CRÍTICA: "La ley del corazón" (T1) (RCN, 2016-2017)

La crítica la elogió desde su estreno en Colombia, a finales de 2016. Su trasfondo, un prestigioso despacho de abogados, me llamó la atención, por ser algo que rompe con lo habitual en el género. Conocer a parte del elenco también propició, en cierta manera, que me animase a verla.

El 10 de julio, coincidiendo con su estreno en Nova, comencé a ver “La ley del corazón”. La seguí a mi ritmo, por internet, y la terminé tres meses después, el 11 de octubre. Os cuento en esta crítica qué me ha parecido esta historia.

[¡OJO! Si estás viendo esta telenovela o tienes pensado hacerlo, quizás no deberías leer esta crítica. Puede contener ‘spoilers’ que hacen aconsejable su lectura después de haberla visto].

SINOPSIS

Julia Escallón (Laura Londoño) es una joven abogada de familia que prepara, ilusionada, su boda con Camilo Borrero (Sebastián Martínez), uno de los abogados penalistas más populares de Bogotá. Cuando todo parece perfecto y Julia y Camilo están a punto de darse el ‘sí, quiero’, la Policía interrumpe en la iglesia para llevarse detenido al novio. Parece ser que Camilo ha matado a una prostituta con la que había pasado la noche anterior al enlace.

*Logotipo de la telenovela.

Desolada, Julia encuentra apoyo en Pablo Domínguez (Luciano D’Alessandro), uno de los socios de Cabal-Ortega-Domínguez y asociados, para muchos el mejor bufete del país, con abogados expertos en Derecho de familia y Derecho penal. Pablo, al que había conocido por casualidad el día anterior, justo cuando este se dirigía a firmar su divorcio, se convierte en su mejor apoyo, ofreciéndole días más tarde trabajo en su firma, aprovechando que Julia ha pedido una licencia por dos meses a su antigua jefa, pues pensaba disfrutar durante ese tiempo de su matrimonio.

En Cabal-Ortega-Domínguez y asociados, Julia descubrirá un equipo de profesionales, con personalidades muy diferentes, pero que tienen en común su pasión por el Derecho. Por sus oficinas pasan diferentes casos basados en la realidad social, cultural y jurídica de Colombia.

Los casos del bufete servirán como telón de fondo a la historia de amor de Pablo y Julia y a las diferentes relaciones personales y sentimentales de los abogados de la firma.

DATOS Y TRÁILER

131 capítulos. RCN (Colombia), 2016-2017. Productor: Fernando Gaitán Salom. 

PERSONAJES y ACTUACIONES

Como se puede deducir por la sinopsis que acabáis de leer, esta telenovela cuenta con una serie de personajes fijos, que son los abogados de la firma y en algunos casos sus cónyuges, y decenas de personajes eventuales, por así decirlo, que son en su mayoría los clientes, los jueces o las víctimas de algunos de los casos.

*Laura Londoño es Julia Escallón.

Laura Londoño y Luciano D’Alessandro encabezan la lista de personajes fijos, como Julia y Pablo. Julia es una joven abogada que ha sabido abrirse hueco demostrando lo buena profesional que es y sin usar su apellido, el de uno de los juristas más destacados del país. Su entrega a lo que hace y su independencia hacen ver en ella una protagonista diferente, lo que se confirma, entre otras cosas, con sus momentos de torpeza o su insaciable apetito. Julia es una protagonista atípica, sí, aunque en el desarrollo del guion no han sabido mantener la independencia del personaje, condenándolo a errores que para mí no trasladan ese mensaje de mujer moderna que se pretendía trasladar.

*Luciano D'Alessandro es Pablo Domínguez.

