No me preguntéis por qué, pero desde que supe que Lucero Suárez preparaba Monteverde tuve claro que tenía que verla. Y que quería verla tan pronto como se estrenase. Así lo hice y, muchos años después, volví a ver una telenovela al ritmo de emisión de su país de origen. Monteverde me acompañó así a mis segundas y últimas oposiciones y al comienzo de una nueva y bonita etapa en lo personal y en lo profesional. Quizás por eso siempre voy a guardar un bonito recuerdo de esta versión de la telenovela chilena Isla Paraíso.
¡ATENCIÓN! Esta crítica y sus comentarios contienen spoilers sobre la telenovela.
Monteverde es un pueblo particular. Desde hace algún tiempo, se encuentra habitado solo por hombres, tras la muerte de las mujeres del lugar y la negativa del mayor terrateniente del pueblo, Óscar León (Gabriel Soto) a contratar mujeres en su rancho.
Decidido a dar la vuelta a esta realidad y a impulsar el crecimiento demográfico del pueblo, el padre Gabriel (Alejandro Ibarra) urde la Operación Génesis en colaboración con la hermana Celeste (África Zavala), una religiosa de la Ciudad de México que ha convencido a un grupo de mujeres que buscan una nueva vida para empezar de cero en Monteverde.
Cuando todo está listo para la partida, al convento de la hermana Celeste llega su gemela, Carolina (África Zavala), que huye de la justicia tras verse implicada en un fraude cometido por su marido, Carlos (Marcelo Córdoba). Celeste urde entonces un plan: Carolina viajará a Monteverde haciéndose pasar por ella. Viajar convertida en monja a un pueblo alejado, sin cobertura telefónica ni de internet, les permitirá a Celeste y Carolina ganar tiempo y demostrar la inocencia de esta última. Lo que Carolina no imagina es que en Monteverde conocerá a Óscar, quien se convertirá en el amor de su vida. Como las otras mujeres de la Operación Génesis, Carolina descubrirá que es posible empezar una nueva vida, aunque, en su caso, sin perder de vista a la justicia.
México. Televisa, 2025
86 capítulos
·PRODUCTORA EJECUTIVA: Lucero Suárez.
·GUION: Lucero Suárez, Jimena Merodio, Yessica Cruz Luis Reynoso y Guillermo Orta, basado en Isla Paraíso, de Alejandro Cabrera.
·DIRECCIÓN: Víctor Soto, Adrián Frutos, Héctor Márquez y Jorge Robles.
Emitida en México entre el 16 de junio y el 12 de octubre de 2025.
PERSONAJES Y ACTUACIONES
De vez en cuando, el género nos brinda alguna telenovela como Monteverde, en la que el elenco está tan bien engranado que dan ganas de ser uno más de los vecinos de este peculiar pueblo.
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| África Zavala y Gabriel Soto son Carolina y Óscar |
Encabeza ese elenco una soberbia África Zavala, que se reivindica como protagonista de la mano de Carolina, una mujer dicharachera y valiente que no duda en hacerse pasar por su hermana para evitar que la justicia la aleje de su hijo. Como Carolina África está genial, pero no se queda atrás como Celeste, la hermana monja de la protagonista. Es impresionante cómo maneja ambos personajes, dándoles un montón de matices para diferenciarlas y lo bien que gestiona aquellas escenas en las que Celeste y Carolina comparten pantalla. Pocas veces he visto a un actor o actriz llevando una pareja de gemelos y haciéndolo tan bien como África. Sin duda alguna, uno de los mejores trabajos de la actriz. A su lado se encuentra Gabriel Soto, que interpreta a Óscar León, un personaje con el que Soto brilla y que parece haberle llegado en el momento idóneo de su carrera: después de innumerables protagónicos, Óscar León se erige como uno de los mejores personajes del actor. Soto entiende a Óscar y sus cambios de carácter, sin renunciar a lo humano del personaje. Está de diez y su química con África es excepcional.
