CRÍTICA: "Enamorándome de Ramón" (Televisa, 2017)

“La vecina”, allá por el 2015, me dejó un buen sabor de boca. Por eso me decidí a ver “Enamorándome de Ramón”, también producida por Lucero Suárez para Televisa, con buena parte del elenco de la primera. Me puse con este ‘remake’ de la venezolana “Tomasa, te quiero” (Venevisión, 2009) a principios de octubre. La terminé casi cuatro meses después, a finales de enero.  Esta es su crítica de rigor.

[¡OJO! Si estás viendo esta telenovela o tienes pensado hacerlo, quizás no deberías leer esta crítica. Contiene ‘spoilers’ que hacen aconsejable su lectura después de haberla visto].

SINOPSIS
*Logotipo de la telenovela.
Fabiola (Esmeralda Pimentel) y Andrea (Claudia Martín) preparan con ilusión una fiesta de bienvenida a sus padres, que vuelven a México tras un tiempo de viaje por Europa. A punto de terminar los preparativos reciben una terrible noticia: el avión en el que viajaban ha sufrido un accidente y han muerto. Días después y sin todavía haber asimilado la tragedia, don Pedro (Carlos Bracho), el abogado de la familia, les notifica que sus progenitores habían suscrito un seguro de vida por valor de un millón de dólares para garantizar su futuro y cuya beneficiaria es Juana (Marisol del Olmo), la asistenta de las jóvenes Medina.  
Ese millón de dólares revolucionará a toda la familia, con la férrea oposición de doña Hortensia (Nuria Bages), la abuela de las muchachas, a que Juana lo cobre; con Julio (Marcelo Córdoba), el tío de las jóvenes, dispuesto a hacerse con el dinero para seguir financiándose su ludopatía y con Francisco (Gonzalo Peña), el novio de Fabiola, presionándola para casarse y que le cumpla todos sus caprichos.
En medio de este panorama, Ramón (José Ron), el único hijo de Juana, llega a la ciudad huyendo de una fallida y breve relación amorosa con Sofía (Fabiola Guajardo), hija de un poderoso capo. Ser mecánico de profesión le permitirá trabajar en Medfer, con Antonio (Arturo Carmona), tío de Fabiola y Andrea, al frente. Gracias a su madre y al taller conoce a Fabiola, de la que se enamora. El sentimiento no tarda en ser mutuo pese a que con ello los jóvenes desatarán una serie de envidias y temores que pondrán a prueba su amor.

DATOS y TRÁILER

116 capítulos. México (Televisa), 2017. Productora: Lucero Suárez.

