CRÍTICA: "Por ella soy Eva", por Rocío

[Esta crítica forma parte del III Concurso de Críticas de Telenovelas organizado por este blog y puede contener SPOILERS]

DATOS:

País: México

Localización: México/ Acapulco & Zihuatanejo

Año: 2012

Capítulos: 166

Productor: Rosy Ocampo Televisa

TRAMA:

Juan Carlos Caballero (Jaime Camil), mujeriego, guapo, rico, exitoso y superficial, lo tiene todo y no valora nada.

Helena Moreno (Lucero), madre soltera, luchadora, trabajadora, feminista y de carácter.

Dos personas aparentemente opuestas, pero que el destino unirá por medio del proyecto turístico y ecológico "Playa Majahua".

Ella lo idea, pues es su sueño laboral y él planea robárselo por medio de sus artes amatorias. Para conseguirlo se valdrá de una identidad falsa, Juan Perón, un argentino, todo un estuche de monerías.

Pero la jugada le saldrá mal, cuando en una junta al que sin saberlo acuden los dos, se descubre que Juan Perón no es otro que Juan Carlos Caballero

Al ser acusado de querer apropiarse del proyecto huirá, y en esa huida un accidente propiciará que todo el mundo crea que está muerto.

Pero nada más lejos de la realidad, hundido y casi arruinado, vagará por las calles hasta dar con la pensión de Mimí de la Rose (Patty Navidad), la cual lo sacará de su depresión, y lo impulsará a recuperar su lugar, valiéndose de la identidad falsa de una prima perdida, Eva María León Jaramillo con la cual no sólo hará creer a todos que es una mujer y se los meterá en el bolsillo, sino que aprenderá a valorar a las mujeres.

PERSONAJES Y ACTUACIONES:

Me decidí a ver esta telenovela alabada por sus buenas críticas, animada por el género cómico e impulsada por el gran elenco que la completa, y no me equivoqué.

Por ella soy Eva, es una telenovela moralista, educativa, de crítica social a diversos comportamientos machistas que perjudican a las mujeres.

No busca solamente entretener, hacer reír, pasar un buen rato y evadirse de la propia realidad, que también. Es una telenovela que va más allá, que explora al ser humano, con sus virtudes y defectos. Es muy defensora de las mujeres y sus derechos.

No vi la original (En los tacones de Eva, Colombia) y no puedo opinar, pero ésta es una verdadera joya, una obra de arte.

La verdadera protagonista no es Helena (Lucero), ni Juan Carlos (Jaime Camil), lo es Eva, ese personaje que ayuda a Juan a ponerse en los tacones de cada mujer y vivir desde otro punto de vista lo que las mujeres sienten y sufren.

Aunque no deja de ser un disfraz, una máscara tras la cual ocultar su verdadera identidad, lo humaniza, sus ideales cambian y también su forma de relacionarse.

Hay veces que llegué a pensar que me encantaría conocer a una persona como Eva, tan positiva, buena amiga, con don de gentes y confiable.

También a veces preferí que Juan no dejase de ser Eva, pues sinceramente nunca fui pro Jaime Camil, me parece un actor encasillado en la comedia, por eso éste para mí fue su mejor papel, Eva, su alter ego.

Soy consciente que fue una telenovela muy valorada y premiada, y con todo derecho.

Al lado de Juan están sus inseparables compadres y amigos de fechorías: Fernando (Pablo Valentín), el más irresponsable y Santiago (Carlos de la Mota), el más sensato y buen amigo, aunque un poco confundido. Pablo Valentín (Fernando), es un actor al que me encantó descubrir, tan pronto maneja el maltrato psicológico a su mujer Marcela (Tiare Scanda) y el control sobre sus hijos Jennifer (Geraldine Galván) y Kevin (Daniel Díaz de León) como va al otro extremo siendo dicharachero y bromista. Kevin es el ojo derecho de su padre e incomprendido también, con presión por ser hombre y Jennifer es una chica muy tierna y buena hija, que sufrirá su gran desengaño y maltrato de todo tipo por parte de Daniel (Enrique Montaño), otro lobo con piel de cordero. Esta actriz empezó poco a poco y cada vez se va haciendo más importante y con más peso en éste mundo interpretativo.

Fernando es un personaje muy complejo que tiene una evolución de las más interesantes, primero es uno más de los trabajadores de Grupo Imperio, vago, despilfarrador, irresponsable, que siente gran envidia y a la vez admiración oculta por su mujer, Marcela, la cual es todo lo contrario a él, ya que con su esfuerzo consigue superarse al seguir estudiando y escalando puestos en Grupo Imperio, sin descuidar a su familia. Esto traerá muchos problemas a su matrimonio, debido a lo inútil e inferior que Fernando se siente y que lo llevarán a tocar fondo y recurrir a salidas fáciles, que no mejores.

