El lunes Nova recuperó Amor bravío. Lo hizo a punto de cumplirse doce años de su final en México. La historia de Daniel y Camila volvía a las pantallas españolas y, con ella, un sentimiento de nostalgia entremezclado con una ilusión por volver a ver una telenovela que me encantó.
Todos tenemos una, dos o varias telenovelas que esperamos volver a ver algún día. La pregunta es... ¿Cuándo? Quienes solemos acostumbrar a ver telenovelas de los últimos tiempos, recientes, sufrimos con la sola idea de tener que sacar un hueco de unos cuantos meses para poder rever una telenovela con unos años encima. Agobiarse por tener que volver a ver algo que se ha visto, aun cuando se desee con todas las ganas del mundo, suele hacer que desistamos de nuestro propósito.
Así las cosas, solo nos queda esperar a que llegue el momento en el que haya tiempo suficiente. Sin embargo, al menos en mi experiencia, ese momento no suele llegar o, si llega, tarda mucho en hacerlo. Sé que me gustaría volver a ver Amor bravío y El manantial, por poner dos ejemplos que siempre andan rondando en mi cabeza. Necesito hacerlo para comprobar cómo han envejecido estos dos títulos, que cuentan, respectivamente, con doce y veinticuatro años encima. Necesito comprobar si a mi yo actual le gustan tanto como a mi yo del pasado y si cosas que recuerdo son como efectivamente las tengo en la cabeza, o no.
El tiempo juega en mi contra. Quizás también el hecho de que no soy de rever ni de releer y que pienso que si algo me hizo disfrutar, vale más quedarse con un buen recuerdo a intentar resucitarlo y que el buen recuerdo se esfume.
Por eso, cada vez que repiten uno de estos títulos, como ahora Amor bravío en Nova, o hace unos meses, El manantial en el Canal TLnovelas, no dudo en suspirar un "ayyyy cuando volveré a verla".
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