PERSONAJES y ACTUACIONES
*Esmeralda Pimentel y José Ron son Fabiola y Ramón.
Esmeralda Pimentel y José Ron encabezan el elenco de esta historia como Fabiola y Ramón. A Esmeralda la he visto como siempre. Sabéis que es una actriz que me gusta mucho desde que la descubrí hace unos años en “El color de la pasión”. Aquí saca adelante a Fabiola con mucha naturalidad pese a que los guiones y la forma en la que perfilan al personaje no le ponen las cosas fáciles. Ya hablaré más detenidamente de ello en el siguiente apartado.
José, por su parte, se mete en la piel de Ramón. Me ha gustado cómo ha llevado el personaje, que además tiene un toque norteño con el que corría el peligro de caer en la caricaturización. No ha sido así. La verdad es que José me ha sorprendido, ya que nunca lo había visto como protagonista, más allá de ‘primeros vistazos’ de algunas de sus telenovelas. Para mí, ha hecho un buen trabajo y tanto él como Esmeralda han conseguido una química muy bonita. A diferencia de Fabiola, Ramón está bastante mejor perfilado a nivel de guion, aunque los dos son personajes muy convencionales en los que se nota que tras esta historia hay un guion base hecho en Venezuela.
*Marcelo Córdoba es Julio.
Cambiando el orden de los créditos de la telenovela, me permito hablar de Julio, el que para mí es el mejor personaje que tiene la historia. Julio es el tío paterno de Fabiola y Andrea. Marcelo Córdoba interpreta a este personaje, un ludópata que lleva a ojos de todo el mundo una vida perfecta como contable, con su mujer y sus dos hijos, y que usa el juego como válvula de escape de una vida difícil, con un delicado secreto. Lo he dicho alguna vez, pero lo repito: ¡qué grande es Marcelo Córdoba! Uno de esos actores que se luce con cualquier personaje y aún más si el personaje tiene tanta miga como Julio. Es incomprensible que Televisa no le haya dado la oportunidad de protagonizar, porque es de lo mejor que tienen en sus filas.
Cerca de Julio, de Fabiola y de Ramón están dos mujeres. Una es Juana, la madre de Ramón, interpretada por Marisol del Olmo, otra actriz muy natural que hace de Juana un personaje muy tierno, al que se coge mucho cariño. Por circunstancias de la vida apenas pudo estudiar, lo que la convierte en un blanco fácil para otros personajes en cuanto cobra el seguro de vida que sus patrones suscriben a su favor. Gran trabajo el de Marisol. 
*Nuria Bages interpreta a doña Hortensia.
La otra mujer es doña Hortensia, la abuela de Fabiola y Andrea, una mujer conservadora y amargada después de que su marido la abandonase por la criada, lo que la lleva a odiar a Juana. Nuria Bages se encarga de darle vida. A esta gran actriz le ha pasado un poco lo que a Marcelo: la empresa la ha tenido siempre para secundarios y poco más. Me alegro de que le diesen esta villana que ha bordado, pese a que a nivel de guion el personaje pudo haber dado más juego.
La familia de Fabiola y Andrea se completa con Antonio, tío materno, interpretado por Arturo Carmona, otro actor que saca adelante cualquier personaje que le den, sea un villano o un buenazo como es este. Porque sí, Antonio es un pedazo de pan. Es el tío que todo el mundo querría tener, un hombre bonachón, que adora a sus sobrinas, trabajador y que pese a los problemas que tiene con su mujer, de la que está separado y con la que tiene un hijo, nunca pierde las formas. Antonio me encantó, es otro de mis personajes favoritos y Arturo forma, junto a Sachi Tamashiro, la pareja  más bonita que tiene la historia. Sachi –a la que no conocía y que ha sido todo un descubrimiento- interpreta a Margarita, abogada y tía paterna de Fabiola y Andrea. Es la versión femenina de Antonio y no es de extrañar, por eso mismo, que sean tal para cual y conformen una pareja muy pero que muy tierna, fruto también de la química entre ambos actores. Gran trabajo el de ambos, a los que espero volver a ver en otra telenovela, porque me ha gustado mucho la complicidad que tienen en escena.
*Claudia Martín es Andrea.
Sin dejar la familia Medina, me toca hablar de Andrea, la hermana de Fabiola. Claudia Martín da vida a este personaje. Una joven actriz que afrontaba con Andrea su primer personaje de peso, una tarea que ha superado con creces. Claudia es una actriz muy natural, que consigue muy buen ‘feeling’ con Esmeralda. Su historia de amor con Jorge, su primo, hijo de Julio, interpretado por Pierre Louis, otro descubrimiento, es otra de las historias de amor con las que cuenta la telenovela, aunque el estigma de que ambos personajes sean primos tiene un peso que para mí no merece. No es de extrañar que tras esta telenovela Claudia afronte en “Sin tu mirada” su primer protagónico y estoy seguro de que Pierre no tardará. Son un buen ejemplo de la cantera que tiene Televisa. Lo mismo podría decir de Iván Amozurrutia, que interpreta a Osvaldo, el hermano de Jorge, todo lo contrario a él y muy semejante a Julio. Me ha gustado cómo ha llevado el personaje Iván pese a todo por lo que pasa Osvaldo. Diego Escalona, como Diego, es el último de los primos de Fabiola y Andrea, hijo de Antonio. Siempre es agradable ver a este niño, tan risueño y tan carismático como es.