Pablo, por su parte, es la versión masculina de Julia. Es un tipazo y lo demuestra no solo con la paciencia que le tiene a su exmujer, sino también con el cariño que les tiene a los hijos de esta, fruto de un matrimonio anterior, y a los que considera sus propios hijos, lo que lo hace también a él un protagonista atípico. Como Julia, también tiene sus errores, aunque en el caso de Pablo esos pequeños errores sí que humanizan aún más al personaje.

Laura ha vuelto a demostrar que le sobra talento, llevando a Julia con muchísima naturalidad y elegancia lo mismo puede decirse de Luciano, con el que ha conseguido una gran química, que pudo haber sido potenciada por los guiones, pero de eso ya hablaré después.

Sebastián Martínez es Camilo, el tercero en discordia. Me costó cogerle el punto a Camilo, pero una vez que el personaje comienza a desarrollarse, se ve en él un villano diferente, un tipo normal y corriente que malmete a base de sutilezas, ironías y mentiras. Un buen abogado, sí, pero que ejerce la profesión buscando fama, con el cliente en segundo plano. Sebastián hace un gran trabajo y pese a que el personaje se presta tanto a la sobreactuación como a la caricaturización, él lo controla sin problemas con mucha naturalidad.

*Carlos Benjumea interpreta a Hernando Cabal.

Junto a Pablo, nueve son los abogados que conforman Cabal-Ortega-Domínguez y asociados. Por seguir un orden congruente con el nombre del despacho, comienzo con Carlos Benjumea, que interpreta a Hernando Cabal, fundador del despacho y jurista de reconocido prestigio. Ha sido un placer volver a Carlos en una telenovela y comprobar cómo, pese a sus problemas de salud, disfruta en cada escena. Me alegró ver también que conforme la historia avanza cada vez se le ve más de pie y menos en su silla de ruedas, lo que me lleva a pensar que el rodaje de esta telenovela tuvo que ser para él una buena medicina.

Hernando es el fundador de un despacho que encuentra en Nicolás Ortega su segundo socio. Iván López se mete en la piel de este abogado, tan apasionado por el Derecho penal como por las mujeres, lo que le lleva a situaciones de todo tipo. Con Nicolás me he reído muchísimo, en particular con sus piropos hacia las mujeres, algunos en serio y otros en plan de broma, y con los consejos sentimentales que da a sus amigos y compañeros de despacho. No conocía a Iván, que ha sido un gran descubrimiento. Ha dado una chispa al personaje que otros no hubieran sabido darle.

Junto a Cabal, Ortega y Domínguez se encuentra otra socia: María del Pilar Garcés, interpretada por Mabel Moreno. María del Pilar es una mujer decidida, valiente, comprometida con la lucha por la igualdad y la defensa de las mujeres en temas como la violencia de género o el aborto. Un personaje muy interesante, posiblemente el único personaje femenino que sí es independiente y moderno. Tampoco conocía a Mabel, otro gran descubrimiento. Magnífica la química que ha conseguido con Iván López.

*Lina Tejeiro da vida a Catalina Mejía.

La plantilla del despacho se completa con seis abogados más. Lina Tejeiro es Catalina Mejía, una mujer diferente a María del Pilar, con más sentimiento que razón, lo que le ocasiona diversos problemas. Me he reído y he sufrido casi a partes iguales con Catalina, muy bien llevada por Lina. Lo mismo me ha ocurrido con Alfredo, al que da vida Rodrigo Candamil. Un hombre con demasiada razón y poco sentimiento, que es todo un personajazo. Con él me ha pasado como con Cata, me ha hecho reír y he sufrido por sus decisiones poco acertadas. Lina y Rodrigo se han lucido, demostrando una gran complicidad, aunque el guion la ha explotado de una forma muy dosificada.

