Cuando
vi “Ana y los siete” con mis hijos hace unos doce años ni se me pasaba por la
cabeza que aquella serie que valía para entretener y poco más acabaría teniendo
una versión en forma de telenovela mexicana.
“Mi
corazón es tuyo” es el remake de “Ana
y los siete”, sí. Y es una versión que ha roto todos los esquemas que Televisa
venía mostrando siempre que de un remake
se trataba. Para empezar, un punto esencial: escogieron a una actriz para dar
vida a la protagonista. En la española su protagonista es, vamos a decirlo así,
una mujer polifacética, que ha hecho mil cosas en su vida profesional (bióloga,
presentadora, escritora, guionista…). Sin embargo, si protagonizó la serie
original no fue por otra razón más que porque de ella había salido la idea y ella
había escrito los guiones. ¿Es actriz? Para mí no. Hablo de Ana García Obregón.
Por cierto, unos guiones escritos no pensando en la historia sino en su
lucimiento, en quedar bien ante la cámara ya sea como nana o como stripper. El
toque personal, por así decirlo, del guión de la original es tal que la
protagonista se llama Ana García (sin el Obregón) y la serie se llama “Ana y
los siete” porque llamarla “Ana”, a secas, cantaba un poco.
Junto a ese aspecto esencial, Televisa rompió esquemas en otras cuestiones. Escogió dos protagonistas mucho más jóvenes que la serie original: Silvia tenía 35-36 años y la Obregón 47-50. Con el galán ocurrió lo mismo, aunque con menos margen: Jorge Salinas, el protagonista del remake, tenía unos 45-46, frente a los 46-49 que tenía Roberto Álvarez, el cabeza del elenco de la serie. Por cierto, personajes que solo se parecen en la esencia y en su forma de ver la vida: en el físico, Jorge luce un pelazo y un moreno que ya quisiese tener Roberto, todo un actorazo, pero calvo.
Las
diferencias de edades se observan también en el caso de los actores que
interpretaron a Manuela, a don Nicolás, a Alexia/Isabela, a Johnny/Tony… Solo
los niños tienen más o menos las mismas edades. Sobre estos, una observación:
en la serie son cuatro niñas y tres niños (gemelos). En la telenovela, cuatro
niños y tres niñas. El personaje de Celia de la serie se convierte en Sebastián
en la telenovela. ¿Por qué el cambio? Quizás que ese papel lo interprete el
hijo del productor tiene algo que ver… ¿O no?
También a su favor, el remake prescinde de algunos personajes algo engorrosos de la serie original: David tenía una hija adolescente que Diego no tiene. En la serie, la madre de Ana llega a su vida con otra hija, insoportable, que tuvo después, lo que no ocurre en la telenovela. También la madre de Ana, en la serie, es antigua amiga de don Nicolás, lo que no ocurre en la telenovela. ¡Ah! Y acaban casándose.
Como
cualquier serie española que se precie rodada entre 2000 y 2010, los decorados
abundan y los exteriores escasean. Decorados totalmente cartón-piedra y una
casa… Una casa que no se puede llamar como tal, ya que era una maqueta de
Playmobil pintada y vendida como casa. No sé cómo la productora, Ana Obregón y
TVE fueron capaces de hacer algo tan, pero tan cutre. A ello hubo que sumar un
cielo azul introducido por ordenador y un solecito sonriente. ¿No había un
chalet en La Moraleja que se pudiera alquilar para grabar?
En
“Mi corazón es tuyo” ocurre justo lo contrario: más exteriores y decorados en
general muy logrados, desde la mansión hasta las oficinas de don Fernando (que
en la serie salen mucho menos), hasta el cabaret donde baila Ana.
Lo
mismo puedo decir de la música: mucha más variedad en la telenovela que en la
serie.
En
cuanto a tramas se refiere, la serie quiere ser una especie de cuento, con su
princesa, su príncipe y su villana. Quizás por eso lo de la casa o lo de sol
sonriente de lo que hablaba antes. La telenovela va a contar una historia, no
un cuento. “Ana y los siete” tiene 91 capítulos de una hora; “Mi corazón es
tuyo”, 176 de cuarenta minutos.
Es
difícil comparar sus tramas, porque son totalmente distintas, por cuestión de
metraje, de cultura y hasta de actores. A Pablo Montero, por ejemplo, le dieron
mucho más peso que el que tuvo Daniel Freire en la serie. Igualmente, Adrián
Uribe tuvo una historia personal que se fue enrollando un poco, dado que su
personaje, en la original, muere al salvar a Lucía/Luz de ser atropellada por
un coche.