Hablando de Tiaré Scanda (Marcela, la mujer de Fernando), es una gran actriz, a la que he visto siempre en roles de madre y lo cierto es que es un papel que desempeña a la perfección. Es de esas actrices que parecen haber nacido para actuar pues todo en ella es naturalidad, su autoestima empieza siendo baja y su puesto en la empresa básico, pero la llegada de Eva, pondrá patas arriba a su vida, al igual que le pasará a muchas otras personas. Sus consejos la animarán a seguirse preparando y mostrar su valía, aun cuando eso suponga enfrentarse a Fernando

Del otro lado está Santiago (Carlos de la Mota), otro actor que siempre cumple y suele estar en papeles amables. A mí personalmente es un actor al que me gusta ver en pantalla. Aquí se encuentra confundido, no sabe lo que quiere ni a quien quiere, pasa buena parte de la telenovela entre dos aguas, dos amores muy diferentes: Paty (Manuela Imaz), una chica rica, ideal y bien portada, pero que lo aburre y no lo deja ser él y Angélica (Gabriela Zamora), fiestera, pueblerina, sin tapujos e interesada. Las dos lo traerán de cabeza y le harán replantearse cuál es su ideal de mujer, aunque su amor verdadero le estará aguardando donde menos cree, en alguien que siempre lo escucha, lo ayuda y con la que no tiene que aparentar, y no es otra que Lidia (Dalilah Polanco), una trabajadora, independiente, enamorada del amor, que ve en cada hombre el hombre con el que casarse, su máxima obsesión. Eso no le quita ser buena amiga, a veces infravalorada y esquivada por Helena, su amiga.

Cupido flechará una de las veces equivocadamente a Lucia haciéndola fijarse en Renato (Ferdinando Valencia), un personaje que parecía tener tintes de villano, intrigante y trepa y no es más que un luchador incansable que lucha por ser reconocido y su justo lugar, su único pecado por decirlo así, es su condición sexual que trata de ocultar a toda costa y su frustración por no ser reconocido por su padre Modesto Caballero (Carlos Bracho).

Carlos Bracho es un primer actor, que aquí interpreta a un machista en toda regla, con dos familias, que va de recto y solo vive para sí mismo y sus negocios, dejando todo de lado. Su carácter duro e intolerante le harán tener problemas con sus hijos la más problemática será Claudia (Ilse Zamarripa), hermana de Renato, otro descubrimiento, pues tampoco la conocía y  lo hace francamente bien, pues uno llega a aborrecerla por lo rebelde, malintencionada y metiche que es. Solo la ayuda de su odiada enemiga y madrastra, Eugenia Mistral (la gran Helena Rojo), que interpreta a una actriz en horas bajas debido a sus pérdidas de memoria la harán abrir los ojos y cambiar de actitud.  Eugenia se refugia en su vida pasada para no vivir su realidad, solo su hijo Juan Carlos y el arte son su adoración, una vez más es una gozada disfrutar de otro personaje que nos brinda esta grande.

Ya siguiendo con el entorno de Juan, no puedo olvidarme de Adriano (Jesús Ochoa), otro primerísimo actor del que solo había disfrutado en papeles esporádicos pero aquí disfrute de su arte en plenitud. Según hay viejóvenes hay todo lo contrario, y éste es uno de ellos, madurito pero con alma joven, que se niega que los años pasen por él ni atarse a nada  ni a nadie. Vive de fiesta en fiesta y de mujer en mujer. Primero se ciega por Paola (Fabiola Guajardo), con un cameo bien aprovechado y su desengaño por ella y la pérdida de su hermana Antonia (Christina Pastor), le harán ver mas allá de lo físico, lo cual equivocadamente le harán fijarse en Eva, que no le traerá más que insatisfacciones. Hablando de Antonia (Christina Pastor), no la conocía tampoco, pero qué actriz tan adorable, su intervención me supo a poco y me enterneció su magnífico cariño por su hermano y su incipiente amistad con Eva, la cual será un antes y un después en su vida. Enamorarse y casarse con Plutarco (Marcelo Córdoba) será su perdición.

Marcelo Córdoba (Plutarco) junto con Rebeca (Mariana Seoane) son dos de los grandes villanos y juntos harán mil y una fechorías. Él con su supuesta buena imagen, lobo con piel de cordero y hombre de negocios y ella creyendo que el dinero, la posición social y las apariencias son lo más importante, y para ello se vale de su poder de seducción. Desde luego Mariana se ha especializado en villanas.

Ellos recibirán la ayuda de su "gato" Onésimo (Luis Manuel Ávila), un hombre con baja autoestima y a veces con escrúpulos y que por miedo o dinero acepta sus tretas.

