Hoy, 30 de junio, llega a su fin la temporada televisiva 2021/2022. Como es habitual, en las próximas semanas dedicaré un par de entradas para valorar el rendimiento de estrenos y reposiciones. A esas dos, que son ya tradición en este blog, sumo una tercera, la que empezáis a leer, un homenaje a las telenovelas que cayeron en combate, que desaparecieron de la parrilla sin dejar rastro. Es muy triste sí, pero es un mal que esta temporada se ha cobrado dos víctimas y otras dos que casi estuvieron a punto de sufrir esta especie de ghosting televisivo.
La suerte de Loli
"Loli tu suerte llegará, tu vida está por comenzar", se canta en el tema principal de esta historia. Sin embargo, la suerte nunca le llegó en lo que a audiencias se refiere en su paso por Divinity. Preestrenada el 3 de marzo, arrancó con 297.000 espectadores y un 2,1% de cuota de pantalla. No se mantuvo mal en su primera semana. Tres meses después, en la del 30 de mayo al 3 de junio, firmaba 127.253 espectadores y un 1,34% de cuota de pantalla. El 4 de junio fue trasladada a los sábados y domingos. Allí aguantó solo dos semanas. Tras ellas, desapareció de la parrilla.
Esta telenovela protagonizada por Silvia Navarro nos dejó en su capítulo 73 o 74, según mis cálculos, porque el 67 fue el último emitido en su versión diaria, el pasado 3 de junio. Se quedaron a 30 de acabarla. ¿Tenía poca audiencia? Sí. ¿Estuvo feo ventilársela a 30 capítulos de acabarla? Evidentemente.
Pasión de gavilanes (T2)
No hubo nada que hacer. Desde este lunes Divinity ya no emite la T2 de Pasión de gavilanes. Claro, que antes de esto llevaba tres o cuatro semanas emitiendo cinco minutos al día. En cierto modo podría decirse que han ahorrado un sufrimiento innecesario tanto a la producción como a sus espectadores, 146.333 de media en la última semana, la del 20 al 24 de junio.
Desconozco por dónde se quedó, pero en Telecinco van por el 45, capítulo arriba, capítulo ab
ajo. Allí se emite los miércoles a la 1:15, tras un continuo cambio de horarios motivado por un descalabro de audiencia que es historia de la televisión española, como lo fue en su día el éxito de la primera parte.
ajo. Allí se emite los miércoles a la 1:15, tras un continuo cambio de horarios motivado por un descalabro de audiencia que es historia de la televisión española, como lo fue en su día el éxito de la primera parte.
Rubí (2020)
Que levante la mano quien pensara que Rubí no iba a aguantar en Nova cuando se supo que pasaba del jueves al viernes. Yo hubiera apostado cualquier cosa a que se la ventilaban. No funcionó eso de serializar una telenovela, por muy corta que sea, y emitirla solo una vez a la semana. Las audiencias de su emisión en viernes son un misterio, pero no debieron de ser buenas, teniendo en cuenta que el último viernes que se emitió empezó a las 22:45 y acabó a las 2:00. Es trasnochar mucho y es pasarse metiendo cuatro capítulos de una telenovela solo por el hecho de querer terminarla, pero mejor eso a borrarla de la parrilla.
Amor, lógica, venganza
Otra por la que también llegué a temer fue Amor, lógica, venganza. Divinity la estrenó el 15 de noviembre y la mantuvo en su parrilla diaria hasta el 11 de marzo. En su última semana se apuntó 234.000 espectadores y un 2,06% de cuota de pantalla, cifras bastante buenas para una historia con datos que, algunas semanas, superaron los 250.000 espectadores y que siempre estuvo ligeramente por encima de la media del canal.
El 12 de marzo se instaló en los fines de semana y ahí sigue, o eso creo, porque ni en la web ni en la parrilla especifican si son capítulos repetidos o nuevos y el número de episodio.
Pido un minuto de silencio a quienes han autorizado estas prácticas. Un minuto para que reflexionen sobre si estas son o no las formas más adecuadas de tratar a un producto y, casi más importante, a los espectadores, que son quienes lo consumen.
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