CRÍTICA: "Rubí", por Juan José

Esta crítica forma parte 

del IV Concurso de Críticas 

organizado por este blog

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RUBÍ

·        PRODUCTOR EJECUTIVO: Carlos Bardasano

·        27 capítulos (transmisión en México).

·        PAÍS DE ORIGEN: México (W Studios para Televisa, 2020)

·         ESCRITA POR: Leonardo Padrón, Vicente Albarracín, Carlos Eloy Castro y Karla Ivonne Sainz de la Peña Alcocer

SINOPSIS

La historia transcurre en dos tiempos: el presente (2020) y  el futuro (2040). En el futuro, la periodista Carla Rangel convence a una mujer solitaria llamada Rubí para que cuente su historia de vida y revele por qué vive aislada del mundo en una mansión oscura.

Lo que le sigue es la historia truculenta de una mujer ambiciosa con un pasado humilde, determinada a usar su feminidad y belleza para salir de la pobreza en la que vive, sin importar lo que tenga que hacer o a quién tenga que lastimar en el proceso.

CRÍTICA (Puede contener spoilers)

Poco se puede decir sobre la historia de Rubí que no sea sabido por el público. La historia originalmente escrita por Yolanda Vargas Dulché ha cautivado al público desde que fue publicada como historieta en la década de los 60´s, con cada versión que se ha hecho siendo un éxito, al menos en lo que a audiencia se refiere. Como parte del proyecto Fábrica de Sueños, Televisa decidió hacer una nueva versión de este clásico, protagonizada por Camila Sodi como “la mujer de rojo”; ¿el resultado? Una producción muy cuidada visualmente hablando, pero con poco impacto a nivel de libretos y que sale perdiendo por mucho si se le compara con su versión anterior.

La elección de Camila Sodi para interpretar a Rubí fue polémica desde el inicio, pues muchos consideraban que no tenía la fuerza actoral suficiente para encarnar a una de las villanas más icónicas de las telenovelas, y en parte tuvieron razón. No es que Camila haya arruinado esta versión, más bien, ofrece una Rubí bastante irregular; hay escenas donde consigue buenos resultados, como las que muestran al personaje en su etapa adulta o aquellas en las que emerge la villana que todos esperamos ver, pero otras donde es notorio que una actriz diferente pudo haber realizado un mejor trabajo. En términos de imagen, Camila es una mujer bellísima, y la producción hace una buena labor para resaltar esa belleza tal y como el personaje lo necesita.

José Ron y Rodrigo Guirao interpretan a Alejandro Cárdenas y Héctor Ferrer, los hombres con mayor impacto en la vida de la protagonista. Ron demuestra que puede dar vida a galanes maduros de gran manera, pero el libreto hace de su Alejandro un hombre débil, que se deja usar al gusto de otros personajes y eso le quita gran parte del encanto, mientras que Guirao se ve más cómodo al inicio de la historia que al final, pues la evolución por la que atraviesa Héctor no es del todo creíble y lo lleva a sobreactuar en demasiadas escenas.

El papel de Maribel, la noble amiga de Rubí con una discapacidad, recae en Kimberly Dos Ramos y vaya que tiene escenas intensas, como aquella donde se desploma tras la traición de Rubí. Gran parte de la audiencia mencionó que Kimberly era una mejor propuesta para interpretar a la protagonista de esta historia; gracias a ciertos matices vistos en Maribel (no mostrados en las versiones anteriores)y a las villanas que Kimberly ha representado anteriormente, es notorio que la idea no era del todo descabellada. Lástima los ridículos momentos que atraviesa, como aquel en el que decide nombrar “Juanita Titanio” a la prótesis de pierna que utiliza.

Ela Velden interpreta a Carla, la periodista que va en busca de la versión de Rubí sobre todo lo acontecido y hace un muy buen trabajo, a pesar de lo limitado de su papel, que adquiere más peso rumbo a los últimos capítulos. La familia de Rubí está conformada por Mayrín Villanueva, quien interpreta a Refugio, su madre, y porta una caracterización que le sube bastante la edad, pues de otra manera no sería creíble el parentesco entre ella y Camila Sodi, así como por Tania Lizardo en el papel de Cristina, la hermana con una pequeña hija que busca ayudar a Refugio para que sus problemas de salud no empeoren. Ambas son de lo mejor en esta telenovela, y admito que me sorprendí por el trabajo de Tania, quien hasta el momento sólo ha realizado personajes secundarios.