Para acabar con la familia Medina, es necesario aludir a Virginia y Roxana, las esposas, respectivamente, de Julio y Antonio. Lisset da vida a Virginia, una buena mujer, amargada un poco por el hombre que tiene al lado y un duro secreto que comparten. A Lisset siempre da gusto verla porque se luce siempre, es así. Luz Elena González es Roxana, una manipuladora, que juega con Antonio y otro hombre y que utiliza a su hijo Diego para controlar la voluntad de su marido, pese a estar separados. El personaje es interesante y Luz Elena trata de hacerlo lo mejor posible, pero le falta naturalidad. Hay escenas en las que desentona porque se ve muy sobreactuada.
*Carlos Bracho da vida a don Pedro.
En la historia tienen su peso dos abogados. El primero es don Pedro, interpretado por Carlos Bracho. Me alegra que después de su papel insignificante en “La vecina”, esta vez sí le hayan dado un personaje con recorrido argumental, que da mucho juego al descubrirse enamorado de Juana y que es un apoyo fundamental para la familia Medina. Me alegro mucho de que un gran actor como es Carlos Bracho haya regresado con un personaje interesante como lo es don Pedro.
El otro abogado es Porfirio, al que da ida Alejandro Ibarra. Me costó verlo en un papel serio después de su divertidísimo padre Vicente de “La vecina”, pero al final acabé disfrutando mucho con este noble abogado. Me alegro también de que le diesen la oportunidad de hacer este personaje pese a pasar por una crisis de la disfonía espasmódica que padece desde joven, un trastorno neurológico que le afecta al tono y timbre de la voz. Mi enhorabuena a Alejandro por demostrar que los problemas en las cuerdas vocales no tienen por qué impedirnos trabajar si nos sentimos bien para hacerlo.
En una telenovela convencional como es esta no pueden faltar los villanos, aunque me los haya dejado para casi el final. Gonzalo Peña se encarga de hacer fechorías como Francisco, el primero novio, después exnovio y posteriormente marido de Fabiola. No conocía a este actor español, pero espero volver a verlo en otras telenovelas. Aunque Francisco es un villano muy como los de antaño, Gonzalo lo lleva sin sobreactuar y de una forma creíble. Si Francisco es el exnovio de Fabiola, del lado de Ramón se encuentra Sofía, su ex, interpretada por Fabiola Guajardo. Sofía es el equivalente femenino de Francisco. Son muy parecidos. Es la primera vez que veo a Fabiola como villana en sentido estricto y me ha gustado, aunque en alguna escena se le ha ido un poco el tono del personaje. A diferencia de Sofía, que opera con el séquito de matones de su padre, un poderoso narcotraficante, Francisco se apoya en Rulo y Darío, interpretados, respectivamente, por Alfredo Gatica y José Luis Baldat, dos violentos matones de barrio. Buen trabajo el de ambos.
*Pierre Angelo y Sugey Ábrego son Benito y Adalgisa.
El punto cómico lo ponen un pequeño grupo de actores con Bárbara Torres y Pierre Angelo al mando. Pierre interpreta a Benito, el portero del edificio en el que viven los Medina, ya que toda la familia vive en el mismo bloque. Bárbara, a Luisa, la asistenta de Julio y gran amiga de Juana. Los dos son grandes actores cómicos y han sacado adelante a sus personajes sin problemas, pese a que el guion no les ha favorecido. Lo mismo puedo decir de Sugey Ábrego y Rodrigo Vidal, que como Adalgisa, la prima de Benito, y Finito, otro enamorado de Luisa, cierran una especie de cuadrado amoroso. Con lo mucho que me reí con Pierre y Sugey en “La vecina”, me hubiera gustado que repitiesen como pareja en esta telenovela, porque son dos grandes actores cómicos y tienen una química excelente que aquí no han sabido aprovechar. Rodrigo Vidal ha sido toda una sorpresa. No conocía esa vis cómica que ha puesto en Finito, un personaje que le ha quedado muy bien, aunque, insisto, el guion podía haber ayudado más.
Mención aparte merece María Alicia Delgado, que interpreta a Fredesvinda, la posesiva y hechicera madre de Benito. Mucho me he reído con esta actriz, a la que conocí en “La vecina” con un papel también cómico. Genial la complicidad que demostró con Pierre y Sugey, con los que comparte prácticamente todas las escenas.
Termino con una mención positiva para dos jóvenes a los que no conocía y una que sí. Los que no conocía son Ana Jimena Villanueva, que interpreta a Dalia, la hija de Luisa y Alejandro Valencia, como Valente, el mejor amigo de Ramón. Otros dos descubrimientos que me llevo de esta telenovela, aunque como pareja apenas los explotasen. La que sí, Fernanda Vizzuet, que cambia de registro en esta historia para convertirse en Verónica, una mujer que da mucha lata a Margarita. Con este personaje ha demostrado que puede ser una de las nuevas villanas del género, si los productores lo desean, claro está.
PERSONAJES y ACTUACIONES [1,5/2]