Esta telenovela no cuenta con villanos ni villanas, sino con un puñado de personajes que, de una u otra manera, están ligados a Monteverde. Es el caso del padre Gabriel, el párroco del pueblo, al que da vida un sublime Alejandro Ibarra. No os podéis imaginar lo que uno disfruta viendo al padre Gabriel en acción, metido en todos los saraos y haciendo gala unas veces de su humanidad y otras de su picardía. Su contrapunto femenino es Gloria, una de las mujeres que llegan al pueblo, con la que el padre tiene distintos roces a lo largo de la trama. Cynthia Klitbo vuelve a demostrar con este personaje por qué es una grandísima actriz, capaz de marcarse una villana como la de Juego de mentiras o un personaje con tanta vis cómica como su Gloria. En ese rifirrafe continuo entre personajes media a menudo Manuel, el dueño del bar-tienda de Monteverde. Óscar Bonfiglio se ocupa de este tipo noble y bonachón, que se enamora perdidamente de Gloria. Es otro personaje al que es imposible no tomarle cariño. Grandísimo trabajo el de Óscar.
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| Ana Karen Parra y Aldo Guerra dan vida a Angelina y Juan David |
El padre Gabriel es el tío de Juan David, para mí el protagonista juvenil de la historia. Aldo Guerra se luce interpretando a este joven soñador y un pelín iluso, que halla el amor en una de las mujeres que llegan al pueblo, Angelina, la hija de Gloria, interpretada por Ana Karen Parra, y que es, en cierta forma, la versión femenina de Juan David. Los Pajaritos, como así se llaman entre ellos, son una pareja que rebosa ternura y humor, gracias al magnífico trabajo y la química que medió entre Aldo y Ana Karen.
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| Fernanda Urdapileta y Mario Morán son Lucía y Franco |
Angelina no es la única en encontrar el amor en Monteverde. Lucía y Rosalía hacen lo propio con Franco y Lucas, los hijos de Óscar León. Fernanda Urdapileta interpreta a la primera y Ara Saldívar a la segunda. La bonita amistad que surge entre Lucía y Rosalía es paralela a la que une a Franco y Lucas, que son amigos desde mucho antes de descubrir que son hermanos. Mario Morán y Manuel Riguezza dan vida a estos jóvenes. El trabajo de los cuatro es encomiable, aun cuando el guion no favorezca mucho a Franco y a Lucía, en una historia de amor que se pierde por derroteros. Lo contrario sucede con Rosalía y Lucas, pese a algunas idas y venidas.
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| Doris y Cárcamo; Juana y Hugo, dos de las otras parejas unidas por Monteverde |
Monteverde también hace surgir el amor entre otras dos parejas, las que conforman Juana y Hugo y Doris y Cárcamo. Juana cae en manos de Ximena Martínez, uno de los descubrimientos que me deja la telenovela. Su llegada al pueblo como la exempleada de Carolina, le permite conocer a Hugo, el nieto de Manuel, interpretado por otro descubrimiento: Christian Ramos. La química entre ambos es preciosa y su historia de amor tiene los tiempos perfectamente marcados. Lo mismo sucede con la de Doris, la mujer que conduce el autobús en el que llega el grupo, y Cárcamo, el cocinero del rancho de Óscar. Claudia Acosta y Archie Balardi derrochan química y ternura convertidos en Doris y Cárcamo.
Completan el grupo de mujeres Paulina y Trinidad, dos personajes con escaso recorrido en la telenovela, interpretadas por Fernanda Bernal y Marcela Guzmán.
El objetivo de la Operación Génesis es repoblar Monteverde, un pueblo en el que solo vive un niño, Moisés, adoptado por Óscar tras hallarlo en una cesta en la plaza del pueblo. Todo aplauso se queda corto para Rodrigo Álvarez. ¡Qué talento! No se queda atrás Mateo Juniel García, quien da vida a Andrés, el hijo de Carolina.
