Todos tenemos en nuestra mente la típica escena en la que un personaje hace entrega
de un sobre de gran tamaño, con fotografías, pruebas o cualquier otro
contenido.
El receptor del sobre le da la vuelta y procede a su apertura desenroscando, para ello, un hilo que une la lengüeta del sobre con la parte posterior de este a través de una especie de broches o sellos. Sobres como este que Renata Monterrubio abría en su oficina en una escena de Cuando me enamoro (Televisa, 2010-2011):
El receptor del sobre le da la vuelta y procede a su apertura desenroscando, para ello, un hilo que une la lengüeta del sobre con la parte posterior de este a través de una especie de broches o sellos. Sobres como este que Renata Monterrubio abría en su oficina en una escena de Cuando me enamoro (Televisa, 2010-2011):
Un
sobre que sería más o menos como este, visto por detrás:
En
las telenovelas y especialmente en las mexicanas, aparecen sobres de este tipo
en oficinas, notarías, empresas… Y hasta entre particulares. Es un detalle que
desde hace años me viene llamando la atención. Nunca he visto un sobre de este
tipo en España, y eso que me he movido por algún que otro bufete, notarías y
empresas. Jamás. Aquí hasta la documentación más importante se guarda y envía
en los típicos sobres cuya lengüeta lleva una cinta que hay que despegar y bajo
la que se halla un adhesivo que permite que la lengüeta se pegue a la parte
posterior del sobre.
Buscando
en Google me encontré con no sé cuantas papelerías que venden esos sobres con
hilo –llamados sobres Manila–, pero todas ellas se encuentran al otro lado del
Atlántico.
¿Estamos
ante una diferencia cultural? ¿Realmente se usan tanto este tipo de sobres como
parece, a tenor de lo habitual que es verlos en las telenovelas? Puede
pareceros una tontería, pero como ya os he comentado en alguna que otra
ocasión, este apartado me está sirviendo muchísimo para conocer detalles de las
culturas que nos llegan a través de las telenovelas. Y sí, para mí está siendo muy
enriquecedor esto de conocer y que conozcáis. Espero que también lo sea para
quienes visitáis el blog desde América.
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