Quienes también han demostrado una gran complicidad son Manuel Sarmiento y Yesenia Valencia, que interpretan, respectivamente, a Iván y Rosa. Dicen que en todas las familias hay algún garbanzo negro, y en la familia de los que forman parte de este despacho eso es algo que les toca a estos dos. Iván y Rosa son el arquetipo de personas muy religiosas, con una ideología conservadora, que predican una serie de valores que sin embargo ellos no tienen. Manuel y Yesenia sacan adelante a sus personajes sin dificultad, lo cual en el caso de Yesenia tiene aún más mérito, ya que viene de hacer personajes con un punto más cómico, como su Stella de “Bloque de Búsqueda”.

*Mario Ruiz es Elías.

Mario Ruiz, como Elías, y Juan Pablo Barragán, como Marcos, completan el plantel del bufete. De nuevo, dos abogados con un carisma tremendo, con los que te ríes mucho, tanto por sus ocurrencias como por todo lo que les ocurre. Ambos están, simplemente, geniales.

Os decía que Cabal-Ortega-Domínguez y asociados es como una familia, con Hernando como padre, los abogados como hijos y Carmen, la secretaria polivalente, como la madre. La primera actriz Judy Henríquez da vida a esta dicharachera mujer, otro personaje al que se le coge cariño y que esta gran actriz borda.

En el entorno de los abogados y más o menos fijos, se encuentran personajes como Jimena (Carolina Acevedo), la exmujer de Pablo, ‘a priori’ una villana de las de toda la vida, aunque con el paso de la historia su personaje se va desarrollando y al final se entiende por qué actúa como actúa. Carolina está genial, igual que Helena Mallarino, que interpreta a María Cristina, la disparatada madre de Julia. Mucho me he reído con ella. Otros nombres que deben ser destacados son los de Victoria Góngora, como Isabel, la mujer de Elías; Johan Velandia, como Álvaro, amigo de Julia y prestigioso diseñador, o Luis Fernando Bohórquez, como Miguel, el novio del anterior, algo con lo que han abordado la homosexualidad, aunque teniendo en cuenta el tipo de historia, a nivel de guion podrían haber dado mucho más juego. Mención positiva también para María José Martínez, que interpreta a la dura fiscal Silvia López, otro personaje que me ha gustado mucho.

*Luciano, junto a María Fernanda en una escena.

Junto a este elenco fijo se encuentra una larga lista de nombres de actores y actrices que interpretan a clientes, jueces, víctimas... Son decenas y si entro a comentarlos uno a uno, esto se haría eterno. Voy a destacar a dos que me marcaron mucho: María Fernanda (el transexual interpretado brillantemente por la actriz Juana del Río) y Eloísa (una madre que trata de vengarse de un doctor a raíz de una mala praxis de este que ha ocasionado que su hijo se quede postrado en una cama, un personaje cargado de emociones con el que Andrea Gómez brilló). Este elenco eventual, por llamarlo de alguna manera, es un aspecto muy interesante de la telenovela, que permite que pasen por ella nombres de la talla de Margalida Castro, Jorge Enrique Abello, Amparo Grisales, Geraldine Zivic, Carla Giraldo, Consuelo Luzardo…  

Un elenco, en definitiva, muy bien elegido, con un ‘casting’ muy solventes, tanto en lo que a personajes fijos como en lo que a eventuales se refiere.

PERSONAJES Y ACTUACIONES [2/2]

TRAMAS

Argumentalmente “La ley del corazón” tiene un esquema poco visto en el género. En un primer nivel,  una serie de tramas que se prolongan a lo largo de toda la telenovela. Son, en esencia, las tramas personales de los abogados. En un segundo nivel y de forma paralela al primero, se suceden decenas de tramas que se prolongan durante un determinado número de capítulos y que se corresponden con los distintos casos que llegan al despacho.

*Pablo y Julia conversan en una escena.