TRAMAS
Pese a tener un elenco solvente, el gran fallo de esta telenovela se encuentra en lo que a tramas se refiere.
*Ramón, en plena clase de conducción con Fabiola.
A diferencia de “La vecina”, que era una comedia pura y dura que tiraba casi al surrealismo, “Enamorándome de Ramón” es una telenovela clásica, de las de toda la vida. Si se quitan los teléfonos móviles y los ordenadores a los personajes, podría pasar perfectamente por una telenovela rodada en los años 90 o incluso antes.
Partiendo de esto, “Enamorándome de Ramón” cuenta no solo la historia de amor Fabiola y Ramón, sino también las de otros personajes cercanos a ellos, como pueden ser Antonio y Margarita, Jorge y Andrea, Benito y Luisa o Juana y Julio, esta última con matices, distribuyendo el protagonismo de las distintas parejas de tal manera que, por ejemplo, en una etapa en la que Fabiola y Ramón viven felices y sin contratiempos su amor, toman una mayor importancia Jorge y Andrea.
En general, salvo la de Juana y Julio, que no es propiamente una historia de amor, las historias románticas que recoge la telenovela son historias tradicionales, con los dos enamorados y alguien que intenta acabar con la pareja, ya sean Francisco y Sofía, en el caso de Fabiola y Ramón; Roxana, con Antonio y Margarita o Sara y en menor medida, Santiago, dos personajes limitados a un pequeño número de capítulos, en el caso de Jorge y Andrea. Son historias más o menos planeadas en su desarrollo, con los altibajos que ocasionan siempre los villanos. Son también historias más o menos bonitas, aunque llenas de elementos que argumentalmente no aportan nada y que causan una sensación de extrañeza y sorpresa en el espectador. Este es uno de los grandes fallos de la telenovela.
*Ramón y Fabiola, en una escapada al campo, con luciérnagas.
En consonancia con lo anterior, es sorprendente lo celosos que son el uno del otro Fabiola y Ramón cuando comienzan a salir. Llama la atención también que en una telenovela del siglo XXI la protagonista diga lo siguiente en un par de ocasiones: “Ya sé que Ramón no es de mi clase social”. Que en los tiempos que corren se siga hablando de clases sociales es cuanto menos llamativo. También hay que decir que Fabiola no es la reina de Holanda. Es hija de un señor que tiene a medias con su cuñado un taller mecánico. Y Ramón, pues sí, es un chico humilde pero mucho más trabajador y constante de lo que son algunos jóvenes con dinero, tal y como demuestra en la telenovela.
Fabiola toma determinadas decisiones que pueden justificarse en lo impulsiva que es. Sin embargo, toma otras que además de estancar su historia con Ramón la hacen parecer directamente tonta. No es posible que tras ser violada por Francisco en un momento en el que ambos personajes están casados, asegure a su hermana que no puede denunciarlo “porque es mi marido y no puedo hacerle eso”. ¿Qué mensaje se está trasladando a las víctimas de violencia  de género? Hay que denunciar, sea novio, marido o lo que sea. Solo denunciando se ataja este problema. Resulta también muy chocante que al día siguiente de ser violada comience a sentir náuseas, se haga un test de embarazo y  mientras espera el resultado piense que pueda estar embarazada de su agresor. Sí. Repito, al día siguiente de la agresión sexual.
Los guionistas no acertaron a la hora de perfilar a Fabiola, pero tampoco acertaron, además de con lo anterior, con una trama que es de lo más absurdo que he visto en años: Fabiola es detenida y encarcelada, sin opción a fianza, sin tan siquiera un juicio previo, sin nada, porque su marido la denuncia por haberle sido infiel, lo que viene a ser adulterio. 
El adulterio no es delito en México desde 2011 y antes de ese año venía siendo un vestigio en la legislación penal, sin apenas uso (aunque sigue operando como causa de divorcio). Era muy poco común, por lo que he leído, que se condenase a alguien por adulterio y tenía una pena máxima de dos años de prisión. Siguiendo con la trama, si nos ponemos a mandar a la cárcel a todos aquellos que son infieles a sus cónyuges, habría que construir decenas de nuevas prisiones. Como trama es algo totalmente inverosímil, sacada de la manga para rellenar capítulos de una forma facilona, ilógica y atemporal.
*Jorge y Andrea se besan en una escena.
