No conozco mucho el funcionamiento de las grandes empresas desde dentro. Solo he
trabajado en una, una compañía portuguesa de distribución y comercialización de
gas y electricidad con un edificio de siete u ocho plantas en Oviedo. Pese a lo inmenso del edificio, ninguno de los despachos tenía un
letrero con el nombre de quien lo ocupaba. Y no, nadie, ni los jefazos de cada
departamento, llevaba gafete o acreditación o como lo queráis llamar. Lo único
más o menos personalizado que teníamos todos, jefazos y personal corriente y
moliente, era una tarjeta que nos servía para fichar y entrar y salir del
edificio, pasando unos tornos que había en la planta baja.
Tengo
que contarlo, como anécdota. Fue el peor trabajo que tuve o por lo menos el más
absurdo. Aguanté ocho días, hasta que decidí irme, en pleno periodo de prueba,
tras el que vendrían diez meses más, hasta un total de un año. Estaba en un departamento que por el
nombre parecía importante pero en el que no se hacía nada. Absolutamente nada.
La jefa se pasaba la jornada laboral mirando vestidos en internet y enviando
whatsapps. Y los trabajadores a su cargo, más o menos. Estaba bien pagado,
demasiado para lo que era, pero me causaba un gran estrés pasar tantas horas sin
hacer nada, como mi jefa y los cinco o seis compañeros que tenía en aquel departamento. Igual para algunos
hubiera sido un sueño, pero para mí era una pesadilla. Yo quería ganar
dinero por hacer algo, no que me pagasen por no hacer nada. Y ni corto ni perezoso, me fui.
Anécdota
aparte, en esta empresa, como os decía, no había algo que sí hay en todas las
empresas, pymes, grandes o lo siguiente a grandes que salen en las telenovelas:
los gafetes o acreditaciones. Es algo que especialmente se observa en las
mexicanas y en las estadounidenses. Todo aquel que trabaja en una empresa,
desde el director hasta el conserje, lleva un gafete identificativo. Y sí, da
igual que la empresa sea un banco, una distribuidora de alimentos, una
productora o la redacción de una revista. Todos llevan su acreditación, con
fotografía y sus datos.
Este
es un detalle que me llama la atención desde mucho antes de que comenzase a
bloguear y de mi única experiencia en una gran empresa. Desconozco si aquí en
España ocurre en las grandes empresas. Antes de programar esta entrada se lo
pregunté a un amigo que trabaja en la sede de una empresa de telefonía móvil asturiana.
Me dijo que no tenían nada por el estilo, más allá de una tarjeta para fichar,
como la que tenía yo en esa empresa a la que me refería al inicio de esta
entrada.
¿Qué
me contáis desde el otro lado del océano? ¿Es o no una diferencia cultural?
Por
supuesto, la veda está abierta también para lectores de otros países, faltaría
más. Me encanta este apartado y la de cosas que aprendemos los unos de las
culturas de los otros.
Comentarios
Es muy común cuando entras a una empresa que te tomen fotografía para un gafete es como identifacion personal y sirve como lector de identidad para marcar entrada y salida en los Checadores.
Gracias por resolverme la curiosidad. Aquí ya te digo, tenemos tarjetas para marcar la entrada y salida, pero gafetes no. Sí que los usan los periodistas desplazados a cubrir determinados acontecimientos, pero eso ya es otro uso.
Un saludo y gracias!