Entre las primeras se encuentran, por citar algunas, la trama amorosa entre Pablo y Julia, con Camilo como tercer vértice de un triángulo complicado; la particular relación entre Catalina y Alfredo o el tira y afloja constante que mantienen María del Pilar y Nicolás. Son tramas que al principio parecen bien pensadas y que resultan interesantes, pero que acaban por volverse pesadas. No solo no se avanza en ninguna de ellas durante decenas de capítulos, sino que se enredan innecesariamente con personajes que van saliendo casi de la nada, como si de un alargue de cualquier telenovela se tratase. Como sabréis, “La ley del corazón” es una historia que en su día comenzó a escribir Mónica Agudelo. Falleció dejándola inclusa y fue su hermano Felipe el encargado de retomar y concluir el proyecto de Mónica. No sé si realmente será por esto o haya otra cosa que lo explique, pero lo que sí que es cierto es que la historia, y en particular, las tramas personales de los abogados, avanzan a buen ritmo durante los primeros cuarenta capítulos para después estancarse hasta prácticamente el final. No entiendo ese corte tan brusco en el ritmo, pero no es lo único que no entiendo de esta telenovela… Es incomprensible que una trama que prometía mucho, la del asesinato de Patricia, quede también en ‘stand by’ hasta los últimos capítulos, resolviéndose de una forma muy facilona y predecible, para todo el follón que montaron en torno a ello.

*Camilo y Julia en un momento romántico.

Es también muy triste ver cómo Julia, por muy torpe que sea, decide volver con Camilo después de saber que este la engañó el día antes de su boda con una prostituta a la que es posible que haya matado. Hay quienes hablan de que esta telenovela tiene un mensaje interesante sobre las mujeres, en el sentido de que presenta personajes femeninos independientes y modernos. No lo dudo, véase el caso de María del Pilar, pero el mensaje que traslada Julia de que una infidelidad como esa es perdonable y que se puede seguir como si nada, no es ni de una mujer independiente ni de una mujer moderna. Una mujer moderna e independiente hubiese mandado a volar a Camilo desde el capítulo dos. Pese a esa terquedad o torpeza, como se quiera ver, que tiene Julia, sí que debo reconocer que su historia con Pablo resulta bonita, a su modo, con ese tira y afloja que mantienen prácticamente hasta el final, con sus piropos camuflados, sus celos, sus enfados y Jimena, la ex de Pablo, que da muy buen material argumental. La historia entre Julia y Pablo tiene su punto, gracias también a esa química que tienen Laura y Luciano.

Lo mismo me pasa con la relación entre Catalina y Alfredo. Tiene su aquel, aunque avance poco o nada, debido en parte a Andrés. Tiene su aquel porque es gracioso ver cómo Catalina, tras llevar años enamorada de Alfredo sin que este mirase para ella, se anime a empezar una relación con Andrés (lo que me parece fantástico y muy de mujer moderna e independiente), provocando justamente que Alfredo se dé cuenta de todo lo que Catalina sentía por él y de qué él también siente cosas por ella. Tengo ganas de ver cómo avanza su historia en la segunda temporada después de ver cómo terminan en esta primera parte.

*María del Pilar y Nicolás, conversando en una escena.

Otro tanto se puede decir de María del Pilar y Nicolás. Insisto, para mí María del Pilar es la única mujer verdaderamente moderna e independiente que tiene la historia. Ha vivido en un tira y afloja constante con Nicolás que no ha tenido frutos, de momento, pero que ha sido bonito, incluso cuando se ha visto entorpecido por personajes como Ángel, el ex de ella. Habrá que ver qué pasa.

Más allá de estos personajes, y sin salir de Cabal-Ortega-Domínguez y asociados, me han parecido muy interesantes la trama entre Elías e Isabel, con la infidelidad como eje, aunque Elías, a diferencia de Camilo, se muestra sinceramente arrepentido de haberle sido infiel a su esposa, lo que hace que Isabel lo perdone, aun cuando a partir de ahí pierda cierta confianza hacia su marido y lo que hace o deja de hacer baje, lo que por otra parte es totalmente lógico. Aplaudo también que hayan mostrado que es posible encontrar y disfrutar del amor en la tercera edad a través de Carmen y Antonio, que lo viven sin tapujos.

