CRÍTICA: "El Señor de los Cielos" (T1) (Telemundo, Argos y Caracol, 2013)

No sé por qué, pero desde hacía mucho tiempo tenía ganas de ver “El Señor de los Cielos”, una historia original, basada en hechos reales, más en concreto, en la vida del poderoso narcotraficante mexicano Amado Carrillo Fuentes. Atraído por el elenco y el ‘morbo’ de adentrarme en un subgénero desconocido para mí –la narconovela- me puse a ello a principios de mayo.

SINOPSIS y PERSONAJES:
“El Señor de los Cielos” es la historia de un hombre que de la nada pasó a convertirse en uno de los más poderosos del mundo.
*Logotipo de la producción.
El poderoso y ahora 'Señor de los Cielos', Aurelio Casillas (Rafael Amaya) se rodea de lujos, subordinados y mujeres. Sin embargo es Ximena Letrán (Ximena Herrera), la mujer de su vida y madre de sus hijos, quien ocupa el sitio de la reina de su corazón. Ximena es una hermosa joven que siempre vivió en el mundo del narcotráfico pues es la hija de un narco. Con tan solo 15 años conoció a Aurelio y se enamoró perdidamente de él.
El capo mexicano no está solo y como aliados tiene a la familia de narcotraficantes apellidados Robles. En el "cartel de los Robles", la bellísima hermana Mónica Robles (Fernanda Castillo) maneja las finanzas de los negocios desarrollados por sus dos hermanos. Es una mujer fría, cuyo único punto débil es su amor secreto por Aurelio Casillas.
Del lado de la justicia, Marco Mejía (Gabriel Porras), un policía que perdió a su padre de manos de los narcos está dispuesto a cobrar justicia y persegue los pasos de los carteles. Su novia, Eugenia Casas (Angélica Celaya), es un bella periodista, inteligente, aguerrida que enfrenta a los narcos desde los micrófonos.
Todos se entrelazan en una fría guerra que se traducirá en sangre y muchas vidas perdidas.

DATOS y TRAILER:
74 capítulos de 45 minutos. Coproducción entre EEUU, México y Colombia (Telemundo, Argos y Caracol, respectivamente). Productora: Graciela Ugalde.

