PRIMER VISTAZO: "Por amar sin ley" (Televisa, 2018)

Justo hace una semana, el 12 de febrero, Televisa estrenaba “Por amar sin ley”, su nueva apuesta. Ana Brenda Contreras y David Zepeda protagonizan este ‘remake’ de “La ley del corazón” (RCN, 2016-2017).

Teniendo en cuenta que acabé “La ley del corazón” hace apenas cuatro meses, no he podido evitar las comparaciones. Tengo la original muy reciente, lo siento. Quizás por eso este ‘primer vistazo’ no sea todo lo objetivo que debiera.

Dicho esto, es necesario decir que “Por amar sin ley” tiene a su favor algunas cuestiones. La primera, que para diferenciarla de la original han cambiado los nombres de todos los abogados. También algunos de los perfiles, lo cual no sé si jugará a su favor o en su contra. No obstante, a grandes rasgos y por lo poco que he visto en el primer capítulo, Ricardo (David Zepeda) poco se diferencia de Pablo, al igual que Alejandra (Ana Brenda Contreras) de Julia. Tampoco encuentro grandes diferencias entre Victoria (Altair Jarabo) y María del Pilar, Roberto (José María Torre) y Nicolás, Leonardo (Manuel Balbi) y Alfredo u Olivia (Ilithya Manzanilla) y Catalina.

Los contrastes se dan entre otros personajes. Para empezar, da la impresión de que Carlos (Julián Gil) será un villano de los de siempre, a diferencia del Camilo original, que era un poco pillo, por así decirlo, pero que estaba lleno de matices. La misma impresión me da Elena (Geraldine Bazán), el personaje que en la colombiana se llamaba Jimena. A menor nivel parece que se van a vet rebajados otros personajes como Carmen, la secretaria del despacho, que era un personajazo en la colombiana, casi como una madre para los abogados, y que en el ‘remake’ no parece que vaya ir muy allá. Lo mismo puedo decir de Hernando, el director del bufete, una especie de padre, muy carismático. No parece que Alonso (Guillermo García-Cantú), que además es mucho más joven que Hernando, vaya a tener ese toque que tuvo el personaje de la original.

Si Cabal, Ortega, Domínguez y Asociados era un despacho lleno de gente joven y en decorados daba precisamente esa impresión, de despacho joven y moderno, Vega y Asociados es, en cambio, un despacho con gente más mayor (salvo precisamente los casos de Alonso y Carmen) con decorados que transmiten una imagen de despacho clásico, eso sí, muy pudiente. Solo se asemejan, un poco, en la sala de espera de los clientes.

Que David Zepeda sea abogado y ejerciese durante algún tiempo debería beneficiarle un poco a la hora de interpretar un abogado, pero en este primer capítulo lo he visto algo encorsetado. A Ana Brenda, en cambio, la he visto cómoda. Julián Gil parece dispuesto a pasárselo en grande, con un nuevo villano que sumar a su trayectoria.

A grandes rasgos, el elenco no está mal. Me alegra especialmente ver a Altair Jarabo en un personaje distinto, que en la colombiana dio mucho juego. Lo mismo puedo decir de Manuel Balbi o de Azela Robinson, que interpreta a la madre de la protagonista, un personaje muy alocado en la original. 

A nivel argumental, el primer capítulo tiene un buen ritmo, pero le falta algo que en la colombiana ayudaba mucho a configurar la relación entre los protagonistas y los acontecimientos que se desatan después: una situación un tanto cómica que Pablo y Julia tienen justo cuando ella está probándose su vestido de boda y él va a firmar los papeles de su divorcio. En el ‘remake’ se prescinde de ello, haciendo que Ricardo y Alejandra se conozcan directamente en la boda de esta con Carlos y de una manera bastante fría. Por lo demás, hay un buen porcentaje de coincidencias (de hecho, hay diálogos que son más o menos iguales, como el que suelta Ricardo en relación a los hijos de su expareja cuando se dispone a firmar su divorcio).

Tengo entendido que este ‘remake’ contará con 84 capítulos (aunque no se ha descartado una segunda temporada si funcionase). Son casi cincuenta menos que la original, lo que, bien llevado, puede permitir que se distribuyan de mejor manera las tramas personales de los abogados, algo en lo que falló la original.

“Por amar sin ley” puede ser una historia interesante para aquellos que no hayan visto la original, siempre que mantengan un poco la esencia de los casos que se tratan en “La ley del corazón” y no dilaten, como en la colombiana, las historias personales de los abogados. También puede ser interesante para quien haya visto la original y quiera comparar, que seguramente habrá alguien que lo haga. Invito a comentar qué le está pareciendo a todo aquel que por una o por otra razón la esté viendo. 

Yo no soy de ver ‘remakes’ de historias que he visto hace nada. Además, cabe recordar que la original tiene una segunda temporada que se ha comenzado o se va a comenzar a rodar en breve. Espero que entendáis que no entra en mis planes darme más vuelta que esta, correspondiente al primer capítulo, por Vega y Asociados.