Hasta siempre, Fernando Gaitán

Siempre es triste escribir una entrada de despedida. Lo es más cuando toca decir adiós a un hombre que pasará a la historia del género como uno de los guionistas más reconocidos, autor de telenovelas que dieron la vuelta al mundo y que generaron decenas de versiones en diferentes países.

El pasado 29 de enero fallecía en Bogotá Fernando Gaitán a causa de un infarto. Tenía 58 años. Natural de la misma ciudad en la que falleció, Gaitán llegó a la televisión por casualidad: después de tres años trabajando como periodista en el diario El Tiempo, le ofrecieron ser guionista de concursos en televisión. Tenía 22 años y no se lo pensó dos veces. “Inquieto de nacimiento”, como se definió en alguna entrevista, y apasionado de la literatura, el teatro, el periodismo y la televisión, en 1989 vio hecho realidad uno de sus más ambiciosos proyectos, la telenovela Azúcar, producida por RCN, y que firmó junto a su amigo Mauricio Navas. Fue el comienzo de una larga trayectoria ligada al género. Suyos fueron títulos como Café con aroma de mujer (1994), Guajira (1996), Carolina Barrantes (1997), Francisco el Matemático (1998), (1998), Yo soy Betty, la fea (1999) y su continuación, Ecomoda (2001), Hasta que la plata nos separe (2006) o A corazón abierto (2010), todas ellas producidas por RCN. Casi todos los medios hablaban de él tras su muerte como “el creador de Betty, la fea”. Me parece que no es lo apropiado ceñir una carrera llena de grandes títulos a una sola telenovela, aunque es cierto que esa telenovela está considerada por el Libro Guiness de los Récords como la más exitosa de la historia: vendida a 180 países, doblada a una quincena de idiomas y con más de veinte adaptaciones alrededor del mundo.  

La pasión de Gaitán por el mundo televisivo y su éxito en el género le llevó a convertirse en vicepresidente de producción de RCN entre 2009 y 2014. Poco después se involucraba en la primera telenovela que produjo, La ley del corazón, firmada por sus grandes amigos Mónica y Felipe Agudelo. No fue la única: también produjo Nunca olvidarás mi nombre, ambas para RCN.

En los últimos meses había trabajado en la adaptación de su Betty que Telemundo está rodando desde hace unas semanas y que lleva por título Betty en Nueva York. También había firmado un acuerdo de producción con Sony.

Se suele decir que los reconocimientos llegan a posteriori, cuando uno ya no está en el mundo. Fernando Gaitán puede presumir de haber disfrutado de numerosos premios otorgados en todo el mundo y de haber recibido homenajes tan cálidos como el que Televisa le organizó en México en 2010 o el que la Natpe le dio en Estados Unidos un par de años después, en 2012, reconociendo sus enormes contribuciones a este mundo de la televisión, que tanto nos gusta a muchos.

El día 31, jueves, tuvo lugar su funeral, en el que sonaron algunas de sus canciones favoritas, como My way, de Frank Sinatra o Stand by me, de Ben E. King. Solía decir, con humor, que quería que en su tumba figurase como epitafio la frase  “A mí me insultó García Márquez”, en alusión a la bronca que le echó el escritor por no poder asistir (ni excusarse) a una conferencia en la que ambos estaban invitados y que se iba a celebrar en Cuba. Ambos se reconciliaron poco después, porque si algo caracterizaba a Gaitán era su gran sentido de la amistad. Precisamente, fallecía el mismo día que una de sus mejores amigas, la también guionista Mónica Agudelo, que moría víctima de un cáncer el 29 de enero de 2012, a la que se refirió como su “hermana” en aquel entonces.

El género ha perdido a uno de esos nombres propios sobre los que todo lo que se pueda decir es poco. Gaitán nos deja, eso sí, un legado enorme y de incalculable valor. Descanse en paz, don Fernando.