Acostumbrada a las villanías de Rebeca, no tanto a las de Marcelo, del cual para mi, este es su mejor papel. En el brilló, destacó y demostró su valía. Creí que marcaría un antes y un después en su carrera, pero sigue relegado a papeles secundarios.  

La parte femenina protagonista está liderada por Helena (Lucero), otra mujer de carácter que nos regala esta actriz y cantante, una madre soltera, familiar y trabajadora. Su hijo Lalito (Nicolás Caballero) es lo primero. Hablando de Lalito, Nicolas Caballero, es un actor que a pesar de su corta edad representa a un niño maduro, inteligente y con buen corazón.
Diversas vicisitudes separan a Helena de Juan y la confundirán creyendo sentir algo por Plutarco, cual hábil estratega solo la utilizará para quedarse con todo lo que Juan tiene, incluida ella.

Será una de las más defensoras del feminismo, de hacerse valer, de que la mujer puede ser también madre, esposa, hija y profesional.

Su madre Silvia (Leticia Perdigón) será su gran apoyo y confidente. Esta es otra gran actriz que defiende lo que le echen y que se transformara cual mariposa, harta de los desplantes de su marido Eduardo (Manuel Ojeda) un déspota, frío e hiriente padre y esposo, que solo se engrandece menospreciando y humillando a "sus mujeres".

Su debilidad es Lalito, el único que saca la poca humanidad que le queda. Solo la soledad y el amor por su nieto le harán recapacitar.

No podía olvidarme de Mimí (Patty Navidad) la mejor amiga de Juan, que le ayudara a transformarse de dentro a fuera, olvidándose muchas veces de ella misma. Es superpositiva, generosa, alegre, luchadora, su "la vida es color de rosa" y "llueven flores", inundaran muchos diálogos de ella y Juan. Suspirará por Adriano con un amor a primera vista que la traerá por la calle de la amargura.

Sé que es una telenovela de hace unos años, aunque yo recién la descubrí. Es supercompleta, una temática bien variada y un elenco exquisito y de lo mejor no faltan los cameos, y hasta se agradecen como el de Otto Sirgo o el de Eduardo Santamarina.

Es una telenovela que busca divertir y aportar crítica de todo, desde el machismo, la violencia física y psicológica, la difusión de imágenes indebidas, la discriminación y acoso laboral, los intentos de violación, la desigualdad en las labores domesticas… Vamos, que hay para dar y tomar.

Es una telenovela que suma, que aporta calidad, que hace que la recuerdes, te rías y emociones. Es el poder de lo audiovisual que tanto transmite.

MÁS COSAS:

A pesar de estar desarrollada mucho en interiores, pues es una telenovela que yo llamo "de oficina" (las hay campechanas, rodadas en haciendas, las hay playeras rodadas mucho en playas, otras cosmopolitas, en plena ciudad) y esta es una mezcla de oficina-ciudad y playa.

Hay muchas escenas en edificios, casas, pisos (se supone platós) pero también hay muchos exteriores gracias al antes nombrado "Proyecto Playa Majahua", el cual nombraran de principio a fin, y es eje y dilema en muchas tramas.

Hay muchas escenas en playas debido a ese proyecto, a escapadas de los protas o de los trabajadores de la empresa hotelera Grupo Imperio. También hay exteriores de mansiones como la de los Caballero, la de Adriano o Plutarco o ruinas en las que se citan los protagonistas.

La iluminación tanto interior como exterior es muy buena y eso se agradece visualmente.

La musicalización corre en buena parte a cargo del propio protagonista que en su vida real es además cantante y lo hace francamente bien. Él abre cada capítulo con la canción que lleva el nombre de la telenovela. Además ambienta las escenas románticas con Helena, mediante la balada "Solo tú" y tiene además otros temas más casuales.

Lucero entona el tema de cierre "No me dejes ir", acostumbrada a cantar si puede en las producciones. Mariana Seoane canta aunque sonando de fondo, "La malquerida", otra versátil artista que puede permitirse las dos facetas. Patty Navidad entona también alguna canción.

El vestuario es de lo más apropiado y formal.  Mucho traje y corbata para ellos y mucho tacón y vestido ajustado para ellas, diferenciando obviamente la psicología y estatus social de cada personaje. Así Mimí lleva botas camperas, faldas vaqueras y gorro de cowboy, ya que ella es muy campechana y regional,  mientras Rebeca al ser seductora viste cortos y ajustados vestidos al igual que Marcela viste más sencilla y recatada al ser humilde y madre de familia, por poner ejemplos.

Mi valoración completa sería de 10, por la trama, lo que me aportó, llenó e hizo feliz, además de lo que me hizo reír y enterneció.

CRÍTICA REALIZADA POR ROCÍO

-PAÍS: España-

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