Tras un tiempo parada, la Fábrica de Sueños de Televisa ha reanudado su actividad con una nueva versión de uno de los grandes clásicos del género, Los ricos también lloran. Casi cuarenta y tres años después del estreno de esta historia, protagonizada por Verónica Castro y Rogelio Guerra, Claudia Martín y Sebastián Rulli toman el relevo en una versión actualizada a nuestra época, y que, como novedad en la Fábrica de Sueños, contará con 60 capítulos y no 25 como los anteriores proyectos.
No tengo potestad para comparar el remake con la original porque si conozco esta historia es gracias a dos versiones anteriores, María la del barrio (Televisa, 1994) y Marina (Telemundo y Argos, 2006). Por lo tanto, en ese sentido no puedo aportar nada. Sí os puedo contar qué me ha parecido este primer capítulo, un arranque diseñado para que el espectador conozca a los personajes principales y estos entren, aunque sea ya al final, en acción.
El casting tiene una serie de aciertos y de errores. Claudia Martín es un sí en todo lo que haga y Mariana le queda como anillo al dedo. También me gusta que, por fin, Fabiola Guajardo se haya hecho con una villana tan épica como lo fue Soraya Montenegro, al menos en la versión de 1994. Sobre Sebastián Rulli, reconozco que me gusta como actor, pero tengo curiosidad por saber si en la historia se revelarán detalles de la vida de su personaje, porque, a sus 46 años encaja poco con el perfil de joven alocado que manejaban, al menos, las dos primeras versiones. Aun así, me gusta el trabajo que hace con Luis Alberto y en particular la difícil relación que mantiene con su padre, el siempre soberbio Guillermo García Cantú. Acompañan a este un nutrido grupo de personajes, como su exesposa y su esposa, interpretadas por dos grandísimas actrices, Azela Robinson y Alejandra Barros. Aun así, me cuesta ver a Azela como mamá de Rulli, pese a que ya lo fue en el 2005 en Contra viento y marea, también producida por Televisa. Entre ambos actores media una diferencia de edad de tan solo diez años.
Narrativamente el primer capítulo maneja un buen ritmo y tiene un recurso muy original para que al espectador le quede claro quién es quién, una junta en las Empresas Salvatierra en la que la asistente de dirección describe a su ayudante los principales rasgos de cada personaje, además de ponerles nombres y apellidos. Me pareció algo tan sencillo como original. Las disputas entre Luis Alberto y su padre y la llegada de Mariana a la familia Salvatierra vertebran la acción a lo largo de cincuenta minutos que se pasan volando.
Como ya sucediese con Rubí, Los ricos también lloran corre por cuenta de W Studios y se nota. La realización es espectacular y prácticamente todo el capítulo transcurre en localizaciones, algunas tan espectaculares como la imponente mansión Salvatierra. Conozco algún que otro municipio cuya extensión es mucho menor que la finca en la que se enmarca la mansión, sobre la que estoy investigando, pues bien merece una entrega de Lugares de telenovela, porque pocas veces se ve una casa así. Sobre la musicalización, es necesario destacar el excelente trabajo de Lucero y Cristian Castro en Me reviviste tú, el tema principal, que aún no está publicado de forma íntegra, pero que sí se deja escuchar en la entrada, que os dejo a continuación:
Han hecho un muy buen trabajo, al menos en lo que se ve en este primer capítulo. Un trabajo que está siendo recompensado en audiencias, porque por lo que he leído en México le está yendo muy bien. Sin embargo, y pese a lo que me gustó el primer capítulo, no creo que me anime a verla. En el 2007 vi Marina y en el 2009 vi María la del barrio y tengo mi cupo de esta historia cubierto. ¿Alguno de vosotros la está viendo al día y pueda contarnos qué tal va? Y, por curiosidad, ¿no habrá alguien que haya visto la original y pueda comparar un poco, con más criterio que los que solo conocemos la historia por otras versiones posteriores?
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Por cierto soy Alex Ayaoi solo que con mi otro email.