La relación de Fabiola y Ramón no es la única que se estanca en torno a cuestiones que no hay por donde cogerlas. También la de Jorge y Andrea lo sufre, aunque en menor medida: al ser primos, tienen que ocultar su amor por miedo al qué dirán. Hoy en día no pasa nada por enamorarse de un primo o de una prima. No es pecado –la Iglesia no pone objeción alguna- y nada garantiza que salgan de esa unión hijos con taras genéticas. No es para tanto, aunque aquí se usa para rellenar y rellenar.
La pareja que forman Antonio y Margarita es la más coherente de las que tiene la historia, y para la que más o menos se esmeraron a nivel de tramas, evitando disparates como los que acabo de comentar.
Es también muy interesante, a nivel argumental, el juego que da la obsesión de Julio por hacerse con el dinero que Juana administra a sus sobrinas, con el fin de seguir pagándose su ludopatía. La telenovela acierta en la forma en la que refleja cómo es un ludópata a través de este personaje y sus tramas ligadas al juego, con el impacto que ello tiene en su familia. A Juana le han dado un recorrido argumental que la liga a Julio y en menor medida a don Pedro. Yo hubiese apostado más por reforzar su amistad con este último, algo que se hace un poco deprisa en el final.
En general, estas cuatro historias, pese a sus cosas raras, tienen buen ritmo narrativo.  De entorpecerlas se ocupa, junto a los ya mencionados, doña Hortensia, la abuela de Fabiola, Andrea y Jorge y madre de Margarita y Julio. Es un personaje cuyas tramas son interesantes, pero respecto al cual se deja un cabo suelto que podría haberlo hecho aún más atractivo: su marido la abandonó por la criada y en contra de lo que al principio hacen creer al espectador, el señor no está muerto. Vive y vive bien, feliz junto a la que fuese la asistenta, tal y como lee la propia doña Hortensia en un periódico. Si ese personaje vive, ¿por qué no aprovecharlo y hacer que aparezca alguna vez a ver sus nietos y a sus hijos, desatando nuevos conflictos con su exmujer y dando más juego a la historia? Incomprensible que su presencia en la telenovela se limite a ese periódico que lee doña Hortensia en un momento dado.
*Benito regala flores a Luisa, su 'changuita'.
En un segundo nivel, aunque a veces al tú por tú con estas parejas, se encuentran Benito y Luisa, que se encargan de poner el toque cómico a la telenovela, y a los que se suman en torno al capítulo 40 Adalgisa y Finito. Si la historia de Benito y Luisa prometía en un comienzo y parecía que se pondría mejor con Adalgisa y Finito, al final no ha sido así. Este cuadrado amoroso se dilata y enreda innecesariamente con un ritmo que en ocasiones es muy lento. Solo el juego que da Fredesvinda, la madre de Benito, salva determinadas situaciones y provoca alguna que otra carcajada. Fredesvinda tiene también tramas que rozan el surrealismo y que quizás por eso son muy divertidas, como sus hechizos a partir de fórmulas del tipo de “voulez-vous coûchez avec moi” o la caída de un rayo sobre su cuerpo que le permite adivinar lo que piensan los personajes o tener determinadas visiones sobre el futuro. Por cierto, Benito y Adalgisa son primos y Fredesvinda no se opone a que entre ellos pueda haber una relación, a diferencia de lo que ocurre con Jorge y Andrea y su familia. Dos ópticas diferentes de tratar el mismo asunto.
*Fabiola, Juana y Andrea, radiantes en una escena.
En conjunto, la telenovela tiene un muy buen ritmo hasta la mitad. Se disfrutan mucho sus primeros sesenta capítulos, las cosas como son. A partir de ahí el ritmo decae y las tramas se llevan de una manera que hace que verla cueste un poco más. ¿A qué se debe esto? No tengo la menor idea. Da la sensación, como espectador, de que la primera mitad fue escrita por unos guionistas y la segunda por otros, o de que la primera estaba muy bien planeada y la segunda no tanto.
Los acontecimientos se suceden hasta llegar a un final cerrado, también muy tradicional, pero que deja en el aire muchas cosas que podrían haber sido interesantes desde un punto de vista narrativo. Es incomprensible que Fabiola nunca revele a Ramón que fue violada por Francisco. No sé una pareja real cómo lo manejaría, pero en una telenovela, que se desperdicie el juego que podría haber dado que Ramón lo supiera, es algo incomprensible. Tampoco Jorge y Andrea, llegan a saber que Julio fue el responsable de que sus tierras apareciesen quemadas con un ácido, ni Juana que Julio mantenía una relación con Emilia, un personaje interesante que desaparece sin justificación alguna. Dos cosas que hubiesen ayudado en la anagnórisis de Julio, en ese momento en el que el resto del personajes lo ven tal y como es en realidad.
