto que guarda en
relación a la que es su nieta).
Otros
actores que al menos para mí han dado con creces la talla son Lilia Aragón
(interpretando a la vieja amargada de Odette Longoria), Enrique Rocha (con su
papel del mafioso Aníbal Balvanera), Mónika Sánchez (interpretando a la celosa
esposa de Arriaga) y Silvia Manríquez (en la piel de la sufrida Paula, que por
cierto, me encantó el final de este personaje).
Los
sirvientes de la casa Balvanera también merecen un par de líneas ya que todos
ellos han cumplido con su principal papel: entretener y hacer reír al
espectador. Raquel Morell ha logrado que los espectadores se interesasen por el
horóscopo chino a través de Tomasina; Rubén Branco (Jean Marie) ha sido un
personaje que nos ha hecho reír con sus divertidas ocurrencias y que nos ha
hecho ver que los sueños se cumplen y Polita (interpretada por Michelle
Rodríguez) ha hecho ver al espectador que la belleza interior es más importante
que la exterior.
TRAMAS:
He
aquí el punto donde, en mi opinión, falla la telenovela. Tanto en la original
como en cualquiera de las versiones anteriores de “Amor en custodia” el ‘enamoramiento’ de los guardaespaldas con sus
protegidas se da muchos capítulos antes que en “Amores verdaderos”. En “Amores
verdaderos” Arriaga y Victoria no se dan el primer beso hasta el capítulo
106 o 107 (en una escena preciosa en una estación de autobuses) y no hacen el
amor por primera vez hasta el capítulo 143. Todo lo anterior es, en su mayoría,
relleno. Hasta el capítulo en el que se besan por primera vez, lo único que hay
entre Arriaga y Victoria es un conjunto de situaciones de acción y algunas de
humor que tienen por fondo una tensión sexual no resuelta, porque ambos están
casados. El amor tarda muuuuuuuuuucho en surgir entre ellos dos y su historia llega
a aburrir en ciertos momentos (claro, que SPOILER después de la primera vez que
hacen el amor, todo es sexo y besitos hasta que ella descubre que está
embarazada).
*Erika y Eduardo / Eiza y Sebastián. |
La
otra pareja, la de Nikki y Guzmán, vive una historia distinta en la que el amor
surge antes que en la historia anterior, con cierta tensión sexual no resuelta
que va dando lugar a besos y diversas situaciones románticas entre la pareja
hasta que SPOILER ella se casa con Roy, un antiguo novio que solo la quiere por
su dinero. Sin embargo el amor entre Nikki y Guzmán (que mantienen relaciones
sexuales por primera vez al término de la boda de ella con Roy) va más allá y
pese a que permanecen distanciados durante unos meses (ella se va con su
marido, que es tenista, de gira por Estados Unidos y Canadá y él se va de
México), es a la vuelta cuando comienza a funcionar la relación entre Francisco
y Nicole.
El
resto de tramas nos muestran a Kendra Ferreti armando maldades todo el rato,
intentando sin éxito matar a Victoria en numerosas ocasiones y matando a otras
personas (SPOILER entre ellas a Cristina, la mujer de Arriaga) con más acierto
con el único propósito que guía su vida: amarrar a Nelson Brizz y quedarse con
la fortuna de los Balvanera, que vuelvo a decir, es un propósito completamente
estúpido.
Vuelvo
a repetir que no me ha disgustado la trama de Adriana Balvanera (Natalia
Esperón) y el tratar de encontrar a su hija, pese a que a veces podía resultar
pesada. Igualmente me encantaron su relación con Liliana Arriaga (Sherlyn) y su
reencuentro con Vicente Celorio (Marcelo Córdoba), padre de su hija y su amor
de juventud.
Sobre
las tramas secundarias está realmente bien el mensaje que transmite Beatriz a
las mujeres maltratadas, así como las conversaciones que mantiene con Paula, su
madre.
Por
otra parte, desde mi punto de vista sobraban numerosas tramas secundarias que
no hacían sino que ‘rellenar’ la historia. Una de ellas es la de Joan Constantín
(un afamado cineasta que fue novio de
juventud de Victoria, bien interpretado por Lisardo), que no cumple ninguna
función en la historia: ni llega a rodar la película que iba a rodar cuando
aparece en la historia; ni reconquista a Victoria (menos mal); ni se queda con
Adriana. Únicamente sirve SPOILER para dejar embarazada a Adriana, y ahí se queda el personaje.
Por
último el final me ha parecido muy concentrado. Pasan muchas cosas en muy poco tiempo (SPOILER): el intento de boda entre Aníbal y Candelaria, el
descubrimiento de que Liliana es la hija de Adriana, el que Arriaga se queda
ciego de la impresión (sí, aunque suene estúpido, es cierto) la muerte de
Nelson en un espectacular accidente muy bien rodado, el nacimiento del primer
hijo de Arriaga y Victoria… y una serie de hechos que en vez de haberse
resuelto a lo largo de la historia se dejaron para el final (que en México
equivalió a tres capítulos).
