TELETIPO DE ACTUALIDAD: Ha nacido una nueva "Telenovela"

El miércoles de la semana pasada estaba en la cola de cajas de un hipermercado cuando algo, una tipografía, llamó mi atención en el expositor de prensa, que al menos en este hipermercado, se encarga de amenizar la espera en la cola hacia las cajas. Esa tipografía pertenecía a la portada de la revista Telenovela. En cuanto me acerqué a ella vi que el papel también era distinto. Un reportaje anunciado en la portada me animó a llevármela. Ya en casa descubrí todo lo que os cuento en las siguientes líneas.

Hace dos meses, o puede que algo más, diversos medios se hacían eco de la desaparición en papel de las revistas TP, SuperTele y Telenovela, editadas por el grupo Hearst, con sede en Madrid y responsable de otras publicaciones como Diez minutos. Se fijaba entonces el 24 de septiembre como fecha de la última edición de cada una de las tres revistas. Estaban, pues, condenadas a desaparecer, salvo que alguien se interesase por continuar publicándolas. Parecía un poco quijotesco, porque las tres revistas llevaban años perdiendo lectores –recuerdo, al hilo de esto, los datos que publiqué en 2017, recopilando varias oleadas EGM sobre Telenovela–, pero acabó apareciendo alguien, el grupo Grafic Projects 2010, afincado en Barcelona. 

El 8 de septiembre Hearst y Grafic Projects 2010 firmaron la cesión de licencias que asegura, al menos a corto plazo, la supervivencia en papel de TP, SuperTele y Telenovela. Habrá que ver cómo funciona esa supervivencia, ya que Hearst se ha reservado las licencias digitales, lo que implica que sigan sacando contenidos similares a los de las revistas, ahora en distintas secciones de la web de Diez minutos. En el caso de las telenovelas, en la web se siguen publicando resúmenes que la semana pasada coincidían en muchas cosas, no así en los titulares, con los publicados en papel.

La nueva Telenovela, la que se publica en papel, mantiene el nombre, supongo que por tema de licencias y de marca, conserva una estructura similar a la de la anterior, y hereda, únicamente, a una redactora. El resto del equipo se ha renovado, con nombres que tienen notable recorrido en el mundo editorial, y han incluido una correctora, figura que no debía existir en la antigua, a juzgar por los errores y erratas que contenía.

El índice de contenidos del primer número de la nueva era es el siguiente:

Vale que es el primer número, pero se pueden ver en él una serie de aciertos y de cosas que necesitan mejorar. Entre los primeros, me encanta el nuevo diseño de los resúmenes, con destacados dentro de texto y la mejor calidad de las fotografías. También aplaudo el buen hacer en la presentación del coleccionable, que parece que tendrá cambios en su maquetación. Celebro el guiño a los orígenes de la revista que han hecho a través de ese reportaje sobre el género en la España de los 90 y la nueva sección Los protagonistas al día. Agradezco, asimismo, que hayan dotado de más espacio a Fuera de serie y el nuevo diseño de Las telenovelas de.

Entre las cosas a mejorar, creo que hay que equilibrar un poco los resúmenes. El de Elif, que se emite a lo largo de ocho horas semanales, no puede quedar ceñido a dos columnas, mientras que el de Infiel, con dos horas a la semana en parrilla, se lleva una página entera. Desconozco qué público tiene Las Estrellas, en su versión para Europa, pero se me hace raro toparme con una página sobre Te acuerdas de mí, intercalada entre las producciones que emiten Nova y Divinity, que seguramente tendrán más espectadores. Si quieren recuperar los lectores perdidos, deben tirar más de Amar es para siempre, Tierra amarga, las españolas de La 1, Infiel e Inocentes, que son las que más audiencia acumulan, y por ende, más posibles compradores de la revista. Echo en falta en este primer número de la nueva era alguna entrevista y quiero, en este punto, reivindicar a Pilar Manzanares, que en los últimos meses ha hecho grandísimas entrevistas, muy bien documentadas, con tiempo y con ganas. Me alegro, debo decirlo, de que hayan desaparecido las entrevistas y reportajes comprados a agencias externas, que muchas veces no aportaban nada. Pongo como ejemplo el de un número que compré en agosto, que contenía una entrevista a Arath de la Torre, el villano de Caer en tentación, que entonces se emitía en Nova. Aquella puede haber sido la entrevista más descontextualizada de los últimos años, porque la hicieron desde una agencia para México y le preguntaban por una serie, Doctor Cándido Pérez, que aquí no vimos ni veremos, sin pregunta alguna sobre Caer en tentación o su carrera en el género. Por cierto, la serie fue cancelada unos días después de publicarse la entrevista, que no fue más que relleno puro y duro.

En lo que a otros contenidos respecta, me parece bien que la nueva editorial haya prescindido de la sección dedicada a relatos sentimentales (permitidme que no los llame románticos) y que haya rebajado la publicidad, al menos en este primer número. Me sigue resultando raro, no obstante, que una revista llamada Telenovela dedique dieciséis de sus cincuenta páginas a compras, salud, viajes, cocina y a la parrilla de las generalistas. Está bien que hayan abierto dos páginas de pasatiempos, pero deberían poder asociarse a las telenovelas, al menos algunos de ellos, al estilo de lo que han hecho con el horóscopo, que ahora destaca el cumpleaños y signo de un actor o actriz. En esa macedonia final de contenidos sigue desentonando Las telenovelas de… que yo adelantaría, porque la sección no merece estar tan escondida detrás de los pasatiempos y las recetas de cocina.

Es hora de arriesgarse a hacer cosas distintas si de verdad se quiere hacer una nueva Telenovela. Entiendo que los resúmenes han de estar ahí, pero creo que es el mejor momento para abrir la revista a críticas, a recomendaciones, a reportajes, a ir más allá de actores y actrices y entrevistar a directores, guionistas, productores… Se puede, igualmente, mirar atrás y recuperar algo de aquella revista que muchos comprábamos cada lunes, como los artículos de coleccionismo –carátulas, números especiales, fotonovelas… y, por supuesto, los coleccionables– y, conociendo la experiencia que tiene Grafic Projects 2010 en revistas vintage, quizás podría apostarse por algún recopilatorio o número especial que recuerde los grandes clásicos del género, con entrevista de la época, al estilo de lo que hacen en Másrecuerdos.

Llevaba desde agosto sin comprarla, pero ahora, durante algunas semanas, pienso volver a hacerlo para ver qué rumbo toma esta nueva Telenovela. Este arranque es esperanzador, porque parece que se van a hacer cosas buenas. Es también una oportunidad única para revivir una publicación en horas bajas y para que el género siga contando, durante muchos años, con un espacio en los kioscos. El tiempo dirá.