Sigo insistiendo en que a través de las telenovelas se aprenden muchas cosas.
También es verdad que hay que tener cierto interés, como puede que sea mi caso
en el tema del que os hablo hoy: dinero.
Es
cierto que a todo el mundo le interesa el dinero, pero a algunos nos interesa desde
una perspectiva más no sé si teórica, matemática o funcional. Soy un enamorado
de la numismática, coleccionista muy activo de monedas de todos los tiempos y
países y apasionado de todo lo que tenga que ver con los tipos de cambio. Por
eso, cuando en una telenovela me encuentro con un cheque o un extracto bancario
que la cámara muestra al espectador, o simplemente los personajes hablan de una cantidad de dinero, lo primero que hago es mentalmente pasar
la cantidad a euros, si controlo más o menos el tipo de cambio, y si no, lo
busco y echo cuentas. Es una costumbre que adquirí viendo telenovelas y que me
ha permitido controlar un poco de tipos de cambio. Debo decir que siempre que
echo la cuenta mental me quedo o por arriba o por debajo, porque los tipos de
cambio entre el euro y las monedas americanas están continuamente moviéndose.
Si
tenéis curiosidad y queréis echar vuestras propias cuentas, a día 27 de
diciembre, un peso mexicano equivale a 0,047 euros. El peso colombiano, a
0,0002 euros. De esta forma, los cien millones de pesos que Hernando Cabal entregaba
a Carmen en La ley del corazón 2, de
donde saqué ese cheque con el que abro esta entrada, equivalen a nos 27.260,41
euros. Qué bien suena lo de los cien millones en comparación con lo de los veintisiete
mil. Qué difícil va a ser para el común de los españoles llegar a tener un
millón de euros algún día, por mucho que se ahorre. Siempre nos quedará el
consuelo de pasar, metafóricamente hablando, nuestras cuentas bancarias a otra
moneda, como el peso colombiano o el mexicano para poder hablar de millones.
Aquí
queda una muestra más del didactismo que de manera más involuntaria que
consciente tienen muchas veces las telenovelas.
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