Los tiempos de la relación entre Ana y Fernando son muy distintos en la telenovela. Su historia se mantiene en un tira y afloja que en la serie existe, pero que no se extiende tanto. La verdadera historia de ambos, en la telenovela comienza ya casi en la recta final, lo que no ocurre en la serie, donde por ejemplo, son padres antes.
Los tiempos de la relación entre Ana y Fernando son muy distintos en la telenovela. Su historia se mantiene en un tira y afloja que en la serie existe, pero que no se extiende tanto. La verdadera historia de ambos, en la telenovela comienza ya casi en la recta final, lo que no ocurre en la serie, donde por ejemplo, son padres antes.
De
igual modo, los perfiles y tramas de los niños son bastante parecidos, salvo
Nando, que en la serie es un chaval con el cacao mental que tienen todos los
que tienen 17 o 18 años, pero que no es tan friki como el de la telenovela, ni
mucho menos. Un chaval que además decide estudiar Veterinaria por amor, y no
Derecho, como era deseo de su padre. Por cierto, Fernando, en la serie, es
banquero, no director de una planta de conservas enlatadas, como el de la
telenovela.
Celia,
que en la telenovela se convierte en Sebastián, es una niña apasionada por el
fútbol. Sebastián, en cambio, pasa del deporte y vive por y para la música.
Comentaba
antes la relación entre Carmen/Sol y don Nicolás, que no se produce en la
telenovela. En fin, uno de tantos cambios que hacen que al final la telenovela
solo coja la esencia de la serie y que sean difíciles de comparar
argumentalmente hablando.
Es,
en cualquier caso, innegable, que la telenovela cuenta con un elenco de
primera. Silvia Navarro está espléndida y tiene una química tremenda con Jorge
Salinas (claro, que Silvia tiene química con todo el que le pongan). Mayrín, a
la que no conocía, me hizo reír mucho. En ese sentido, Isabela es una villana
totalmente caricaturizada, a diferencia de Alexia, que en la original es la
típica bruja del cuento. Me gustó mucho que rompiesen la cuarta pantalla, con
Isabela dirigiéndose a los espectadores. Es algo que sí había visto en otras
series pero nunca en una telenovela.
Los
críos de la telenovela son tan adorables como los de la serie. Hasta Emilio
Osorio, al que le dan mucho protagonismo (lo siento, es así) acaba por caer
bien. De los adolescentes, Paulina Goto y Polo Marín hicieron un gran trabajo,
sin duda alguna. Preciosa la química que Paulina tuvo con Juan Pablo Gil, su
pareja en la historia. Casi los otros protagonistas junto a Ana y Fernando. Ojalá repitan en otra telenovela.
Aunque
Diego resulte cargante, hay que reconocer que Pablo Montero hizo un buen
trabajo, aportando además varias canciones a la historia que da gusto
escucharlas.
Podría
seguir uno a uno, con todos los demás, pero no quiero hacer una crítica muy
extensa, ni repetir lo que ya he dicho: quien escogió este elenco tuvo muy buen
ojo.
En
el plano argumental, como comentaba, la telenovela lleva un ritmo y un tono
propio, que toma por base el punto de partida de la serie. Fue una telenovela
con éxito y quizás por ello retrasaron hasta el capítulo cien, más o menos, el
desarrollo de la historia de Ana y Fernando, con líos con Isabela, Diego y mil
historias. Se garantizaron así la atención del público en una etapa en la que
meten nuevos personajes, a modo de alargue, que sobran completamente: el
pediatra, la exmujer del pediatra…
Sobran,
de igual manera, los capítulos dedicados a la Navidad. Están bien para conocer
ciertas costumbres de México, como las Pastorelas, pero a las tramas aportan
poco.
Me
gustó mucho el tono cómico y caricaturesco dado a la villana y a su madre,
también a Bruno y Manuela, que en la serie tienen su punto, pero no son tan
graciosos como los mexicanos.
No
entiendo tantas vueltas en las tramas de don Nicolás, Jenny, Johnny y Diego.
Don Nicolás debió quedarse con Jenny; con Johnny tuvieron que haber hecho algo
parecido a lo que le pasó al Tony de la serie y matarlo en vez de enredarlo en
peleas de boxeo, una aventura sexual con Isabela y todo ese conglomerado de
tramas absurdas que le dan y que son puro relleno. Lo mismo le pasó a Diego: un
protagonismo excesivo en la primera mitad, la desaparición del personaje por
unos capítulos y su vuelta, ¿para qué? Solo aporta algo hacia el final y ya.
