Hace algo más de un mes, el 11 de febrero, Caracol estrenaba su principal baza para
esta primera mitad de año, La gloria de
Lucho, una coproducción con Sony Pictures y su filial Teleset.
Enrique
Carriazo y Verónica Orozco protagonizan esta historia con un título que
encierra un pequeño juego de palabras. Después del tráiler os lo explico y os
cuento qué me ha parecido su primer capítulo:
La gloria de Lucho es una telenovela basada en hechos y
personajes reales. Es, por así decirlo, una bionovela aunque no de un personaje mundialmente conocido, como suele ser habitual, sino de un
concejal de Bogotá hecho a sí mismo y con una vida de lo más interesante: Luis Eduardo, Lucho, Díaz.
En
este primer capítulo se parte de un día muy concreto en la vida de este hombre
y de su familia: aquel en el que fue designado concejal de la ciudad de Bogotá.
Acto seguido, y por medio de un flashback,
la historia lleva al espectador a los años 70 para presentarnos a un niño de
apenas ocho años, que sueña con ser abogado y que vive en un humilde barrio de
Bogotá. Un niño que es maltratado por su padre, que se niega incluso a que vaya
a la escuela, y que colabora con su madre recogiendo botellas y cartones que
luego venden al peso a un empresario que gestiona las basuras de parte de la ciudad.
Con el apoyo de su madre consigue entrar en la escuela, donde pasa dos meses
que le permiten aprender a leer y escribir. El carácter del padre le obliga a
dejar la escuela pese a que su progenitor se ve agraciado por la lotería
colombiana y se convierte en millonario de la noche a la mañana. Sin embargo,
ni Lucho ni su madre llegan a tocar un solo peso del dinero ganado por el
ambicioso progenitor, que se lo gasta todo en mujeres y bares.
En
este primer capítulo Lucho se cruza un par de veces con Gloria, quien con el
tiempo será su esposa y madre de sus hijas. Gloria tiene una vida muy parecida
a la de este pobre niño: acompaña a su madre a pedir comida por las casas para
mantenerse ellas mismas y a sus dos hermanos pequeños. Su madre consigue que
entre a estudiar a un colegio, aunque sin que ello le suponga dejar de pedir, lavar la ropa u ocuparse de las labores del hogar.
Supongo
que ahora ya habréis visto el juego de palabras del título. La gloria de Lucho es el éxito que
alcanza, pero también el amor que halla en Gloria, un amor que será para siempre y que tiene su punto de partida en ese encuentro casual que ambos tienen en una calle de Bogotá cuando son niños.
Este primer capítulo engancha a través de los personajes y de sus historias. Poco salen Enrique Carriazo y Verónica Orozco, pero es lo suficiente como para advertir que han hecho un buen casting: Enrique se luce en esos primeros minutos y Verónica, por la que tengo predilección, ya lo sabéis, tampoco se queda atrás. Pienso que van a tener una gran química. El 90% del capítulo transcurre en los años 70, con Gabriel Piñeres interpretando a Lucho e Isabella Sierra como Gloria. No pudieron haber elegido mejor a estos niños que tienen un nivel extraordinario.
Aunque
el primer capítulo dura una hora, la verdad es que se pasa volando. Engancha y mucho,
en buena medida por el ritmo y también por el hecho de estar rodado casi
íntegramente en exteriores, con las calles de Bogotá, tanto las de barrios acomodados como los de otros no tan lujosos, y algún que otro paraje
natural como el río al que acude a lavar Gloria como escenarios.
Soy
muy fan de lo que hacen Sony y Teleset, tanto en colaboración con productoras
Colombia como de Estados Unidos y siempre hablo del nivelazo que tienen en lo
que a realización se refiere. Esta historia no es una excepción: hay mucho
juego de planos y se ven cuidados detalles tan nimios como las transiciones
entre escenas, para las que se ha tirado de escenas de reportajes de archivo de
la televisión colombiana que muestran cómo era Bogotá en los años 70.
Me
había llamado la atención cuando vi su tráiler hace unos meses, pero no esperaba
que la estrenasen tan pronto, teniendo como tienen unos cuantos productos
listos y sin fecha de estreno. Creía, siendo sincero, que este 2019 arrancarían
con Bolívar o que incluso meterían La ley secreta, que lleva ya varios
meses disponible en Netflix y a la
espera de un pase en televisión anunciado hace tiempo pero que todavía no se ha producido.
Con
lo mucho que me ha gustado este primer capítulo, creo que la veré, aunque más
adelante, cuando ya haya finalizado en Colombia, dentro de unos tres meses, ya
que tiene 80 capítulos. Además de todo ello, hay un motivo extra que no os he
comentado: los guionistas y buena parte del equipo técnico son los mismos que
en 2015 hicieron Anónima, una
telenovela que, como sabéis, me encantó.
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