Siempre que ando por casa a eso de las
ocho de la tarde me gusta sintonizar con Nova para ver lo que se pueda de “Amarte así, Frijolito”. Fue una
telenovela que vi ya en 2005 y que me evoca muy buenos recuerdos. Una historia
muy bien contada, para todos los públicos y que toca además temas tabúes como
las drogas o los embarazos no deseados entre los adolescentes.
Si tuviera que quedarme con un
personaje de la trama lo tengo más que claro: Lucrecia Villagarcía. ¿Por qué?
Pues muy sencillo… Es una villana de esas a las que se debe tener miedo, con
una personalidad similar a la de Carlota Espinoza de los Monteros aunque, eso
sí, Lucrecia no llega a matar a nadie.
Lucrecia Villagarcía es un personaje
magistralmente interpretado por la actriz argentina Marita Ballesteros, una
actriz con una larga trayectoria en cine, televisión y teatro y muy conocida al
otro lado del charco.
Volviendo al personaje, Lucrecia es
una de esas villanas muy logradas. Es, para empezar, una mujer resentida con la
vida que ha perdido a Corina, una de sus dos hijas, cuando esta estaba dando a
luz a su segunda hija. Fruto de esa desgracia le toca encargarse de la
educación y cría de Daniela y Dulce, sus nietas, maltratando ferozmente a la
segunda al considerarla la responsable de la muerte de Corina.
Es algo que no queda claro en la
historia y no se llega a saber si sucede antes de que muera Corina o después
(imagino que fuera después), pero Lucrecia se enamora hasta rozar el límite de
la obsesión de su yerno viudo Francisco (Roberto Mateos). Lo ama en silencio,
observándolo cuando está en la ducha e incluso llega a disfrazarse de Corina
para poder seducirlo (aclarar que Francisco vive obsesionado con su difunta
mujer y tiene ciertos problemas psicológico-sexuales).
Cuando Margarita (Litzy) llega a la
mansión como niñera, Lucrecia se convierte en su peor pesadilla, maltratándola,
humillándola e insultándola de manera constante dado que su adorado Francisco
se fija en la institutriz desde el primer momento.
Creo que ha quedado más que claro que
Lucrecia es una mujer completamente trastornada, posesiva, capaz de muchas
cosas por mantenerse cerca de su amado yerno Francisco.
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