Echo en falta, sin embargo, que se hubiese abordado mejor la historia de Iván y Rosa. Por momentos ha parecido solo pasión, luego resultó que había también amor y al final, Rosa ha sido la gran perdedora (quienes la hayáis visto, sabréis de qué hablo). Iván ha salido impune, no solo de lo que ha hecho con Rosa, sino también de todos los chanchullos, ilegales, que ha llevado a cabo para beneficiar a sus clientes.

*Nicolás, Alfredo y Pablo, conversan en el 'fumadero'.

Sin dejar las tramas personales, que conforman ese primer nivel del que os hablaba, me gustaría destacar algo en lo que la telenovela incide, que es el valor de la amistad, de lo bueno que es tener personas más o menos afines a ti, como se muestra aquí tanto con grupitos como el de Pablo, Alfredo y Nicolás o el de Julia, María del Pilar y Cata, como a nivel del despacho, con el buen rollo que reina entre los abogados, pese a sus personalidades tan diferentes.

Sin ser del grupo de los abogados, me quedo también con las alocadas tramas de María Cristina, la madre de Julia, que tan buenos momentos me ha hecho pasar.

En el segundo nivel se encontrarían las tramas relacionadas con los casos que llegan al despacho y que transcurren de manera paralela a todo eso de lo que os he hablado. Observo también que las tramas de este segundo nivel que se desarrollan en los primeros cuarenta capítulos tienen un mejor ritmo que las que vienen después. No obstante, la regla general es que un caso se resuelva entre cuatro y siete capítulos, salvo alguno que se ha extendido algo más. Tanto en los primeros cuarenta capítulos como en los noventa que les siguen hay casos muy interesantes, bien por la forma en la que se cuentan, con pequeños

*Elías, 'sufriendo' con su clienta Afrodita.

giros que los hacen todavía más atractivos (el caso del hombre que decide divorciarse de su mujer después de treinta y dos años de casados porque no la aguanta; el caso del hombre que asesina a un médico instigado por su amante o el caso del amigo de Nicolás, que mata accidentalmente mientras juega con un arma a uno de sus amigos, por ejemplo). Hay casos muy cómicos (el de Afrodita, su marido y la productora de porno, por ejemplo) y hay otros muy duros desde un punto de vista emocional (el del transexual que desea reconocer a su hijo; la amiga del María del Pilar, que sufre malos tratos por parte de su esposo o el de la mujer que desea adoptar a la hija de su pareja porque esta está gravemente enferma). Todos estos casos ponen de relieve –y aquí está, para mí, el auténtico valor de esta telenovela- problemas del Derecho y del sistema judicial colombiano, muchos de los cuales podrían ser extrapolables a otros ordenamientos jurídicos.

De esta forma, puede sorprender que en Colombia solo se puede abortar siguiendo un sistema casuístico (malformaciones del feto, violación, peligro para la vida de la madre…) y el aborto voluntario siga siendo considerado delito. Me quedo con la reflexión que al respecto hace María del Pilar: es injusto que la ley anule la voluntad de las mujeres embarazadas y las obligue a tener a sus criaturas. Sorprende también que la homosexualidad siga siendo causa de divorcio, aunque tanto en lo del aborto como en lo de la homosexualidad, en España vamos un poquito por delante desde hace un puñado de años, como quien dice.

*Con Marcela y Josefina se trata la adopción homosexuales.

Me parece genial que hayan abordado temas tan dispares como las adopciones por parte de homosexuales, las lagunas jurídicas a las que puede dar lugar el cambio de sexo de una persona o la gestación subrogada, que muestran una realidad del Derecho que con cierta pena comenta Julia al hilo de uno de los casos: la ley siempre irá por detrás de los cambios sociales cuando debería ser al revés, lo que no dejará de generar problemas nunca. Hablando de realidades, me quedo también con otra reflexión que hace Alfredo sobre algo que ocurre en prácticamente todos los países: deberían ajustarse las posibles diferencias entre pena impuesta y pena efectivamente cumplida antes de poner al individuo en libertad (aunque sea libertad condicional).