PERSONAJES y ACTUACIONES:
El elenco es uno de los puntos fuertes de esta producción.
*Rafael Amaya y Ximena Herrera (Aurelio y Ximena).
Empezando por Rafael Amaya, me ha gustado cómo ha sabido llevar a Aurelio, tanto en su primera etapa (en la que es solo un narcotraficante poderoso) como en la segunda (cuando además de lo anterior se convierte en un psicópata). Le ha quedado un personaje natural, con el que incluso llegué a empatizar durante una buena parte de la historia (algo que pensé que no ocurriría, dada la temática). En escena no vemos a Rafael, sino a Aurelio. Es un actor que ha demostrado una vez más ser muy versátil, llevando el peso de la historia y convirtiéndose en un personaje para el cual yo no imagino, después de haberlo visto a él, a otro actor.
Ximena Herrera también me ha gustado, aunque su personaje es más bien sosillo y su única preocupación es mantener más o menos la familia unida y que sus hijos se alejen del peligroso mundo del narcotráfico. La química con Rafael es nula, básicamente porque las escenas de amor entre ellos son muy pocas en la historia, pese a ser marido y mujer en la trama. Eso sí, destacaría de Ximena la elegancia, el porte, esa sensualidad que destila, y otra cosa que comentaré más tarde.
Con quien sí tiene (y mucha) química Aurelio Casillas es con Mónica Robles, su amante y enemiga ocasional. Mónica es interpretada por Fernanda Castillo, en un personaje completamente distinto a lo que nos tenía acostumbrados: una narcotraficante poderosa pero sumamente elegante y muy bien educada, que encima está un poco trastornada. Es una villana muy sutil, obsesionada con sus negocios y con Aurelio, al que ama profundamente (y puede que él a ella también). Lo dicho, soberbia Fernanda Castillo. Ha demostrado que es una actriz tremenda con este personaje, que la ha sacado de la zona de ‘confort’ en la que la tenía Televisa desde hacía años.
*Fernanda Castillo es Mónica Robles.
Siguiendo con más malos, nos encontramos con Milton Jiménez, “El Cabo”, un narco colombiano interpretado por Robinson Díaz. Es un narco, sí, es malo, también, pero tiene un toque de humor, de ironía, que ningún otro personaje tiene. No conocía a Robinson, pero he disfrutado mucho con su personaje, especialmente en las escenas con sus ‘mamacitas’. Quien no me ha gustado nada ha sido su compañero, “El Tijeras”. Un personaje muy soso.
Muy bien también para Raúl Méndez, que interpreta a Víctor Casillas, el hermano de Aurelio, metiéndose en la piel de un narcotraficante experto francotirador que Raúl ha sabido llevar con mucha naturalidad, haciendo un personaje muy creíble.
Su esposa en la historia es Matilde (Sara Corrales), una colombiana de dudosa reputación que sueña con ser cantante pese a no tener dotes para ello. Es un personaje con varias caras, vengativa a la par de sincera, cruel a la par de amable. Sara no me ha defraudado, aunque sí que en los primeros capítulos tenía un acento que más que colombiano parecía argentino (estaba muy marcado) y se la veía algo sobreactuada, pero, ya digo, en los primeros capítulos.
Sara también ha servido para hacer notar a Ruy Senderos, que interpreta a Heriberto Casillas, el hijo de Aurelio, un personaje que evoluciona conforme su padre le va permitiendo adentrarse en sus negocios. Al principio me parecía un personaje flojo, pero mejora conforme la trama avanza, al igual que la interpretación que de él hace Ruy.
*Arturo Barba es Alí Benjumea, "El Turco".
Sin embargo, en todo este lío de malos, hay muchos más personajes, entre ellos “El Turco”, interpretado magistralmente por Arturo Barba. Es el personaje que principalmente pone la guinda romántica a la narconovela con su amor imposible hacia la mujer de su jefe: Ximena. Con ternura y paciencia logra conquistarla (o al menos que ella le coja cariño) e iniciar una nueva vida con ella y sus hijos, lejos de la maldad de Aurelio. No obstante, me ha defraudado su actitud en el último capítulo de la temporada. Habrá que ver qué ocurre con él en la segunda temporada.
Junto a los malos están los corruptos, que se reducen esencialmente a dos: Jiménez Arroyo (Juan Ríos) y Ramiro Silva de la Garza (Juan Ignacio Aranda). No sabría con cuál de los dos quedarme ya que me han gustado mucho los dos, grandes actores interpretando grandes personajes.
En el lado de los buenos nos encontramos esencialmente a dos personajes. En primer lugar, Leonor (Carmen Villalobos), una policía colombiana que se traslada a México a trabajar contra el narcotráfico. Debo decir que por fin Telemundo le ha dado un papel de mujer hecha y derecha a Carmen y la han dejado de interpretar a adolescentes o jovenzuelas. Ha demostrado con creces que vale para este papel. Su compañero de trabajo es Mauricio Mejía (Gabriel Porras), un policía mexicano cuyo padre fue asesinado por Casillas y que tiene como objetivo en la vida acabar con él. También Porras se extrapoló a un personaje distinto a los habituales en él, con un buen resultado. Excepcional la química entre Leonor y Mejía, también hay que decirlo.
*Gabriel Porras (Marco) y Carmen Villalobos (Leonor).
Entre ellos está Eugenia (Angélica Celaya), una periodista seria, novia de Marco Mejía, que por publicar ciertas cosas sobre Aurelio acaba de mala manera. El personaje es interesante y Angélica no defrauda, pero, ¿cuándo llegará la hora de que Telemundo le dé un personaje protagonista o antagónico y la aparte de personajes secundarios? No lo entiendo con lo buena actriz que es…
Y quiero hacer unas últimas menciones positivas a Rodrigo Abed, que interpreta al Presidente de la República, César Silva de la Garza; Sophie Gomez, como la extraña Irina Borodin; y Lisa Owen, en la piel de Alba, la madre de los Casillas, que ya no sabe qué hacer con sus hijos.

