PRIMER VISTAZO: "El Señor de los Cielos" (T7) (Telemundo y Argos, 2019)

El 14 de octubre Telemundo estrenaba la T7 de El Señor de los Cielos. Como fiel seguidor de esta saga, no me quise perder el primer capítulo de esta nueva tanda de episodios que se anunció con teasers como el que tenéis a continuación:

Los Casillas están de vuelta con un capítulo más marcado por las emociones que por la acción, aunque de esta también hay. Un capítulo que conecta con lo sucedido en el final de la sexta temporada, aunque con un salto temporal de un año entre ambas. Es difícil hablar de las tramas de este capítulo sin hacer SPOILERS. Si alguien desea comentar algo concreto de lo que sucede, para eso están los comentarios, lo que me lleva a insistir en que si no queréis SPOILERS no leáis los comentarios de esta entrada.

Bien, como iba diciendo, el primer capítulo tiene unos picos emocionales muy altos, en detrimento de la acción, que se concentra en dos o tres escenas. El ritmo del episodio es bueno y en lo que a tramas se refiere hay de todo. A mí particularmente la que más me ha gustado es la que tiene que ver con la nueva identidad de un viejo conocido de Aurelio. Es un puntazo, de no haber sido porque Aurelio ya usó algo parecido en la T2 para volver a la vida y recuperar sus operaciones con droga cuando todos lo daban por muerto. Innovación hay poca, para qué negarlo, y se mantiene una temporada más esa inversión de roles tan característica de la historia: los malos son los protas y todo les sale bien, para alegría del espectador; los buenos, que son los polis, no dan una, y el espectador tan contento. Es algo que los expertos en ficción audiovisual deberían estudiar. ¿Por qué empatizamos tanto con seres tan despreciables como los Casillas hasta el grado de ponernos de su parte?

El elenco es más o menos el mismo de la sexta temporada, con algunas novedades que ya se han dejado ver en este primer capítulo, como es el caso de Coraima Torres, que interpreta a una migrante venezolana que forma parte de la caravana de migrantes que recorre América en dirección a los Estados Unidos. Sí. La esencia social y crítica de esta historia sigue ahí y los dardos (y no tan dardos) que han venido lanzando hacia la situación de Venezuela parece que se también se van a mantener en esta temporada. Habrá que ver, además, cómo tratan a Gómez Labrador, ese alter ego del actual presidente mexicano. Se habla mucho y para mal de la violencia que tiene esta historia y muy poco, ni para mal ni para bien, de ese espíritu crítico, lo que me parece tremendamente injusto.


Este primer capítulo es diferente a los otros primeros capítulos de anteriores temporadas no solo en lo que comentaba de los picos emocionales, también en cuestiones de realización. Me ha preocupado y mucho el nivel de algunos efectos especiales. Hay explosiones que se ve claramente que han sido hechas a ordenador y con prisa. No entiendo ese paso atrás después del nivel que habían mostrado en este ámbito en las dos últimas temporadas.
Quería comentar también algo del nuevo tema de entrada, Los Casillas que se escucha a partir del capítulo once o doce. Dejo la entrada para quien quiera verla, pero advierto de que tanto la entrada como la letra de ese tema contienen SPOILERS:

Únicamente quiero aplaudir al genio que, año a año, consigue rimar palabras tan dispares como “semillas” y “Casillas”, “quemarropa” y “Europa”, o “mujeriego” y “griego”. Y lo mejor es que consigue que el conjunto final tenga sentido y que la letra mole. Un aplauso para ese gran compositor que es Marco Flores.

La veré, porque sí. Me entretiene y me pondré con ella a lo largo de los próximos meses. He leído en webs de varias cadenas locales de Telemundo que esta temporada será la última. Ya va siendo hora.

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