No todo es perfecto en la industria de las telenovelas. Hay mucho camino que
recorrer en varias materias que ponen de relieve que, a veces, el género tiene
carencias que afectan por lo general a quienes hacen posible que se lleve a
cabo una telenovela.
Como
un ejercicio de denuncia pública surge Cosas
que mejorar en el género, un apartado del que, por ahora, tengo tres
entregas listas. Esta que tenéis ante vosotros iba a ser la segunda, pero un
lamentable suceso ocurrido hace unos días me obligó a adelantar su publicación.
No puede volver a pasar que haya gente que muera mientras trabaja en una
telenovela.
Supongo
que todos lo habréis leído. El 16 de enero fallecían Jorge Navarro y Luis
Gerardo Rivera, dos actores de Televisa, mientras preparaban una escena consistente en atravesar un puente colgante
entre dos edificios. El puente no tenía barandilla en uno de sus laterales.
Pese a ello no estaban trabajando con arnés ni con nada que evitase lo que
finalmente ocurrió cuando ambos resbalaron. Estaban rodando para la nueva
temporada de Sin miedo a la verdad. El
diario El País recogía
al hilo de esta triste noticia el testimonio de otro actor que participó en la
primera temporada de la ficción sobre las condiciones en las que realizan su
trabajo: “Me obligaron a arrastrame sobre un suelo lleno de vidrios. Acabé con
el brazo lleno de cristales y cuando lo reporté al productor me tildó de
conflictivo”, declaraba ese actor al diario del grupo Prisa.
Hace
algo más de dos años, en noviembre de 2017, la productora mexicana lamentaba
la muerte de Claudio Reyes y Marú Dueñas, marido y mujer y directores de escena
de Me declaro culpable. Volvían al DF
después de rodar en localizaciones y la furgoneta en la que viajaban impactó
con un camión. El accidente llevó a compañeros
de productora a poner de relieve las carencias en los descansos y horarios
de los choferes de la empresa. Claudia Ramírez no dudó en criticar las “condiciones
tan lamentables con las que trabajan nuestros choferes”. En un sentido similar
también se pronunció José Ron: “espero que con esto cambien horarios y tiempo
de descanso de los choferes que trabajan día a día en cada producción”.
Unos
meses antes, en agosto de 2016, se producía un accidente laboral en el rodaje
de la primera temporada de La Doña,
de Argos y Telemundo. Estaban en una bodega abandonada y uno de los técnicos de
sonido, Omar Hiawatha, pisó
un suelo deteriorado y cayó casi nueve metros. Tras dos paradas
cardiorrespiratorias, los médicos lograron reanimarlo y aunque las expectativas
no eran las mejores, Omar logró recuperarse. Pese a que los médicos le
pronosticaban que no volvería a andar, Omar recuperó la sensibilidad en las
piernas y aunque aún se desplaza en silla de ruedas, espera que el tiempo y la
rehabilitación le permitan volver a ser el que era antes del accidente. Sus
compañeros de La Doña se volcaron
con él y su novia, la actriz Mayra Sierra, que también formaba parte del elenco
de la telenovela.
Sin
dejar Telemundo y Argos, el pasado mes de julio dos extras resultaban
gravemente heridos al desplomarse
el helicóptero del que colgaban en una escena de El Señor de los Cielos. Poco se ha sabido sobre la evolución de
ambos actores, pero, ojalá, la falta de noticias sea sinónimo de que han salido
adelante y con el menor número de secuelas.
Estos
son solo cuatro ejemplos de algo que todas las productoras deberían garantizar:
un mínimo de seguridad a sus trabajadores. No puede ser que si grabas en un
puente colgante sin barandilla los actores no tengan ningún mecanismo de
sujección que les evite caer al vacío en caso de que resbalen o les pase algo.
Tampoco es normal que se grabe en una bodega deteriorada y no se revise palmo a
palmo el inmueble para evitar accidentes. Vale que a veces se rueda sin apenas
margen de tiempo con respecto a la emisión, o con un presupuesto que se quiere
destinar a otras cosas, pero ello no debería ser excusa para no tomar medidas
de seguridad. Hay vidas en juego. Es cierto que pese a todas las medidas que se
puedan tomar, seguirá habiendo accidentes inevitables, pero muchos son los que
se podrán evitar. Es hora, productoras de telenovelas, de ponerse a trabajar en
ello. Basta ya de accidentes laborales.
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