TELENOVELAS IN SPAIN: Y Divinity tiró la toalla...

"Pienso que terminarán esta temporada y que tendrán que ponerse las pilas para volver a pelear al 100% en septiembre. Si siguen así no van a llegar muy lejos […]". Esto lo escribí en febrero, en una entrada que dediqué a la crisis de audiencias que, desde hacía varios meses, atravesaba Divinity. Tras triunfar con algunas producciones turcas que resistieron bien bailes de horarios, repeticiones de capítulos y unos cuantos maltratos más, el canal de Mediaset llevaba una temporada difícil, con nuevas apuestas que no habían conseguido cuajar, en gran medida por la desconfianza generada en el espectador y por la sobrexplotación de un subgénero, el de la comedia romántica, en los últimos meses.

En febrero Divinity todavía tenía opciones, pocas, pero las tenía, de alzar el vuelo y recuperar parte del terreno perdido a favor de Nova, a quien justo un año antes plantaba cara al tú por tú. La crisis sanitaria que vivimos hizo que la situación se agravase, en buena medida por lo erróneo de muchas de las decisiones adoptadas, carentes totalmente de lógica. No tiene sentido que, ante un aumento impresionante del consumo de televisión, decidas emitir veinte minutos al día de cada una de las ficciones que tienes en la tarde. Puede entenderse por problemas con el doblaje, pero… ¡lo han hecho hasta con la repetición de Sühan, que ya estaba doblada!

Tampoco sirve de nada estrenar Verdades secretas para animar la cuarentena y emitirla a maratones, aunque aun así logró rendir bastante bien.

Las audiencias castigaron al canal y a sus responsables y si antes del confinamiento Inadina ask, Amar es primavera y la misma repetición de Sühan superaban los 150.000 espectadores, la semana pasada las pasaron canutas para llegar a los 100.000, un desastre.

Se veía venir, aunque personalmente creía que aguantarían hasta septiembre o, a lo sumo, hasta finales de temporada, pero no: Divinity manda todo lo turco a sus mañanas y rellena su hueco en las tardes con repeticiones de Castle y Bones. Y aunque haya utilizado la forma verbal manda, en presente de indicativo, lo correcto hubiera sido emplear mandó, en pretérito perfecto simple, porque fue este lunes cuando comenzaron los nuevos horarios en Divinity. Sé que os estáis haciendo una pregunta… ¿paso previo al destierro en las madrugadas o a la canción definitiva? Conociendo al canal, visto lo visto con Içerde y Kuzney Güney, no descarto nada. El tiempo y los datos de audiencia lo dirán.

Lo que es evidente, hoy por hoy, es que Mediaset ha vuelto a tirar la toalla con la ficción extranjera. Lo intentaron con las telenovelas hace siete años a través de Nueve, en una experiencia fugaz, de apenas un par de meses, y tras haber probado, sin suerte algunas telenovelas en los orígenes de Divinity, allá por el 2011. La justicia les tumbó, en el marco de un proceso que afectó a varios canales TDT, un tercer intento, La Siete, que emitió telenovelas a lo largo del primer trimestre de 2014. Todo parece indicar, como apuntaban desde el grupo, que la producción turca ya no les interesa, o no tanto, como hace apenas un año.

En fin, seguiré trayendo los sábados las audiencias de Inadina ask y Amar es primavera, puede que fuera de la tabla, ya que en ella solo incluyo las emitidas en sobremesa, tarde y prime time. Me parece que, siendo estrenos, lo justo es seguirles siempre la pista para saber cómo evolucionan y tener una media final lo más ajustada posible a la realidad de sus datos. No sé qué haré con Sühan, que es repetición, pero como no le queda mucho para acabar, muy probablemente os traiga también sus datos.