De vez en cuando los estrenos permiten a uno reencontrarse con localizaciones que llevaba un tiempo sin ver. Es lo que me sucedió el mes pasado con Mi camino es amarte (Televisa, 2022), en la que volví a ver una mansión que fue clave en el desarrollo de Para volver a amar (Televisa, 2009-2010).
La casa en la que viven Daniela (Susana González) y Fausto (Mark Tacher) es una imponente mansión situada en una parcela con un extenso jardín en el que hay de todo, hasta un puente sobre un pequeño lago.
Esa misma mansión fue, hace ya doce años, la casa de Braulio (Alejandro Camacho) y Valeria (Nailea Norvind), en Para volver a amar. Eso sí, a diferencia de Mi camino es amarte, en aquella telenovela muy pocas veces se vio la fachada principal. Se apostó más por la parte trasera y el pórtico lateral por el que se entraba y salía de la casa, que también se contempla en la nueva producción de Televisa.
Sobre sus interiores, Para volver a amar utilizó algunos, entre ellos un despacho o la habitación de Braulio y Valeria, en tanto recreó otros con decorados, como el recibidor o la escalera interior.
Lo mismo sucede en Mi camino es amarte, donde la cocina de la casa sí parece tratarse de un interior real, a juzgar por la continuidad entre escenas, amén del famoso pórtico a través del que se accede a la vivienda.
Pese a que los jardines de esta mansión fueron el escenario en el que se celebró el arranque de grabaciones de Mi camino es amarte, me ha sido imposible localizar con exactitud dónde se encuentra esta casa, más allá de ese dato obvio que aportan los medios, y es que la mansión se encuentra en una zona boscosa de la Ciudad de México.
Como curiosidad, y ya para cerrar la entrada, Susana González también estuvo en esta mansión en la época de Para volver a amar, una telenovela en la que hizo una participación especial muy ligada a Braulio.
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