MÁS ALLÁ DE LA LETRA: "Desde que te conocí" ("Victoria" -Telemundo y RTI, 2007-)

No sé nada de música, pero sí algo de palabras, de rimas y de recursos que adornan aquello que se quiere decir. Quizás por eso cuando escucho una canción me suelo centrar más en oír la letra que en el ritmo, los instrumentos o las voces con las que se interpreta. También os digo que pese a ello no me sé la letra de ninguna canción, ni tan siquiera de aquellas que llevo años y años escuchando. Es así: mi memoria no admite letras de canciones.

Pese a todo esto que os acabo de explicar, he decidido lanzarme a hacer una sección mensual en la que analizaré y comentaré, se intentará que con un poco de humor y reflexiones personales, la letra del tema principal de una telenovela. Eso sí, serán siempre temas compuestos especialmente para acompañar esas historias que tanto nos gustan.

Para mi debut he elegido una canción que es, en una palabra, preciosa. Lleva por título Desde que te conocí y está interpretada a dúo por Alejandro Fernández y una voz femenina sobre la que se ha discutido si es la de Rocío Banquells o la de Victoria Ruffo. A mí me parece que es la de Banquells. Fue el tema principal de Victoria (Telemundo y RTI, 2007), que la propia Ruffo protagonizó junto a Mauricio Ochmann:

[VOZ FEMENINA] Desde que te conocí
creo que he vuelto a vivir. 
Fuiste abriendo la pasión 
y me fui entregando a ti. 

Pocas veces una simple estrofa capta también de qué va la telenovela para la que se ha compuesto la canción. Me encanta la metáfora de abrir la pasión conectándola con esa idea de volver a sentir y a enamorarse, que es el eje de la historia.

Es que el amor que llega 
cuando menos tú lo esperas.

A mis años, cuando nadie te desea. 

Una verdad universal: el amor llega cuando menos se lo espera.  Ahora bien, ¡qué poca autoestima refleja lo de “a mis años, cuando nadie te desea”! La protagonista de esta telenovela rondaba los cincuenta, no era una octogenaria, que es lo que parece dar a entender ese remate. 

Hoy he vuelto a vivir.  
Desde que te conocí.

El estribillo es, sencillamente, genial.

[VOZ MASCULINA] Desde que te conocí 
la razón se desvanece toda. 
No hay arrugas ni pasado 
ni habrá sol sobre las olas

Tengo que decirlo. El que ha escrito esto es un genio, un poeta en toda regla. Solo alguien así puede colar una palabra como “arrugas”, que tiene una carga tan negativa, y que quede tan bien como queda en esta canción.  La imagen de que no habrá “sol sobre las olas”, de que no habrá más atardeceres, de que será para siempre… Qué romántica, ¿no?

Y te entregas toda

[DÚO] en un solo corazón. 

Los dos enamorados que se funden en uno solo. El que ha innovado con lo de las arrugas vuelve a tópicos más habituales.

Y nos amamos juntos 
y nos queremos toda una eternidad 
sin importar la edad. 

¿Soy el único al que la rima “eternidad” y “edad” le parece que tiene doble sentido: el amor para siempre y que para siempre los enamorados? Lo de “nos amamos juntos” es un poco redundante: amarse en solitario es complicado, por mucho que haya quienes digan que se aman a sí mismos. Amar es cosa de dos.

[VOZ MASCULINA] Desde que te conocí 
[VOZ FEMENINA] no pensé que estaba sola.
[VOZ MASCULINA] No pensé que estabas sola.

Esta especie de diálogo para terminar me encanta. La casi repetición del “no pensé que estaba sola” queda bien, pero yo la hubiese quitado o sustituido por otra cosa. De todas formas, es cierto que cuando nos enamoramos y charlamos con la persona en cuestión hay veces que no acertamos más que a repetir lo que ella acaba de decir. Nos atontamos de una manera que el compositor pudo  querer reflejar con esa intervención final de la voz masculina. ¡Lo que no nos haga el amor!