Pese
a alargues, giros innecesarios y todo lo que comentaba, la historia se sigue
bien y no llega a cansar: siempre hay algo que te invita a verla, si no son Ana
y Fernando es alguna trastada de Isabela o, como en mi caso, las historias de
los niños, en particular la de Fanny y León y la de Alicia y Chinitos.
Se
debe aplaudir que, pese a ser una comedia, hayan tocado temas serios como el
cáncer de útero, los problemas mentales de algunos jóvenes como Ximena y cómo
pueden solucionarse, por ejemplo.
Acabo
con unas curiosidades. ¿Sabéis por qué el protagonista de la serie y de la
telenovela se llama Fernando? Nadie lo ha confirmado nunca, pero viendo el
toque personal de la Obregón a los guiones, es muy probable que sea un guiño a
Fernando Martín, su gran amor, según ha dicho en varias ocasiones, un jugador
de baloncesto con el que estaba saliendo y que murió en un accidente de tráfico
con tan solo 27 años y con el que tenía muchos planes por delante.
La
Obregón, precisamente, fue invitada por Juan Osorio para hacer un cameo en la
telenovela. Sin embargo, su apretada agenda (es una mujer que siempre está
haciendo cosas) le impidió hacerlo. Me hubiera gustado verla, pero qué se le va
a hacer.
Por
último, la serie se cerró con un final rosa, muy del estilo del de la
telenovela. TVE no estaba dispuesta a dejar que la gallina de los huevos de oro
se fuese así como así y encargó a la productora cuatro capítulos más. Estos,
sin contar con la Obregón, los escribieron y rodaron. Agarraos: mataban a Ana y
Fernando y los niños quedaban huérfanos. La Obregón movió cielo, mar y tierra y
consiguió que un juez paralizase la emisión de los capítulos hasta que se
resolviese la demanda que había interpuesto contra cadena y productora. Perdió
el juicio, pero con el ritmo que lleva la justicia en este país, habían pasado
varios años y la cadena decidió que ya no venía a cuento emitirlos, con lo que
quedaron grabados, pero sin emitirse. En México decidieron, como buena
telenovela, cerrar con Ana y Fernando felices y comiendo perdices.
He
pretendido con esta crítica no solo comentar qué me ha parecido “Mi corazón es
tuyo”, que vi en Nova la última vez que la emitieron, sino también, hablar de
la serie original que le sirve como esqueleto, para todos aquellos que no la
hayan visto. Lo considero necesario, ya que es un poco como si se hablase de Enrique
Iglesias sin hablar de Julio.
¿Mi puntuación? 8,5.
~CRÍTICA REALIZADA POR ISA~
Comentarios
Ya se han publicado todas, que lastima. Los trabajos que se han presentado este año están de nota, han hecho un gran trabajo. Yo particularmente me lo he pasado muy bien leyendo todas las críticas y haciendo la mía. Gracias Gafemo por haber creado el concurso.
Saludos
En cuanto a la crítica, muy bien hecha haciendo la comparación entre las 2.
También quería comentar que yo cuando me enteré de que iban a hacer una novela de esta serie me quedé muy sorprendida y extrañada. Pero vamos, los escritores con tal de no ponerse a pensar para idear una novela original, se basan en un libro, una novela, una serie o cualquier cosa que puedan usar de base... jajajaja
Me lo he pasado muy bien en el,con incertidumbre cada dia por ver cual seria la siguiente critica
Por cierto,me gusto que hicieses una comparativa de ambas producciones
muy interesante
Saludos
Yo soy de las que también vi la de la Obregón, y con esta ya tuve suficiente. Ella es escritora, protagonista, bailarina, realizadora, bióloga, artista.... y todo lo que le quieras poner... Buf es cansina total, la pobre!!!!
La seguí por las historias paralelas de los niños y el resto de actores, una historia un poquito de ", sonrisas y lagrimas" calcada, pero la institutriz allí era monja y aquí stripper, ya se cuido ella de lucirse, como tú has dicho!
Pues muy bien Isa, ya me figuro que Silvia Navarro hizo papelón y bueno ya cerramos el concurso.. ahora a votar, y que difícil por dios!!!!
Suerte a todos!
Interesante crítica. Yo no vi enteras ninguna solo cosas o capítulos sueltos. Es cierto que lo que la cuarta pared fue distinto porque hacía al espectador cómplice de la villana.
Suerte para todos los que concursamos, ha sido divertido.
suerte y saludos!!!
y que pena que se acabe ya el concurso, me encanto abrir el blog todas las noches y encontrar una critica para leerla!! hay mucho nivel y todas han estado increibles!!