En la versión de 2004, uno de los cómplices en las maldades de Rubí fue Loreto, su mejor amigo, genialmente interpretado por Miguel Pizarro. En esta ocasión, fue el turno de Alfredo Gática para brillar con el personaje, pero no lo logró, y aunque su actuación y la química con Camila Sodi fueron buenas, el libreto no le permitió explotarlas al 100%, así que sus apariciones a veces se pueden sentir como relleno, aunque en el desenlace tiene una escena muy bien llevada en la que llega incluso a conmover. También aparecen en el elenco Lisardo y María Fernanda García como los padres de Maribel, con una subtrama demasiado exagerada en mi opinión y un mal diseño de imagen para ella, Henry Zakka como Boris, el mayordomo de la casa donde vive Rubí en el futuro, Marcus Ornellas como Lucas y Rubén Sanz como Eduardo, Príncipe de España, siendo los últimos dos, intereses económicos para Rubí, pero con actuaciones nada memorables. 

La trama, como es costumbre con los proyectos de Fábrica de Sueños, sufrió algunos cambios para ser más actual y conectar con las nuevas audiencias, y una cosa que vale la pena mencionar es que esta es la versión de Rubí. Tal y como se menciona desde los promocionales, es ella quien nos cuenta los 27 capítulos desde su punto de vista, gracias a ello, podemos verla en su faceta de modelo y como pareja del Príncipe de España, a Maribel como una “influencer” que utiliza su discapacidad para ayudar a otras personas y a nuevos personajes como la madre de Maribel o Queca (interpretada por Paola Toyos), una periodista que sigue a Rubí y está en busca de sus escándalos, un personaje ridículo por donde se le mire.

La historia avanza rápido, y como se menciona en la sinopsis, se cuenta en dos tiempos muy bien diferenciados sin caer en confusiones, aunque para ser sólo 27 capítulos, la verdad es que ciertas situaciones carecen de agilidad y pueden llegar a aburrir. El final no tiene la tensión necesaria, y aunque cuenta con varios giros, estos se pueden adivinar o suponer desde antes con prestar un poquito de atención. No es un desenlace clásico en el sentido estricto de la palabra, lo cual también puede generar sentimientos encontrados para los que aún tienen muy presente la versión protagonizada por Bárbara Mori; en lo personal, me parece muy acertada la forma en que concluyen la historia, dando un mensaje importante para la audiencia, aunque no me parece que Rubí sea una digna representante del mismo.

Los puntos buenos que tiene esta versión (porque los tiene) recaen en la producción, completamente realizada en locaciones, entre las que se encuentran escenarios espectaculares en España, lo cual añade verdad a las situaciones que vemos en pantalla. La dirección de cámaras, al igual que en otras producciones de W Studios, está muy bien cuidada, con las escenas de la etapa joven de Rubí muy bien iluminadas y una calidad de imagen muy adecuada a los estándares de hoy en día, no así la dirección de escena, pues se queda a medias en momentos que deberían ser importantes y dramáticos al por mayor. Los efectos especiales utilizados para mostrar la discapacidad de Maribel son creíbles, así como las explosiones o balaceras que se presentan en los capítulos finales. Las caracterizaciones para mostrar a los personajes que vemos en la etapa de 2040 cumplen a secas, siendo la de Camila Sodi la más defectuosa por el maquillaje utilizado para mostrar el castigo que sufrió a causa de sus maldades. En cuanto a la musicalización, esta no es memorable y no contribuye a generar tensión en las escenas donde debería hacerlo; lo único que sobresale es el tema musical A quién le importa, interpretado por Camila Sodi y que describe a la perfección la esencia de esta versión, además, la entrada es muy atractiva y va acorde a lo que vemos en pantalla.

En conclusión, Rubí es una telenovela más interesante por las ideas que propone que por la ejecución de las mismas. Se ve y está hecha con calidad, algunos personajes cumplen con su función y las maldades de la protagonista siguen siendo atractivas, por lo que resulta entretenida, pero la actuación de Camila Sodi, entre otros factores, no son suficientes para hacer de esta una versión memorable o que pueda competir con lo hecho por Bárbara Mori, Irán Eory o Fanny Cano hace muchos años. Sin duda, a esta mujer de rojo le faltó ser mucho, mucho más descarada.

CALIFICACIÓN FINAL: 6.5

Crítica realizada por Juan José

México