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| Ana Patricia Rojo y Arturo Carmona dan vida a Eva y Néstor |
Monteverde es un pueblo de idas y venidas, lo que permite que pasen por la telenovela distintos actores y actrices. Es el caso de Arturo Carmona y Ana Patricia Rojo, que interpretan a Néstor, el veterinario, y Eva, la exmujer de Óscar y amante de Néstor cuando estaba casada. Es curioso que se nos vendieron como villanos, pero su participación se limitó a menos de la mitad de la historia y en ningún momento armaron trastada alguna. Reconozco que me gustaban ambos personajes y que no entendí su marcha de Monteverde para no volver ni que tan siquiera mantuvieran contacto con sus más allegados, como explican alguna vez Franco y Rosalía.
Dentro de ese ir y venir de personajes destaca Carlos, el exmarido de Carolina, magistralmente interpretado por el siempre genial Marcelo Córdoba. Ligado a él también aparece y desaparece el detective Padilla, de quien se ocupa Eduardo Marban, y Sara, una mujer clave en los últimos capítulos, a la que da vida Gloria Sierra.
Más personajes que vienen y van son la madre Gustava, una delicia de personaje que cae en manos de la gran María Alicia Delgado, o Érika, la madre de Moisés, que llega en los últimos capítulos de la mano de Rocío Padilla y que es un personaje espectacular. Más irreverente se me ha antojado Julieta, la peruana que irrumpe en la vida de Franco, a la que da vida Paulette Hernández.
Episódicamente se dejan ver por la telenovela Sachi Tamashiro, convertida en una reclusa; Hugo Macías Macotela, con un pequeño cameo, o Estefanía Villarreal, que da vida a la hermana de Doris durante un par de capítulos.
2/2
TRAMAS
El éxito que tuvo Monteverde en su país de origen se debe, en gran medida, al espectro argumental en el que se mueve la telenovela. Se suele decir que muchas telenovelas son para toda la familia, pero pocas entran realmente en esa categoría. Y esta es una de esas pocas.
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| Celeste le entrega a Carolina un hábito para que se haga pasar por ella |
Monteverde no se complica con tramas de narcos, asesinatos o escenas sexuales gratuitas. No. Esta historia es una historia sencilla, que no tiene más pretensión que entretener y sacar una sonrisa. Para ello, se basa en un arco narrativo muy coral, articulado a partir de las gentes que habitan en el pueblo que le da nombre. Y a partir de ahí consigue la magia: que el espectador se quede para conocer qué les pasa a Carolina, Óscar, Gloria, Franco, Lucía, Juan David, Angelina…
Quienes buscan tramas románticas, tienen en los protagonistas una historia preciosa, que sortea con éxito uno de mis mayores miedos: que censurasen de algún modo a un protagonista enamorado de una monja, aunque esa mujer no sea realmente monja. Óscar habla abiertamente de sus sentimientos y Carolina, aun vestida de monja, hace lo propio, sin tabúes, sin reparos. Su historia de amor tiene, como muchas en el género, una etapa de separación que ambos saben solventar a la perfección.
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| El amor deCarolina transforma totalmente a Óscar |
El amor también guía con éxito a Gloria y a Manuel; a Juan David y a Angelina, a Rosalía y a Lucas; a Juanita y a Hugo, y a Doris y a Cárcamo. Todos con sus tramas reflejan historias de amor muy diversas, pero tiernas, de esas que cualquiera firmaría por vivir. Menos suerte tienen Franco y Lucía, para mí la pareja que peor llevada está. No es posible presentarlos como la pareja juvenil y separarlos poco después de que se conozcan, meter por ahí a Julieta, y, cuando todo parece estar a su favor, hacer que Lucía sea diagnosticada de cáncer. Es una forma terrible de cargarse una pareja que tenía muy buena pinta.
Las tramas amorosas y la vida en Monteverde se hallan envueltas en un halo cómico que invita al espectador a relajarse y sonreír. No es un humor tan bestia y surrealista como lo fue el de La vecina, también de Lucero Suárez, sino más controlado, más dosificado, pero que se agradece, y mucho, más en los tiempos que corren, en los que el humor parece condenado a desaparecer de la ficción. Dentro de ese humor me quedo con los dobles sentidos de algunos diálogos y con la inclusión del padre Cucho durante unos capítulos. ¡Qué hartazgo de reír tuve cada vez que salía a escena!