TRAMAS:
La historia podría resumirse en algo así como “Las aventuras y desventuras de Aurelio Casillas”, eso sí, basándose más o menos en hechos reales. El punto de partida es algo confuso: detienen a Aurelio tras uno o dos capítulos trepidantes. Claro que lo que parece el fin de la historia no es sino el principio. Es a partir de ahí cuando, con ayuda de altos mandos, Aurelio escapa de la cárcel y llega a ser “El Señor de los Cielos” y a creerse una especie de Dios.
Aurelio se mete en decenas de embrollos, tanto con mujeres (a destacar, como he dicho, las tramas que lo unen a Mónica Robles e Irina Borodin) como con otros narcotraficantes (la guerrilla colombiana, “El Topo”, Óscar Cadenas, Chema Venegas…). Y mientras crece en los negocios decrece en lo personal, hasta tal punto de que, como comentaba, su esposa se acaba cansando de él e intenta escapar con sus dos hijas. A partir de ahí Aurelio chifla por completo y empieza a matar gente como loco, hasta el punto de matar a su suegro, que lo había criado como a un hijo. Este hecho hace que Ximena se decida a delatarlo a la policía, que acaba clasificándola como testigo protegido y dándole una nueva identidad y un trabajo en EEUU, donde acaba junto a “El Turco”, como les decía antes.
*Sara Corrales con Marco Méndez; Matilde y 'Chacorta'.
El final de Aurelio es parecido, que no igual, al de Amado: se opera el rostro y muere durante la operación. Amado logró salir vivo de la operación y murió horas después, tras aplicársele un ‘sedante’.
Son tramas entretenidas, por lo general, siempre que la historia se siga a un ritmo de más de un capítulo al día (yo veía tres) ya que sino entiendo que puedan hacerse pesadas.
En el resto de las tramas, destacar la de Heriberto-Matilde y Víctor (sobrino y tíos). Heriberto se acuesta con la mujer de su tío, Matilde, varias veces a lo largo de la trama, dentro del plan de ella de vengarse de Ximena, a la que odia tremendamente por haberle robado la atención de Aurelio. Tanto el peligroso triángulo sexual que se forma entre estos tres como las distintas situaciones a las que da lugar en la trama están muy pero que muy bien. Desconozco si esta especie de incesto también se basa en hechos reales.
Espectacular también la trama de la infiltración de Leonor en el rancho de los Casillas y cómo ello se desarrolla. También la trama amorosa que mantiene con Mejía es preciosa, aunque quizás le dan muchas vueltas, algunas justificadas y otras no, dado el pasado sentimental, o mejor dicho, sexual, de Leonor.
Se me hicieron pesadas las tramas de Óscar Cadenas y los suyos (tampoco soportaba al personaje) así como la que involucra a Roxana con los Robles, en concreto, con Guadalupe, el hermano de Mónica y la que une a “El Topo” con Cleto, el suegro de Aurelio.

