MI VIDA Y LAS TELENOVELAS: Se nota que te gustan los culebrones

De vez en cuando te encuentras con cosas de tu pasado con las que no puedes evitar esbozar una sonrisa. Hace unos días volví a mi correo Hotmail, ese que llevo sin usar desde 2013. Buscaba unas fotografías que alguien me envió hace catorce años y, en el camino, me encontré con cosas para todos los gustos, entre ellas, los correos que me intercambié con Clara mientras preparaba La dama de la buhardilla.

Vayamos por partes. "¿Quién es Clara?", os estaréis preguntando. Clara era mi profesora de Lengua, aunque a ella le habría encantado serlo solo de Literatura. Fue una mujer con la que aprendí muchísimo, que hizo que me apasionara por algo que ya me gustaba, leer y escribir, y que me apoyó en esto último como pocas personas lo han hecho y de forma desinteresada. También me adentró en esto del blogueo.
Hace muchos años que no sé nada de ella, así que deseo que esté bien y que no se enfade si lee esto.
A finales de 2010 un servidor estaba rematando La dama de la buhardilla, un relato concebido especialmente para un concurso que, evidentemente, quería ganar. Spoiler: finales del siglo XIX. Cristina, una dama de la alta sociedad, está a punto de casarse, pero desaparece de un día para otro. Su futuro marido se queda echo polvo. Muchos años después, se descubre qué pasó con Cristina, quién impidió el enlace y por qué.
Esto último me estaba costando y le pedí ayuda a Clara. Tenía claro quién había desaparecido a Cristina y por qué, así como dónde iba a aparecer y de qué manera. Sin embargo, necesitaba que el lector (es decir, el jurado) tuviese pistas acerca de lo que le había sucedido a la protagonista. Hoy puede que supiera hacerlo, pero en aquel entonces era muy joven y no tenía ni la madurez lingüística ni la formación literaria de la que dispongo ahora. Se lo envié y me respondió esto:

Ojo a la posdata: "se nota que te gustan los culebrones". Clara sabía de mi gusto por este género y aunque no he releído el relato, puede que algo de telenovelesco tuviese la desaparición de Cristina o la revelación de lo que le había ocurrido. Somos lo que consumimos, y es imposible que no haya reminiscencias de ello en lo que producimos, y eso que este relato tenía un contexto histórico muy realista y trabajado a conciencia.
Casi no llego a tiempo, pero lo conseguí enviar en plazo. El resultado lo supe unas semanas más tarde. Clara fue la primera en conocerlo y en felicitarme.

Comentarios

Andrea ha dicho que…
Al final todo lo que nos rodea y nuestros gustos nos influyen en mayor o menor medida en todo lo que hacemos.
Y me has dejado con la intriga del relato jajaja