Si
las telenovelas se ambientan en ciudades reales, sus personajes se mueven en
coches reales, y andan por calles reales, ¿por qué no pueden ver programas de
televisión reales? Es decir, ¿por qué no pueden ver la televisión que se emite
en la vida real en la ciudad o el país donde se ambiente la historia?
Es
una premisa muy sencilla y lógica, pero que ha tardado mucho en ser traspuesta
al mundo de las telenovelas. La costumbre, si un personaje tenía que salir
viendo la tele, por lo que fuese, era montar un falso programa con el decorado
más acartonado que tuviesen y un actor cualquiera haciendo de presentador. Lo
mismo si el personaje acudía a cualquier programa de televisión, por lo que
fuera, o se hablaba de él en pantalla. Quedaba mal, muy mal. Ved, sino, un ejemplo, de "Mujeres de negro" (Televisa, 2016):
Ahí lo tenéis, decorado cutre, sin luz, sin nada, con un rótulo hecho con cualquier programa de edición de imagen, y un plasma detrás del presentador casi tan cutre como el decorado.
Ahí lo tenéis, decorado cutre, sin luz, sin nada, con un rótulo hecho con cualquier programa de edición de imagen, y un plasma detrás del presentador casi tan cutre como el decorado.
Me
alegra comprobar que, pese a ejemplos como el anterior, cada vez más a menudo las productoras apuestan por meter
programas reales en sus telenovelas. Véase sino, la siguiente imagen:
Un personaje de “Eva la trailera” (Telemundo, 2016), de la investigación contra otro personaje, Rebeca Marín. No os voy a decir ni quién ni por qué, para no caer en 'spoilers'. Y se entera no por boca de cualquier actor situado delante de un decorado cutrecillo o, peor aún, de un ‘chroma’ mal hecho, sino por la boca de uno de los presentadores de “Noticias Telemundo”, los servicios informativos de la cadena hispana que produce la historia.
Un personaje de “Eva la trailera” (Telemundo, 2016), de la investigación contra otro personaje, Rebeca Marín. No os voy a decir ni quién ni por qué, para no caer en 'spoilers'. Y se entera no por boca de cualquier actor situado delante de un decorado cutrecillo o, peor aún, de un ‘chroma’ mal hecho, sino por la boca de uno de los presentadores de “Noticias Telemundo”, los servicios informativos de la cadena hispana que produce la historia.
No
es el único ejemplo. En esta misma telenovela aparece en varias ocasiones el
programa “Al rojo vivo” (el de
Telemundo, no el de LaSexta, aunque hubiera molado ver a Ferreras, con Inda,
Marhuenda o Cristina Pardo por ahí). Un recurso que pese a implicar tiempo, ya que hay
que contar con el presentador, su plató, rodar y si es para mostrar en
televisión, editar y reproducir en una televisión lo rodado, no deja de ser un tiempo muy bien
empleado, porque queda estupendamente y le da mil vueltas a cómo se venían
haciendo estas cosas hasta hace nada.
Pequeños detalles que poco a poco van cuidándose...
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