Puede
presumir de haber participado en once telenovelas a lo largo de diez años,
pasando por las empresas más importantes del género.
No
en vano, Karina Mora debutó en el género con un pequeño papel en “Las vías del amor”, producida por
Televisa en el 2002. También con Televisa rodó, meses más tarde, “Clase 406”, con otro pequeño papel.
Su
talento no pasó desapercibido para Argos, que le otorgó su primer personaje de
peso en “Gitanas”, producida para
Telemundo en el 2004 y protagonizada por Manolo Cardona y Ana de la Reguera.
Repitió con Argos y Telemundo al año siguiente en “Corazón partido”.
En
el 2006 se dividió entre Televisa, con un personaje secundario en “Heridas de amor” y el dúo Telemundo-Argos,
con los que rodó “Marina”, en la que
interpretó a Matilde, la cuñada y amiga de la protagonista.
Siguió
trabajando con Argos, aunque esta vez para Azteca, en “Vivir sin ti”, producida en el 2008. Meses después firmaba con
Venevisión para rodar en Miami “Pecadora”.
Precisamente, Venevisión le permitió lucirse como una de las villanas de “Alma indomable”, rodada en el 2009.
Continuó
trabajando en Estados Unidos, aunque para Telemundo, en “¿Dónde está Elisa?”, interpretando a Gisela, el brazo derecho de
Cristóbal Rivas (Jorge Luis Pila) en la historia. Un personaje con tintes de
villana y con mucha acción que bordó. Fue en el 2010. Entre 2011 y 2012
interpretó a Jazmín en la telenovela “Una
maid en Manhattan”, cuyas grabaciones concluyeron en mayo de 2012.
Desde
entonces esta actriz mexicana, que a mí me pareció muy natural en tres o cuatro telenovelas en las que la vi, ha permanecido alejada del género y del mundo
artístico en general. Ello no le impide seguir reconociéndose a sí misma como
actriz en sus redes sociales, donde es muy activa. ¿Por qué se decidió apartar
del género tras una década sin parar de trabajar, con personajes secundarios y
villanas? Por una sencilla razón: fue madre y decidió no perderse los primeros
años de vida de su hija.
Sí
ha seguido realizando campañas publicitarias y sesiones de fotos, que,
lógicamente, llevan mucho menos tiempo que una telenovela. ¿Volverá al género?
Muy posiblemente, cuando su hija sea más mayor. Me parece un motivo totalmente
comprensible y en cierta forma, tierno. ¡Cuántas madres quisieran no perderse
los primeros años de de sus hijos pero se ven obligadas a trabajar!
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