Es también muy positivo que se lancen mensajes sobre cuestiones como la necesidad de que las víctimas de violencia de género venzan el miedo que suelen tener a denunciar a su agresor o que se muestren casos en los que la justicia no funcionó todo lo bien que debiera, algo que ocurre con cierta frecuencia, y que lleva, como se ve en uno de los casos, a encarcelar y dejar sin opciones a una persona totalmente inocente, acusada del abuso sexual a dos niñas.

*Alfredo defiende en un juicio a María Cristina y sus amigas.

Me gustaría también, si algún abogado colombiano lee estas líneas, que me confirmase algo que me ha encantado, que es el tratamiento de doctor que reciben los abogados, a los que sus clientes se dirigen con una cortesía tremenda, impensable en España, donde salvo las personas mayores, el resto tutea a su abogado aunque sea la primera vez que vaya a verlo y cortesía suelen mostrar la justa. Han hecho un buen trabajo mostrando también que el abogado no es Dios y que a muchas veces se gana, pero también hay ocasiones en las que se pierde. Me parece también muy positivo algo que se traslade al público algo que todos los abogados mencionan alguna vez a lo largo de la historia: vale más un mal arreglo que un buen pleito. Hay cosas que pueden arreglarse fuera de los juzgados, invirtiendo menos tiempo y dinero, a través de conciliación, mediación y otras fórmulas.

Sin dejar de hablar de los casos, hay quienes han criticado que se vayan desarrollando varios a la vez. Personalmente, no lo veo mal. Es un poco la realidad de cualquier despacho de abogados. Solo abogados de grandísimo nivel se pueden permitir llevar un caso de cada vez; el resto lleva decenas de casos de manera simultánea. Entiendo que pueda llevar a confusión, porque yo mismo me he liado con algunos nombres, pero presentar y desarrollar los casos de uno en uno no tendría mucho sentido y se hubiese traducido en una telenovela kilométrica.

*Cata, Julia, Iván, Rosa, Alfredo y Pablo, en una escena.

Mientras que cuestiones como estas de las que os vengo hablando se reflejan con cierta verosimilitud, hay otras que chocan un poco. Para empezar, los juicios se convocan rapidísimo, incluso los más complicados y en la vía penal lo que aquí vendría a ser la fase de instrucción, que suele durar algunos meses, allí se resuelve en poco tiempo, salvo en el caso de Camilo, con cambio de fiscal incluido, un caso que sin embargo, como muestra el final, era bastante fácil de resolver. Me sorprende también, y apelo de nuevo a si algún abogado colombiano lee esto, que no opere ningún sistema tipo Lexnet, que es el que se usa en España y que pese a sus fallos y la nula seguridad que ofrece en materia de protección de datos, sí que permite al abogado no tener que ir al juzgado o tribunal a recoger sus autos, sentencias y demás.

Las tramas de ambos niveles, con esa diferencia de ritmo ya mencionada, conducen a un final en el que el primer nivel toma el control, con los abogados y el despacho como protagonistas. Un final muy bien resuelto, con el que podrán disculpar que algunos actores no sigan en la segunda temporada, y que espero que dé pie a que en esos nuevos capítulos que verán la luz en 2018 se desarrollen mucho más las tramas personales de este grupo de abogados. Ahora bien, ¿es necesaria la segunda temporada? Tal y como termina la primera, sí. El espectador se queda con ganas de saber qué va a ser de esta gente, con un final que está pensado precisamente para eso.

