Comentaba Martha Carrillo en una entrevista de hace algún tiempo que para los guionistas había tres momentos muy especiales a la hora de escribir una telenovela. Uno, el primer capítulo; otro, el último, y, entre medias, el momento de escribir el capítulo cien.
Creo que a los espectadores nos pasa algo parecido con ese capítulo cien, máxime ahora que cada vez hay menos telenovelas que alcanzan esa cifra. Hace unos días alcancé el cien de Pecados ajenos. Como muestra de lo que os decía, en estos dos últimos años he visto catorce telenovelas. De esas catorce, solo cinco tuvieron más de cien capítulos. De esas cinco, solo dos –Juegos de poder y La suerte de Loli– son actuales.
Hemos perdido el gustirrinín del capítulo cien, ese placer que da percatarse de que has dedicado cien horas de tu vida a ver una telenovela. Bueno, realmente es alguna menos. El gustirrinín del capítulo cien se conserva en producciones con unos años encima y, pese al transcurso del tiempo y las nuevas formas de producir, el gustirrinín del cien sigue siendo el gustirrinín del cien, para qué negarlo.
Comentarios
En fin, vendría siendo como el oasis de seguir una serie Turca tipo El Sultan que en 16 capítulos de 1h y 30 - 40min ya tiene tanto recorrido como las que se acercan a ese oasis. Y desafortunadamente o para bien nuestro, eso solo se da en algunas telenovelas tipo las bíblicas desde Moises y los 10 mandamientos con 190 caps de 40 - 44min en la t1 (hasta que salen de Egipto y Moises se reúne con su mujer y sus hijos. Ahora la parte buena es que son una producciones de calidad y encima con unos capítulos de efectos cinematográficos.