Hablar de Regina Torné es hablar de una de las grandes artistas mexicanas, una mujer que debutó como cantante de jazz en los años 60 y que dio el salto a la actuación para convertirse en una figura clave de la edad de oro del cine mexicano.
Nacida en Tabasco en 1945 como Rosa Vierben del Pilar Marina Incháustegui Anaya, Regina se crió en Estados Unidos y a los dieciocho años volvió a México para estudiar Teatro. A los veinte años debutó en el cine, un medio en el que cautivó a público y crítica.
Con treinta y dos películas a sus espaldas y plenamente consagrada como actriz, en 1993 aceptó debutar en las telenovelas y lo hizo en Clarisa, producida por Televisa hace ya tres décadas. La experiencia le gustó y al año siguiente repitió, con otro secundario, en Agujetas de color de rosa, también de Televisa. Tras ser parte de Retrato de familia (Televisa, 1995), Regina dio el salto a Azteca en 1997. Lo hizo convertida en la villana de Rivales por accidente. Fue la primera de muchas villanas, las que encarnó en una decena de telenovelas, como Catalina y Sebastián (1999); Como en el cine (2001); La loba (2010), o Cielo rojo (2011), todas ellas producidas por Azteca. En 2014 se dejó ver en Siempre tuya Acapulco, donde tuvo una participación especial y, dos años más tarde, en 2016 intervino en el unitario Un día cualquiera. Estas fueron sus últimas intervenciones en la pequeña pantalla.
¿Qué fue de Regina Torné? En 2014 Regina dejó la Ciudad de México y se instaló en Puebla. Allí abrió una academia de artes escénicas, la Academia Regina Torné. En esta ciudad lleva una vida tranquila y relajada. En 2016 era entrevistada en El Sol de Puebla y afirmaba que "a pesar de que ya tengo mis años, no he envejecido ni pienso envejecer. Mis arrugas seguirán saliendo, pero no las de mi alma, yo tengo un alma muy joven, soy muy juvenil. Yo me divierto mucho, soy muy tonta y me divierto mucho en la academia". Me alegro por ella. Ojalá envejecer así, disfrutando de tus pasiones y con tanto optimismo.
Comentarios