El 22 de septiembre llegaba a Telemundo la segunda temporada de Falsa identidad, esa historia que nos cautivó a muchos hace un par de años –en mi caso, uno, ya que la vi en 2019–. Luis Ernesto Franco y Camila Sodi repiten al frente de esta telenovela, una historia original de Perla Farías.
Creo que todos los que vimos la primera temporada nos quedamos con ganas de más, especialmente después de ese Continuará que la cierra y el final tan abierto que tienen los protagonistas. La segunda temporada arranca dos años después de aquello pero conectándose directamente con cómo habían quedado las cosas en aquel entonces. Diego (Luis Ernesto Franco) e Isabel (Camila Sodi) viven ahora en Nebraska, Estados Unidos, como el matrimonio Stone. Muchos nos preguntamos si consiguieron escapar de Mateo a la luz de la escena con la que termina la primera temporada y la respuesta es sí, como explican a los pocos minutos de comenzar, mediante un flashback.
Diego e Isabel han comenzado una nueva vida, en la que ella parece sentirse más cómoda que él, pese a lo mucho que se aman. No es de extrañar esa diferencia, pues mientras que Isabel no ha dejado a nadie en México, Diego tiene a su madre, Fernanda (Sonya Smith), que lleva dos años escondiéndose de los enemigos de su hijo, Circe (Samadhi Zendejas) y Mateo (Eduardo Yáñez). Este último se ocupa, justamente, de secuestrar a Fernanda el mismo día en el que Ignacio (Álvaro Guerrero) sale de prisión tras cumplir condena por la adjudicación de las identidades de los Guevara a Diego e Isabel, algo que él no cometió, pero con lo que evitó que Diego fuese a la cárcel.
Toda esta especie de sinopsis me permite mostraros lo bien hilado que está el comienzo de esta segunda temporada con el final y los hechos de la primera. La forma en la que vuelven a desatar la acción es la esperada: el secuestro de Fernanda hace que Diego vuelva a México y que, por ello, él, Isabel y los hijos de esta salgan del programa de protección de testigos y pierdan las identidades que les habían adjudicado.
La primera temporada fue estupenda y esta segunda promete. No solo esa acción principal tiene su punto, sino que también lo tiene la forma en la que han retorcido las relaciones entre los villanos. Mateo es ahora el marido de Ramona (Azela Robinson), tía de Circe y asesina del hijo de Mateo. Se avecina un duelo muy interesante entre Mateo y Circe, que ya comienza a darse en este primer capítulo, cuando el exjefe de la policía de Álamos descubre que la sobrina de su esposa mató a su hijo.
Que estemos ante una segunda temporada hace que el primer capítulo apenas se detenga en los personajes, pues todo el que vio la primera ya los conoce, y se va directamente a la acción, a lo largo de 52 minutos en los que pasan muchas cosas y que te dejan con ganas de más.
La realización es muy buena y abundan en ella los exteriores, algunos tan impresionantes como las calles de Nebraska, llenas de nieve, o ese par de playas tan bonitas que nos muestran gracias a que Circe ahora parece moverse por lugares costeros. Paisajes aparte, lo único que se le puede reprochar a la realización es que se nota mucho el uso de un doble en una escena de acción en el que personaje de Sonya Smith se tira de una furgoneta en marcha. Sonya es alta, de acuerdo, pero es que le han puesto un doble que lo es más aún, con una complexión física un pelín diferente a la de la gran Sonya Smith.
No voy a extenderme más, porque ya habrá tiempo de hablar de la segunda temporada de Falsa identidad. Me la apunto para 2021 y si ya tenía ganas de verla, después de este primer capítulo tened por seguro que lo haré.
¿Cómo la veis aquellos que la lleváis al día? ¿Qué tal las nuevas incorporaciones, como Dulce María, que tengo entendido que aparece a partir del tercer o cuarto capítulo?
Comentarios
La incorporación de Dulce María a la historia me gustó, su personaje me cae muy bien. Vamos a ver cómo sigue la historia ya que la semana pasada han ocurrido cosas que cambian mucho el giro.
Por cierto, el apellido de Diego e Isabel que tenían en Nebraska no fue Stone, fue Dunn. Saludos!