Hay dos profesiones que están
separadas entre sí por una línea muy delgada: actor y cantante. Muchas veces
esa línea se rompe y hay cantantes que se meten a actores y actores que se
meten a cantantes. A veces ello es para bien y el cantante triunfa como actor o
el actor como cantante, pero hay veces (y suele ser lo más frecuente) el
cantante fracasa como actor o el actor fracasa como cantante. De ello va esta
nueva sección. Recordar que aquí yo solo doy mi opinión y que habrá gente que
igual piense lo contrario. Respeto todas las opiniones y espero que se haga lo
mismo con la mía.
En esta ocasión voy a hablaros de la
faceta como cantante de uno de los grandes actores del género, uno de esos que,
a los que, con poco acierto, tratan de emular las nuevas generaciones de
actores: Arturo Peniche.
Repito, un grandísimo actor. Sin
embargo, ha probado suerte en el mundo de la canción, sin mucho acierto. Tiene
voz, sí, pero no ello no basta para cantar (y cantar bien, que es de lo que se
trata).
Empezó su carrera musical sin éxito,
allá por los años 90, con un par de temas sueltos, para sus telenovelas,
titulados “Mi amor anda libre” y “Bésame en la boca”.
Buscando reiniciar su carrera en la
canción, Arturo participó en 2010 en el ‘reality’ “Cantando por un sueño”.
En 2011, poco después de terminar su
andadura en el anterior ‘reality’, Arturo trató de producir con su propio
dinero un CD, que, sin embargo, no llegó a ver la luz. El año pasado, tras
acabar “Qué bonito amor”, Peniche
decidió lanzarse a la aventura musical, orientándose a las rancheras. El giro
ha sido a mejor, y sí, él también ha mejorado, pero su voz no pega con el ritmo
de las rancheras (le pasa un poco como a Gaby Spanic).
Dejo como muestra dos canciones…
-“Mi amor anda libre”: fue el primer tema que grabó Arturo,
en la década de los 90, para una telenovela. Ojo al videoclip y a esa escena
‘over the rain’.
-“Infiel”: es el primer ‘single’ de su disco de
rancheras, que vio la luz en octubre de 2014. La canción tiene un ritmo y una
letra preciosa, pero la voz de Arturo no me acaba de cuadrar, aunque lo dicho,
ha mejorado mucho.
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