*Fredesvinda, en pleno ataque con sus galletas 'mágicas'.
El final contiene la muerte de uno de los villanos, a mi juicio una salida fácil para un personaje que hizo mucho daño, y prisión para otros, aunque tampoco se llega a saber, y a mí eso me hubiese gustado, cuántos años les caen a cada uno de ellos.
Normalmente termino este apartado de mis críticas con un repaso a cosas que no cuadran. A todas las que ya he señalado habría que sumar otras. Es muy raro que Rulo sea sobrino de Benito cuando Fredesvinda asegura en varias ocasiones que Benito es su único hijo. Es un caso parecido al de Macu, en “Aída”, que era sobrina de Mauricio, pese a que este solo tenía un hermano que era gay y no tenía hijos.
Me pareció horrible, por la forma en la que lo dice, que un doctor al que acude Roxana le asegure lo siguiente: “estudié para traer vidas, no para acabar con ellas”, en relación a la posibilidad de aborto que Roxana, embarazada de unas pocas semanas, le plantea. De nuevo, un mensaje muy antiguo para una telenovela que aunque no lo parezca se rodó en 2017.
TRAMAS [2,8/5]
MÁS COSAS
*Fabiola y Ramón conversan en las oficinas de Medfer.
Esta es una telenovela que apuesta más por decorados que por exteriores, muy posiblemente por cuestión de presupuesto. Los decorados están, sin embargo, mucho más trabajados que en otras telenovelas con mayores recursos económicos. Los apartamentos de Fabiola, de Julio, de doña Hortensia o de Antonio son totalmente creíbles y han tenido en cuenta que al estar en el mismo edificio, debían parecerse en las puertas, la forma, el tamaño… También están conseguidos otros decorados, como los de las oficinas de Medfer, la casa de Benito o la de Luisa. En general, no tengo nada que objetar sobre la realización, bastante buena.
Los exteriores son pocos. Excepto la nave que sirve de localización para el taller mecánico y que sale en todos los capítulos, los exteriores se reservan para ocasiones especiales o algunas tramas concretas, eso sí, muy bien seleccionados. Un servidor se queda con el bosque en el que Ramón se le declara a Fabiola y el pueblo de Veracruz al que acude Jorge en los últimos capítulos.
En lo que a banda sonora se refiere, “Algo divino”, el tema de entrada, compuesto por Jorge Domínguez e interpretado por Lupita D’Alessio le queda como anillo al dedo a la telenovela. Junto a esta canción hay otras muchas, aunque buena parte de ellas no aparecen más que en un puñado de ocasiones. No están, por así decirlo, ligadas a personajes en concreto, sino a situaciones. De entre las que se escuchan con más frecuencia, me quedo con “Dime que el amor existe”, compuesta e interpretada por Jorge Domínguez y “Solo tú”, compuesta e interpretada por Lucah. Tengo también mucha curiosidad por saber el nombre de una canción que ambienta las escenas de amor de Fabiola y Ramón y que dice algo así como “mía, mía, solo mía [...] Hacerte mía nada más”, de tipo balada y también quién la canta. Por más que lo he buscado, no he tenido suerte.
Bien los ‘soundtracks’ y muy bonito el detalle de reutilizar como tal determinados temas de la banda sonora de “La vecina”, como “Ella es”, “Esta forma de amarte” o “Enamorado de ti”, todas ellas escritas y cantas por Jorge Domínguez, que se escuchan en discotecas, karaokes o celebraciones varias como música de fondo dentro de la escena.
Respecto al vestuario, en general bien. Me sorprende, en cambio, el uniforme laboral de Ramón y del resto de mecánicos jóvenes de Medfer. ¿No les parecerá un poco peligroso andar reparando coches con un mono sin mangas y sin llevar más que una camiseta debajo, luciendo bíceps?
Termino con un detalle que me ha gustado mucho y que tengo que comentar. Me alegra haber visto a Benito, a Luisa, a Adalgisa y a Juana viajar en autobús unas cuantas veces. Como firme defensor del transporte público que soy, me alegra ver que en las telenovelas, poco a poco, se va viendo a los personajes usar este tipo de medios de transporte.
 [MÁS COSAS: 2,7/3]

