VEN A CENAR, A REÍR Y A PASARLO BIEN CON LUIS LARRODERA

-Esta entrada forma parte de los cuatro especiales

Hablemos de tele que tengo preparados para el mes de agosto-

Para muchos es un concurso y para otros, entre los que me incluyo, tira más al reality show, en el sentido de que muestra la vida privada de un grupo de personas y su convivencia durante cuatro o cinco noches de una misma semana. Os hablo de Ven a cenar conmigo, producido por Warner Bros ITVP para Cuatro.

Descubrí este programa por casualidad, al comienzo de su primera Gourmet Edition, que es como se llaman sus ediciones especiales protagonizados por famosos, emitidas a razón de programa por semana. Me quedé fascinado, sinceramente. Tanto, que ahí estuve, el primero, para ver las dos siguientes tandas con famosos. ¿De qué va? Muy sencillo: cuatro concursantes en el de famosos y cinco en el de anónimos compiten por ser el mejor anfitrión. Cada día uno de ellos preparará una cena y recibirá en su casa al resto, que tendrán que ponerle una nota al final de la velada. Quien más puntos sume, se lleva un premio de 3.000 euros.

Es uno de los pocos programas que se emiten en la actualidad que combina con acierto casting, guion y montaje. Juntar en una mesa –realmente, en cuatro- a personajes tan distintos como Ana Obregón, Rappel, Lucía Etxeberría o Víctor Janeiro, en su primera edición; Alba Carrillo, Óscar Martínez, Fortu y Antonia Dell’Atte en la segunda o Julio Iglesias Jr., Kiko Rivera, Elena Tablada y Toñi Salazar, en la tercera, tiene mucho mérito.

Sin embargo, aunque los famosos siempre venden, Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition, al igual que el diario con anónimos, no serían nada sin un guion espléndido escrito para la voz en off de un gran cómico, presentador y actor como es Luis Larrodera. Un guion lleno de juegos de palabras y directas e indirectas hacia lo que hacen, dicen o piensan los concursantes. No hubo programa en el que no me fuera a dormir con la barriga adolorida de tanto reírme.

Ese guion se mejora todavía más con un montaje que combina un poco de todo, desde pequeños sonidos a ilustraciones o flashbacks muy al estilo de aquel gran programa que fue Caiga quien caiga.

Para mí, que aunque me gusta mucho la tele no tengo el tiempo que quisiera para dedicarle, Ven a cenar conmigo ha sido toda una sorpresa. Sé que el formato tuvo una vida anterior en Antena 3, pero no vi nada de aquella etapa.  

Ojalá la senda abierta con Ven a cenar conmigo haga que se me pase el disgusto que tengo desde hace unos años un tanto con Cuatro. Pienso, como mucha gente, que la compra por Mediaset España del canal hace unos años lo telecinqueó de una manera tremenda. Una pena, porque durante sus primeros años de vida yo fui uno de sus espectadores más fieles: recuerdo Alta tensión, con Luis Larrodera; El traidor, narrado también por Larrodera; Password, con Luján Argüelles; Money, Money y 20P, con Josep Lobató; Cuenta atrás, aquella serie protagonizada por Dani Martín y los míticos programas de Callejeros. Hoy en día solo se salvan algunos reportajes de En el punto de mira, Ven a cenar conmigo y poco más.