El 13 de octubre se estrenará en México Papás por siempre, la segunda parte de Papás por conveniencia. Sin embargo, algunos ya hemos visto su primer capítulo ya que Vix, la plataforma de Televisa, la estrenó hace ya dos semanas para Estados Unidos. Ariadne Díaz y José Ron repiten al frente de esta historia.
Fui seguidor acérrimo de la primera parte y ya os dije que tenía mis dudas con esta segunda. Esas dudas fueron en aumento conforme iban saliendo promos y algún que otro tráiler. Aun así, quise esperar hasta el primer capítulo para ver por mí mismo si se confirmaban o no tales dudas. Lamentablemente, ha sucedido lo primero.
No tiene sentido reabrir una historia que había quedado muy bien tal y como la dejaron hace algún tiempo. Se nos vendió que sí que puede ser interesante esa reapertura ya que la historia da un salto temporal de cinco años y va a ser una segunda y última parte. ¡Anda que no insistieron con esto! Sin embargo, no tiene sentido reabrir para, en el primer capítulo, ver que todo en la vida de Tino y Aidé está patas arriba, que su modelo de negocio con Maximax está en horas flojas y que, sin tener sentido alguno, Lila se haya alejado de su padre, al que adoraba, y Emiliano siga en una silla de ruedas, pese a que cinco años atrás le vimos acabar la primera parte en pie.
No tiene sentido también que se nos venda como una continuación de la vida de los personajes sin muchos de ellos. Y no solo me refiero a los villanos de la primera parte, sino también a un par de personajes que fueron esenciales en la primera parte. A cambio, se incorporarán unos cuantos de los cuales no sale ninguno en el primer capítulo.
La realización sigue siendo buena, pero visualmente este primer capítulo no conecta con lo que se vio en Papás por conveniencia. Por poner un ejemplo, la nueva casa de Tino y Aidé no tiene nada que ver con la anterior. Que vale que se hayan mudado y que atraviesan una época de vacas flacas, pero es que se nota muchísimo que todo ella es un decorado. Tampoco entiendo por qué Pablo Alborán interpreta el tema principal. No sé si responde a un cambio de tono en esta segunda parte, pero Papás por conveniencia, aun siendo una telenovela que abordaba temas duros, era una historia que buscaba trasladar buen rollo al espectador. Sin tener nada en contra de Alborán, que es un grandísimo artista, no sé, no veo el tema principal conectado con la historia y los personajes.
Hay decepción, creo que es evidente. Aun así, le daré una oportunidad. Esperaba verla al día, pero quiero comprobar cómo se desarrolla e ir leyendo opiniones una vez llegue a la televisión lineal. Ya me iréis contando quienes la veáis.
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