*Parte del elenco, en el arranque de grabaciones.
Una telenovela que, en resumen, cuenta con un elenco muy solvente, con grandes descubrimientos y una realización muy digna, pero que falla en lo que cuenta y en la forma en la lo cuenta: varias historias de amor con buen ritmo, pero cargadas de elementos y giros sin fundamento alguno, así como detalles interesantes pero poco aprovechados. Entretiene, pero sin más.
Lamento haber ‘spoileado’ mucho esta historia. Sabéis que no me gusta hacerlo, pero espero que entendáis que no hay una forma de contaros todo lo que os he contado sin entrar en lo que ocurre en la telenovela.

-PUNTUACIÓN FINAL: 7-



Comentarios

Anabel ha dicho que…
Buenos días gafemo , yo la vi hace algunos meses creo que dos , y me gustó mucho ,buenos personajes sobre todo Marcelo Córdoba pero no es unas de mis favoritas la verdad pero estuvo bien
Altair ha dicho que…
Hola Gafemo!!
La canción que buscas está en Youtube, por si acaso no lo has visto, búscala como Hacerte mía - Enamorándome de Ramón. Lo malo que no está entera y no tiene muy buena calidad. Por lo que he leído en los comentarios, no eres el único que está buscando la canción y no la encuentra por ningún sitio.
Saludos
GAFEMO ha dicho que…
Buenas noches:

@Anabel... Estoy contigo. Está bien y entretiene pero hasta ahí. El personaje de Marcelo Córdoba es el mejor, sin duda alguna. Si le hubieran dado más peso a su historia con Juana, haciéndolos protagonistas, como ocurre en la original, otro gallo hubiera cantado.

@Altair... Gracias por tu ayuda. No lo sabía. La busqué el otro día, tras leer tu comentario, y es cierto, está como hecha con retales. Yo la busco porque además tengo la duda de si es o no Jorge Domínguez el que la canta, porque parece que sí y parece que no. Pero me da que me voy a tener que quedar con esa incógnita.

Un saludo!