El pasado día 7 la Graham abrió las puertas de su nueva facultad de Derecho. Tras
el éxito de audiencia y crítica, Caracol decidió renovar La Nocturna por una segunda temporada en la que la universidad
nocturna más famosa de Colombia recibe a nuevos alumnos y profesores, en esta
historia protagonizada por Marcela Carvajal y Jorge Enrique Abello.
La
segunda temporada de La Nocturna podría
pasar como una historia inédita para quienes no vieron la primera. Solo repiten
Marcela Carvajal y Jorge Enrique Abello, ahora propietarios de la Fundación
Universitaria Graham, de la que siguen siendo docentes, y Liliana González, que
continúa dando vida a Luz Dary, la meticulosa secretaria de rectoría. El resto
del elenco ha sido totalmente renovado.
Para
quienes vimos la primera temporada de La
Nocturna, más o menos teníamos una idea de cómo sería el comienzo de la
segunda. Y así ha sido: el primer capítulo presenta a los nuevos alumnos y
justifica por qué deciden matricularse en Derecho en la Graham. Así conocemos a
Mariano (César Mora), un contable jubilado que vive por y para cuidar a su
hermana enferma, pero que un buen día decide cumplir su sueño de ser abogado.Ser
abogado es también el sueño de Alberto (Juan Pablo Llano), escolta durante
veinte años de un magistrado.
Más que un sueño, estudiar Derecho es una necesidad lo que lleva a
Karen (Michelle Orozco) y Valery (Rosmeri Marvel), que desean sacar adelante a
los suyos, víctimas de distintas injusticias. En busca de un futuro mejor para
sí mismos llegan Cristián (Brian Moreno) y El Tanque (Jaisson Jeack), aunque lo
hacen con distintas metas: el primero, para ganar dinero. El segundo, para
poder vivir tras una importante trayectoria en el fútbol. También un mejor
futuro es el que pretende conseguir Margarita (Marianne Schaller), una amiga de
Esther que ha comenzado a divorciarse de su extravagante marido. No me ha
gustado esta forma de incorporar al personaje a la historia. ¿De dónde sale
Margarita? ¿Por qué si tan amiga es de Esther no se la menciona en la primera
temporada?
Completan
el elenco Martín Karpan, como el susodicho marido extravagante de Margarita;
Eileen Moreno, que interpreta a Zaida, la hermana de Karen, y Ángela
Piedrahíta, que da vida a Greici, la nueva profesora de Historia del Derecho.
Hay otro profesor más, aunque no sale en el primer capítulo: Willington
Espinoza, interpretado por John Alex Toro.
La
acción de este primer capítulo se centra, como os decía, en presentar a estos
personajes y los motivos que los llevan a la universidad, aprovechando, de
paso, para despertar las primeras empatías en el espectador, como me ha pasado
a mí con Mariano o con Alberto. En los cincuenta y cinco minutos que dura
también hay espacio para reencontrarnos con Mario y Esther. Parece ser que han
transcurrido algunos años desde el final de la primera temporada y que Mario
está terminando un posgrado en Boston, lo que no le impide regresar a Bogotá.
Allí lo espera Esther, que todo apunta a que tiene una sorpresa importante para
Mario. Brutal la química que tienen Marcela y Mario. No os podéis imaginar el cariño que le tengo a estos dos personajazos. Los adoro.
El
ritmo es bueno y pese a estar cerca de la hora de duración, el capítulo se pasa
volando. Aunque se echa de menos al elenco de la primera temporada –estaría
bien saber qué fue de Amelia, de Germán, de doña Pilar…–, el trabajo de casting
es muy bueno y no se le puede poner pega
alguna. Se mantiene, además, algo que me encantó en la primera temporada: la
diversidad de acentos, ahora multiplicada no solo con distintas variedades del
español de Colombia, sino también con venezolanos y Martín Karpan, que, por
fin, habla con su auténtico acento argentino.
Como
ya sucediese en la primera temporada, en esta se van a plantear reflexiones de
lo más interesantes sobre la justicia y ya se empieza en el primer capítulo.
¿Es una sociedad justa esta en la que vivimos? ¿Existe la justicia? ¿Mejor la
ley del Talión que la justicia? Para quienes somos apasionados del Derecho,
esta temporada promete. La realidad será, de nuevo, el escenario de esas reflexiones. ¿Es justo que miles de inmigrantes venezolanos se vean obligados a huir de su país?
No
se le pueden poner reparos tampoco a nivel técnico. Como en la primera
temporada, aúna equilibradamente exteriores con interiores, entre los que se
encuentran los míticos decorados que recrean el interior de la Graham. Por
cierto, debía de haber mucha expectación ante el estreno de esta segunda
temporada, porque la entrada que le dediqué al edificio que sirve de localización
lleva dos semanas en el top ten de
contenidos más leídos del blog.
Aquí
termino este review. Tiempo habrá
para comentarla con más profundidad. La veré, lo tengo clarísimo, aunque cuando
esté más avanzada en Colombia. Me ha gustado este primer capítulo. En mi crítica a la primera temporada defendí que la segunda debería mostrarnos a los
estudiantes de Administración y Dirección de Empresas en los dos semestres que
supuestamente les quedaban. No va a ser así, pero no me disgusta esta nueva vía
que han abierto, con el Derecho como telón de fondo y con tantos nuevos
personajes para demostrar, una vez más, que los sueños nunca duermen.
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