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| El padre Gabriel aporta una gran carga cómica a la historia |
En líneas generales, Monteverde es una telenovela con un buen ritmo narrativo. Tanto, que no se me hizo pesada en absoluto, aun siguiéndola al día. De hecho, y para los tiempos que corren, se me hizo hasta corta, aun cuando suma 86 capítulos. Es otro acierto de esta historia, en la que los acontecimientos transcurren sin prisa pero sin pausa. Sus únicos errores, son el que comentaba hace unas líneas: el desaprovechamiento de la pareja que formaban Franco y Lucía. Y si queréis, la salida tan abrupta de Néstor y Eva, con lo que podrían haber aportado más adelante. No lo consideraría error, pero me resultó forzado que Lucas resultase ser hijo de Óscar, habida cuenta de que, cuando lo concibió, Óscar acababa de ser abandonado por su esposa y se supone que fue algo que le marcó tan profundamente que nunca más quiso acercarse a una mujer.
En cualquier caso, el ritmo es bueno y marca un fluir de los acontecimientos bastante bueno. La telenovela se resuelve con un final que no es ni abierto ni cerrado y que incluye una sorprendente e inesperada muerte que, en cierto modo, le da cohesión al cierre. Desde que acabó en México, hace tres semanas, han sido varias las teorías en torno a una pregunta: ¿habrá segunda temporada? El tiempo dirá. Lo que sí que ha sido un poco extraño es que no terminó con la palabra fin y que se dejaron algunas cosas en el tintero. El tiempo dirá.
4,5/5
MÁS COSAS
Es impresionante el aumento de presupuesto que han experimentado las producciones de Lucero Suárez desde Te doy la vida. Se nota que hay más dinero y que se ha invertido en decorados, aunque sin renunciar a ese toque tan propio de la productora. En ese sentido, para Monteverde construyeron parte de un pueblo y el interior de la posada, de la casa del padre Gabriel, del rancho de Óscar León… Los exteriores enriquecen a los interiores, pues son también espectaculares, sobremanera el rancho del protagonista.
Aun así, cometieron un error en los últimos capítulos: grabar escenas en una localidad real que simulaba ser Monteverde, una localidad cargada de comercios y que contaba hasta con un centro de apoyo a la mujer… ¡en un pueblo sin mujeres hasta la llegada de la protagonista y su grupo femenino!
Más allá de la anécdota, Monteverde presenta una realización estupenda, con una fotografía y una iluminación de diez. La musicalización no se queda atrás, con un tema principal, Que se enteren de una vez, que es precioso y que suena aún mejor en la voz de Luis Ángel, El Flaco. Jorge Domínguez pone la voz al resto de la banda sonora, con temas como el Te llamo, te pido y te ruego, que arropa a Franco y a Lucía.
El vestuario aparece extremadamente cuidado y asociado a cada personaje. En el caso de la protagonista, lo han tenido fácil: el hábito acompaña a África en un 75-80% de sus escenas. Lo mismo cabe decir del padre Gabriel.
Cuidado también es el lenguaje. Decía hace unas líneas que esta sí era una telenovela familiar y ni una palabra malsonante se escucha en casi noventa capítulos. Sin duda alguna, poco habitual en los tiempos que corren.
3/3
Si buscáis una telenovela para entretenerte, que os saque unas cuantas sonrisas y que te haga olvidar y disfrutar, Monteverde es una interesante opción. Hace unos días leía un artículo de un conocido crítico de la televisión mexicana que apuntaba a Monteverde y Regalo de amor como las dos únicas propuestas salvables de Televisa en 2025. Su éxito en México la avala. Un elenco perfecto, unas tramas y un ritmo muy solventes y una realización de diez hace que se disfrute a lo grande de esta telenovela... y sí, que se la eche mucho de menos una vez se termina. ¡Larga vida a los monteverdenses!
PUNTUACIÓN FINAL: 9,5
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