Fue Leda Leda quien hace unos meses me puso en la pista de un lugar, un barrio, que
por aquel entonces tanto ella como yo veíamos en La
ley secreta (Caracol, 2017-2018). Creo que a ambos nos llamó la
atención este colorido vecindario en el que vive, al comienzo de la historia,
Alejandra (Valeria Galviz), una de las protagonistas:
No
me digáis que no es bonito. Este barrio, formado por casi cuatrocientas
viviendas, recibe el nombre de barrio Los Puentes y se encuentra situado en la
localidad Rafael Uribe Uribe, perteneciente al distrito de Bogotá, la capital
de Colombia. Rodeada de cerros y con un pasado esencialmente agrícola, esta
localidad, en la que viven unos 351.000 habitantes, cuenta con barrios de todo
tipo, algunos históricamente marginales y también marginados por las
autoridades, como Los Puentes. Para mejorar la situación de los casi mil
vecinos y del propio barrio, en 2017 dio inicio un macroproyecto destinado a
capacitar a los habitantes de Los Puentes para que, apoyados por expertos,
convirtiesen su barrio en un gran mural, no solo en lo que a fachadas se
refiere, sino también a escaleras y cualquier otro elemento de uso común:
El
proyecto permitió que algunos vecinos sin empleo viesen en la pintura y la
restauración una salida laboral interesante. También sirvió para reforzar
vínculos y ayudó a que se revalorizasen las viviendas y a que hasta Los Puentes
llegasen numerosos turistas. Todo ello ha repercutido positivamente en la
economía del barrio, en el que incluso han abierto varias tiendas enfocadas a
esta nueva realidad. Las problemáticas sociales siguen en algunos hogares,
basta darse una vuelta por internet para corroborarlo, pero aun así, el barrio
ha ganado en seguridad y en calidez gracias a este proyecto. No es fácil llegar
hasta allí, porque según explican en Tripadvisor
turistas que lo han visitado, el transporte público desde Bogotá es escaso y
muchos taxistas bogoteños desconocen cómo llegar, porque nunca han ido allí. Es
un barrio apartado, en la falda de un cerro, próximo a otras localidades que
hacen que las relaciones con la capital sean las justas.
En
estos tiempos tan convulsos, en los que toca quedarse en casa, se agradece
viajar, aunque sea virtualmente, a lugares como este, que ha inspirado otros
programas similares en distintos barrios de Bogotá, como este mural de Usaquén, que
reproduce una mariposa:
O este otro de Mariscal Sucre, que pide algo por lo que Colombia lucha desde hace décadas, paz.
O este otro de Mariscal Sucre, que pide algo por lo que Colombia lucha desde hace décadas, paz.
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