*Los protagonistas. |
En
las tramas hay mucho embrollo, propio de las historias de Marcela Citterio: se
descubren unos cuantos que no son hijos de sus padres, sino de otros; hermanas
que no se sabía que existían… y todo parece excesivamente casual (como que la
mujer de Arriaga sea en realidad hermana de Victoria Balvanera, y haya criado,
sin saberlo, a la hija de Adriana Balvanera, su otra hermana).
SPOILER
También hay cosas irreales e increíbles como el ‘veneno del animalito marino’
que usa Kendra para matar a algunas de sus víctimas y que con solo tocarles la
piel les ocasiona un infarto (jajajajajajaja) o el hecho de que Victoria y
Arriaga decidan adoptar a la hija de Kendra, ya en el final, cuando sus padres
mueren (sí, Kendra se carga al marido de Victoria y a la mujer de Arriaga,
intenta matarlos no sé cuantas veces y ellos van, como tontos, y adoptan a su
hija para evitar que vaya al hospicio). Ya sé que esto es una telenovela y que
no hay que tomarse las cosas en serio pero es que esto ya es mucha fantasía…
MÁS COSAS:
Como
en toda producción de Televisa las locaciones son espectaculares, tanto en la
hacienda de Morelos como en los distintos lugares que los protagonistas visitan
a lo largo de la telenovela (Valle de Bravo, Monterrey, Nueva York…).
Los
decorados, siendo la telenovela estelar (que tiene el mayor presupuesto), están
muy logrados y da la impresión de que lo que nos muestran son casas y
departamentos reales.
*Marjorie se ve espectacular en cada escena. |
La
musicalización, para ser una telenovela de horario estelar, me ha parecido
poca. Tantos ‘amores’ de por medio y solo tres canciones ‘importantes’ para
acompañar las historias, eso sí, muy bien elegidas. El tema de entrada corre a
cargo de Alejandro Sanz; la canción de Victoria y Arriaga es interpretada por
Malú y la de Nikki y Guzmán es cantada por Eiza González y Marconi. Aparte de
estas tres canciones se escuchan muy ocasionalmente alguna otra, como la de
Salsero y Beatriz.
Debo
reconocer que me he reído muchísimas veces con las frases de Nikki Brizz del
tipo de “cómprate un bosque y piérdete en
él”; “abre una cuenta en el banco y
ahórrate tus comentarios” o “haz
click y minimízate”.
Me
ha gustado también que tocasen abiertamente el tema de la homosexualidad y
casaran a dos hombres (el cocinero de los Balvanera y el hijo de Odette
Longoria), ya que ha sido una muestra de aperturismo y modernidad en las
telenovelas de Televisa que pocas veces tocan esos temas.
Los
looks me disgustaron al principio: a Erika y a Adriana las hacían vestir con
ropas con las que se veían mayores de lo que son. Tanto con la una como con la
otra recapacitaron a tiempo. El look de Marjorie es espectacular en cualquiera
de los capítulos, con escotazos de impacto o pequeños bikinis que dejaban mucho
a la imaginación. ¡Qué mujerón!
Por
último comentar que he visto más pinganillos (auriculares dentro de la oreja)
en esta telenovela que en cualquier otra que haya visto antes. Vale que los
actores y actrices no se memoricen sus textos y se limiten a repetir en escena
lo que alguien les ‘chiva’, pero, por favor, que no dejen que el espectador se
entere, que queda muy feo.
Lo
que también quedó horrible fue el hecho de que Erika se ausentó (por motivos
que nadie sabe) de las grabaciones durante unos días. Apenas salía en la
historia, y cuando lo hacía, lo hacía delante de un croma en el que se
proyectaba una cascada, contando que se había ido allí a relajarse. ¿En serio
una telenovela con tanto presupuesto, la más vista y querida de México en el
momento de emisión, osa hacer eso? ¿No hubiera valido más mandar a Erika a un
spa y rodar unas escenas? Ellos sabrán.
En
resumen, una telenovela larga, de desarrollo más bien lento hasta el capítulo
110 (luego ya coge ‘carrerilla’) que no aporta mucho al género. Únicamente
merece la pena verla por un motivo: las ‘réentres’
de Erika Buenfil (como protagonista después de muchos años en roles secundarios) y de Natalia Esperón (tras cuatro años alejada del género) .
Espero y deseo que vengan muchos más proyectos como protagonistas para ambas.
-PUNTUACIÓN
FINAL: 7-
Comentarios
un saludo!!