GRANDES VILLANAS: Josefina Álvarez de Monterrubio

¿Se imagina estar casándose con su nueva pareja y que la anterior aparezca, arma en mano, a dispararle, a usted y a él o ella a la salida de la iglesia? Y que encima lo haga disfrazada de monja…

Aunque pueda sonar extraño y difícil de creer, eso mismo pasó en una telenovela, más en concreto, en “Cuando me enamoro”, gracias a una grandísima villana interpretada por Rocío Banquells y que respondía al nombre de Josefina (Fina) Álvarez de Monterrubio.

Josefina (conocida de joven como Pepa) empezó a hacer maldades desde el primer capítulo de la telenovela, en el que se roba a la hija de su archienemiga Regina Soberón (Julieta Rosen). Daba la casualidad de que Josefina y Regina habían dado a luz el mismo día, trayendo al mundo a dos niñas hijas del mismo padre. Así, mientras la de Regina era la hija legítima (por ser Regina la esposa), la de Josefina era la bastarda (por ser la amante). Ni corta ni perezosa se cargó al tal Roberto (el padre de las niñas), se robó a la otra niña y se fugó con ella.

Consiguió encontrar a Gonzalo (René Casados) con el que se casó y crió a sus hijas, dando más amor a la propia (tanto que llega a matarle al novio, al considerar que era poco para ella) y desprestigiando constantemente a la hija ‘robada’.

El azar hace que las vidas de Regina y Gonzalo se crucen y que Gonzalo se enamore de ella. A partir de ahí comienza toda una serie de batallas entre ambas, que tienen su punto culminante en esa gloriosa escena del tiroteo a la salida de la iglesia.

                                               *Varias escenas gloriosas del personaje.

Que Josefina estaba completamente loca no era un secreto para el espectador. Era tremendamente bipolar. Su final, como el de toda villana que se precie, fue cruel: encerrada en un manicomio y lamentándose por su último asesinato, quizás el único que le dolió cometer.

No es de extrañar que Rocío Banquells se llevase el Premio TvyNovelas de aquel año como Mejor Actriz Antagónica.