MÁS COSAS:
En una narconovela algo vital son las escenas de acción y aquí tenemos a puñados. Son escenas muy logradas, con efectos especiales increíbles, que hacen ver que la producción hubo de tener un gran presupuesto, porque la calidad del producto, en lo que a imagen y técnica se refiere, es máxima. Aquí muere mucha gente (incluso un cardenal), hay varios atentados, varios cuerpos que aparecen en estado de descomposición… Cosas que no se ven en las telenovelas clásicas pero que en este subgénero de la narconovela sí y que aquí se presentan con gran realismo (recuerdo ahora mismo una escena en la que, con todo el realismo del mundo, Aurelio quita con unas tenazas las uñas de las manos de una de sus víctimas antes de matarla).
No obstante, los efectos especiales decaen en escenas muy concretas en las que el protagonista viaja en la cabina de un avión, y que se nota que están hechas ante un ‘chroma’.
*Parte del elenco durante la presentación.
La triple alianza Telemundo-Argos-Caracol deja también un buen producto en lo que a decorados se refiere. Nada se ve acartonado. Los interiores de las casas parecen de verdad, al igual que los de las haciendas. Las localizaciones también son muy buenas, especialmente los ranchos de Sinaloa donde transcurre buena parte de la historia.
Respecto de la música, poco que decir, porque no hay mucho de lo que hablar. Un par de corridos, elogiando al protagonista y poco más. Lo mismo respecto de los ‘soundtracks’. Sí que hay que valorar positivamente la intervención de Larry Hernández, que canta en plena boda de Aurelio, o la de La Arrolladora Banda del Limón, que hace lo propio durante la fiesta de aniversario de los Casillas.
Por último, hay una cosa que no entiendo y es la siguiente… Se supone que “El Señor de los Cielos” se emitía en Estados Unidos a las 10 de la noche… Entonces, ¿para qué censurar los tacos, las palabras mal sonantes que dicen los personajes? Se supone que en ese horario habrá pocos niños viendo la tele (aquí en España ya no es horario de protección infantil). Aunque parezca una bobada, el ‘censurar’, o mejor dicho, silenciar, esas palabras poco agradables hacen que se echen a perder las escenas. Si el horario no permite esos vocablos, que no se incluyan en los guiones, pero ya que los incluyen, que se escuchen y que no nos fastidien las escenas.

Resumiendo, una historia distinta, recomendable a aquel seguidor del género que quiera alejarse de las típicas historias rosas y adentrarse en un nuevo subgénero más parecido a una serie que a una telenovela, tal y como a mí me pasó. Habrá que ver qué nos depara la segunda temporada que empezaré a ver en breve.

-PUNTUACIÓN FINAL: 8,5-

Comentarios

Ivelisse0507@gmail.com ha dicho que…
Esos micrófonos que se ven en los vestidos ajustados no los he visto en las peores telenovelas. Es de.muy mal gusto ya que si se notan como te crees la trama. Es imposible sumergirte en ella.
Desconocido ha dicho que…
Esas no son narconocelas. Esas son sexo novelas xxx cien porciento qué vergüenza de esos canales de televisión
Anónimo ha dicho que…
Esta narco novela me decepcionó profundamente. Más que una historia de la vida de Amado Carrillo, se trata de una novela de ficción, donde Aurelio Casillas queda como el macho al cual ninguna mujer se resiste. Entiendo que en la 5ta temporada se enreda también con la colombiana Leonor Ballesteros, quien le hizo la vida imposible en las primeras temporadas (situación patética si es que llega a ser así).
El maquillaje es muy malo. En las escenas de sangre, el maquillaje de la sangre en los rostros y ropa de los personajes más parecen pinturas de acuarela de niños de primaria.
La carne que se traslada en la fuga del chemo Venegas, parecen ser de animales plásticos.
Escenas totalmente inverosímiles. El libretista ni siquiera compatibiliza escenas con distancias, ya que los aviones del señor de los cielos parecen ser supersónicos, por que cubren distancias en segundos. Apenas Casillas u otros avisan que viajarán a un lugar, inmediatamente aparecen en el lugar de destino.
Los personajes son todos telépatas, ya que adivinan exactamente lo que piensan los otros.
Lo mejor de lo que alcancé a ver (capítulo 60 de la 2Da temporada), son los actores y actrices Colombianas. Personajes muy creíbles.
Por todo lo anterior, dejé de ver esta novela.
No hay comparación con las novelas "El patrón del mal" , "el cartel de los sapos" y "En la boca del lobo". Todas de excelente realización.
Desde Chile, una crítica en buena onda.
Anónimo ha dicho que…
Se equivocaron en el regreso de Mónica Aurellio sale con el nuevo se cabello jajajaja
Unknown ha dicho que…
La mejor serie