En declaraciones a Vertele, Sergio Calderón, director de
Divinity y Energy y capitán de la desaparecida LaSiete, daba una noticia que a
mí, personalmente, me ha alegrado.
Vamos por partes…

Con el cierre del canal, pasó lo que
muchos temíamos: las telenovelas que se quedaron empezadas, ahí se quedaron. No
se subieron a internet, ni se trasladaron a otros canales. Eso pasó con las
empezadas, pero, ¿qué iba a ocurrir con las que habían comprado y no habían
emitido y, especialmente, con el contrato de exclusividad? Era la pregunta del
millón. Únicamente se emitió “Avenida
Brasil” en Cuatro, con el fin de rentabilizar la compra de esos derechos
(que son mucho más caros que los de cualquier telenovela mexicana o
estadounidense).
Volviendo al contrato, hubiera sido
una absurdez mantenerlo sin un canal al que destinar esos contenidos (podrían
haberlo hecho, también, con el solo fin de fastidiar a Nova y evitar que
comprase ciertas telenovelas), así que han optado por la mejor decisión:
rescindir.
Con ello, ahora Nova (y TVE y
cualquier otra cadena que quiera) puede adquirir, con libertad, las telenovelas
de Televisa, incluyendo aquellas que LaSiete iba a emitir y de las que he
hablado antes. Comentar también que Nova tiene ese mismo contrato que tenía
LaSiete firmado, en su caso, con Telemundo.
De todo esto se deduce una cosa clara:
si quiere, Nova podría ofrecer lo mejor de cada casa a lo largo de las próximas
temporadas. Si quiere, claro.
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