COSAS QUE MEJORAR EN EL GÉNERO: Más profesionales de apoyo

¿Qué puede salir mal en el guion de una telenovela ambientada en el mundo sanitario si lo escriben personas que de ese ámbito tienen unos conocimientos limitados? Sirva el vídeo que tenéis a continuación para responder a esta pregunta:

"Su hígado produce normalmente una sustancia que se llama insulina". En Médicos (Televisa, 2019), la medicina tiene sus propias reglas, muy distantes de la biología tradicional, esa que nos enseñan en el colegio y que insiste, entre otras cosas, en que la insulina la produce el páncreas. El hígado, si acaso, producirá otras cosas.

Este gazapo despertó infinidad de críticas de los profesionales sanitarios, y con razón, profesionales que ya habían puesto el grito en el cielo después de observar unos cuantos errores en la telenovela, aunque no tan flagrantes como lo de la insulina y el hígado.

¿Qué ha fallado en Médicos para generar tantas críticas? Lo que falla siempre que una telenovela gira en torno a profesionales de un determinado sector o que contempla situaciones que necesitan un conocimiento especializado. Dicho de otro modo, se puede ser un buen guionista y estar muy bien documentado, pero nunca se tendrán los conocimientos de un médico para escribir el guion de una telenovela que transcurre en buena medida entre médicos y enfermeras. ¿Y cómo se ha de solucionar esto? De una forma tan sencilla como contratando personal de apoyo a los guionistas, médicos en este caso, a los que poder preguntar cuestiones técnicas o que supervisen el guion para corregir y evitar que meteduras de pata como lo del hígado y la insulina terminen emitiéndose. ¿Por qué no se hace? Lógicamente, el médico cobra y a veces se prefiere ahorrar, aún a riesgo de que luego la historia quede en ridículo por culpa de errores tan grandes como este con el que he abierto la entrada.

Productores, si yo fuera vosotros, empezaría a contratar personal de apoyo a los guionistas. Si la telenovela va de médicos, pues médicos; si va de policías, pues policías y así con cualquier oficio que se os ocurra. De esta forma no solo se evitarán las críticas, sino que el producto final ganará en verosimilitud, algo en lo que insistía mucho un tal Aristóteles en su Poética. Quizás no estaría mal que los productores se leyesen la Poética, pero eso ya es otro tema.

¿Recordáis Bajo el mismo cielo (Telemundo, 2015)? En la telenovela se abordaban distintos aspectos sobre la legalidad e ilegalidad de inmigrantes mexicanos en Estados Unidos. ¿Leísteis alguna crítica en la que se acusase a la telenovela de no reflejar bien esa realidad, jurídica, política y, casi que también, social? Ya os lo digo yo, no. ¿Sabéis por qué? Por esto:

Una abogada, realmente una de las abogadas hispanas más prestigiosas de Los Ángeles, proporcionó asesoría legal a quienes se ocuparon de escribir el guion. No se puede escribir sobre leyes conociéndolas superficialmente, como hicieron en Derecho a soñar (BocaBoca-TVE, 2017) y más allá del gasto que comporten sus honorarios, no está de más, insisto, contar con profesionales especializados, médicos, abogados, profesores, historiadores o lo que sea que haga falta, que supervisen, corrijan y mejoren, llegado el caso, el guion de una telenovela. La crítica, los espectadores y el propio producto os lo agradeceríamos.