¿QUÉ FUE DE...? Natalia Esperón

Debutó en el género con éxito, como Paola, la protagonista de Agujetas de color de rosa, producida por Televisa entre 1994 y 1995. Tras una participación especial en La antorcha encendida (1996), siguió protagonizando historias como No tengo madre (1997), Rencor apasionado (1998), El niño que vino del mar (1999) o Por un beso (2000).

Tras un paréntesis de cinco años, en los que se dedicó a su familia, en el 2005 volvió al género con un personaje de reparto en La esposa virgen, producida por Televisa ese año. Se centró a continuación en el cine y en las series para incorporarse, ya en el 2009, a la recta final de En nombre del amor. Tres años después, en el 2012, se convertía en Adriana, la hermana de la protagonista de Amores verdaderos. Esta es su última telenovela hasta la fecha. También su último proyecto profesional.
¿Qué ha sido de ella en los más de cinco años transcurridos desde que terminaron las grabaciones de su última telenovela? Centrada en su familia –tiene un hijo veinteañero y dos gemelos de quince años, fruto de su matrimonio con Pepe Bastón, actual marido de Eva Longoria-, Natalia ha tenido que hacer frente a un problema de salud que le ha dado bastante lata: se sometió a una liposucción en las piernas que le trajo varias complicaciones y que la obligó a pasar nuevamente por el quirófano. Tuvo también problemas de cervicales. En una entrevista concedida hace unos meses a una popular revista mexicana, de la que he extraído la imagen que acompaña a esta entrada, se declaraba lista y con ganas de volver al género. Estoy convencido de que la veremos de nuevo muy pronto, pues pese a los problemas de salud que la han mantenido apartada de las telenovelas en los últimos años, su nombre sonó como posible protagonista de Quiero amarte. Más recientemente, se comentó que había hecho casting para ser la villana de Sin tu mirada y hace apenas unos meses un conocido programa de radio mexicano comentó que había hecho las pruebas para convertirse en la villana de Like, lo nuevo de Pedro Damián.
La recuerdo especialmente por sus dos últimas incursiones en el género: En nombre del amor y Amores verdaderos. Debo decir que me parece una actriz muy natural, con una sólida trayectoria que la avala. Ojalá vuelva con un personaje a su medida, como protagonista o villana de una historia que le permita disfrutar de nuevo de este género.

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