Reservo para terminar este apartado, y como suele ser habitual, una cosa extraña. ¿Por qué desaparecen personajes? Sí. Mariela, la limpiadora del despacho que además protagoniza un caso, desaparece después de que se cierra ese caso (no así su compañera, que sigue trabajando). Lo mismo pasa con una novia que Alfredo le presenta a Cata en un restaurante y de la que ni se vuelve a hablar ni a saber nada, y con Alejo, el amigo de Nicolás, que huye de Colombia y del que no se vuelve a saber nada más, dejando una trama abierta que espero que resuelvan en la segunda temporada.

[TRAMAS: 3,2/5]

MÁS COSAS

RCN es una productora que cuida todo lo que hace y esta no es la excepción. No tengo nada que objetar a las localizaciones, en general muy bien elegidas, usando incluso salas de juzgados y tribunales reales, lo que da un plus a la telenovela. Han apostado también por interiores reales de casas, como las de los protagonistas, y de apartamentos, como el de Jimena, que me encanta con ese ascensor directo a la vivienda, o el de Camilo, que tiene un toque moderno muy interesante.

*La recepción del despacho, construida con decorados.

Me han sorprendido gratamente con los decorados. Aunque no lo parezcan, las oficinas de Cabal-Ortega-Domínguez y asociados son un decorado. Un decorado, eso sí, muy bien construido, desde la recepción hasta cada uno de los despachos de los abogados, en los que se ha jugado con ‘chromas’ para recrear las ventanas y lo que se ve a través de ellas. Es difícil que el ‘chroma’ quede bien, pero en este caso es así.

Sobre el vestuario, nada que criticar. Han elegido trajes muy elegantes para los abogados y vestidos al mismo nivel para sus compañeras. Trabajando en un despacho como Cabal-Ortega-Domínguez y asociados, es lógico, ¿no?

Un punto muy a favor de la historia es, sin duda alguna, su musicalización. Es un aspecto que han trabajado a conciencia, desde cada uno de los ‘soundtracks’ instrumentales hasta los distintos temas que acompañan a los personajes. El tema principal, “Me llamas”, de Piso 21, le queda como anillo al dedo. 

Un tema sobre el que han hecho una especie de videoclip con el elenco, que os dejo justo encima de estas líneas. Del resto de la decena de temas que componen la banda sonora de la telenovela, me quedo con “Si dejo de creer”, de IndiviDúo, una canción espectacular, y “Un nuevo corazón”, de Sebastián Luengas y David Botero, una balada que es también preciosa.

Termino aplaudiendo dos cosas. Una, algo que sabéis que siempre defiendo: no hay censuras. Se escuchan palabras del tipo de “fornicar”, “maricón” o “follar”, que otras productoras hubiesen silenciado pese a figurar en el guion.

La otra tengo que explicárosla un poco más. Vi la telenovela tal y como se emitió en RCN. Para facilitar que la gente con problemas legales acudiese a un abogado, la producción seleccionó a varios profesionales y creó una web, que ahora ya no está operativa (www.laleydelcorazon.com) en la que estos profesionales asesoraban a todo aquel que lo necesitase. Una buena iniciativa, aprovechando que la telenovela tiene ese trasfondo jurídico.

                                                                                                                                         [MÁS COSAS: 3/3]

*El elenco y Piso 21, en la presentación a los medios.

Una telenovela con un elenco sólido, muy bien elegido y una realización magnífica. El único inconveniente que se le puede poner a la historia es la falta de ritmo en las tramas personales de los abogados, que se estancan innecesariamente y plantean situaciones que parece que solo buscan alargar sin contar nada. Realmente, en el plano argumental, lo más destacado y por lo que merece la pena verla es por los casos que se suceden en el bufete y que abordan situaciones inspiradas en la realidad social de Colombia, muchas de las cuales pueden darse en cualquier país.

Habrá que ver qué depara la segunda temporada. Yo me apunto para verla.

                   -PUNTUACIÓN FINAL: 8,2-                                       

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