Habemus polémica. Hace unos días, Karla Esquivel era entrevistada en un podcast y, preguntada por su trayectoria en el género y su relación con otros actores y actrices, dejó claro que lamentaba haberse cruzado con otra actriz, a la que no mencionó, en su última telenovela. Según Karla, esa actriz le propinó un fuerte golpe en una escena en la que la debía abofetear. En contra de lo que Karla esperaba, y en contra de lo que habían acordado antes, la torta fue real. “Hasta mis compañeros se asustaron, puede verse en la escena”, comenta sobre una actitud que le desagradó mucho, y por la que la otra actriz “ni tan siquiera se disculpó”.
No dio nombre, pero el público no tardó en percatarse que esa otra actriz no era sino Leticia Calderón. Y que esa escena pertenecía a Mi amor sin tiempo, en un momento dado en el que Greta, una mujer muy conservadora, cree que su hija se practicó un aborto, y, escandalizada, la abofetea.
Siempre es interesante conocer las dos versiones de una historia como esta. Leticia dio la suya al día siguiente. Reconoció que había sido “un tremendo golpe” y que ella es de dar cachetadas reales. “Eres actor e igual que te toca besarte con quien no te gusta, te tocan estas cosas”, señaló, al tiempo que ofreció disculpas a Karla. Según ella, estaba pactado lo contrario, que el golpe fuese real. También aseguró no entender que Karla “se quejase al productor muchos meses después”.
En las redes, opiniones para todos los gustos. Gente a favor de una o de otra. Yo no voy a posicionarme en una historia en la que ambas partes coinciden en lo sucedido, salvo por el pequeño gran detalle de si se pactó que el golpe fuese real o fingido. Hay quienes defienden que esto es ficción y que, igual que no se arriesga la integridad física en algunas escenas, no deberían tener cabida los golpes reales. Para otros, todo lo contrario: es ficción y cuanto más real parezca, mejor. Entremedias, la opinión de quienes creemos que debe prevalecer lo pactado en cada caso concreto, aunque aquí es difícil saber qué se pactó, dadas las versiones que existen en ese punto. Tirando de ironía, igual hay que llegar a elaborar contratos al respecto, quién sabe
Sea como fuere, no creo que a ninguna de las dos les afecte este episodio en lo profesional. Eso sí, cómo nos gustan al público estos pequeños follones entre bambalinas.
Comentarios
Esos solo son ejemplos. Algunos son más vulgares y ofensivos y poco es el apoyo que recibe Karla por ser "nueva" en el rubro. Si Lety se disculpó, solo ellas lo sabrán. Sin embargo, considero que al público le falta mucha empatía o quizás ya tienen normalizado el maltrato en los trabajos. La vez que mi jefe me insultó, yo no me quedé callado.
Saludos desde El Salvador, Javier Valle