Un
año después del final de la primera, Telemundo estrenaba el pasado 2 de mayo la
segunda temporada de “La querida del
Centauro”, protagonizada por Ludwika Paleta, Humberto Zurita y Michel
Brown, y producida en conjunto con Sony y Teleset.
Tras
haber visto la primera temporada, que me dejó muy buen sabor de boca,
decidí ver hace unos días el primer capítulo de esta segunda, que la cadena ha
promocionado con ‘teasers’ como este:
La
historia se retoma dos años después del apoteósico y abierto final de la
primera temporada para mostrarnos qué ha sido de los protagonistas. Es así como
el espectador conoce que Gerardo (Michel Brown) y Yolanda (Ludwika Paleta)
viven como testigos protegidos en Toronto. Entretanto, ‘El Centauro’, sigue
haciendo de las suyas en México, hasta el momento en el que, acorralado por la
Policía, decide suicidarse. Un suicidio convenientemente fingido para seguir
manejando sus negocios en la sombra y provocar que Gerardo y Yolanda regresen a
México para así vengarse de ellos.
*Gerardo y Yolanda se besan en su vuelta a México. |
A
nivel narrativo, es un acierto que, a diferencia de lo que ocurre en las
telenovelas al uso, Yolanda y Gerardo no hayan vivido esos dos años que separan
ambas temporadas en calma: Yolanda tiene pesadillas recurrentes con ‘El
Centauro’, lo que en cierta forma prepara para lo que está por venir para el
personaje. Aplaudo también que los dos años que separan las temporadas se noten
tanto en el físico de los actores como en su situación personal: Bianchini está
más mayor y se nos casa durante este primer episodio; Cristina es una mujer
hecha y derecha y no la adolescente que vimos en la primera temporada y Lucho
se ha convertido en un señor policía que nada tiene que ver con el raterillo
que comenzó siendo.
Zurita,
Paleta, Brown… Todos los que aparecen este capítulo han vuelto a pleno
rendimiento con sus personajes, como si no hubiese habido ese año de por medio
entre el rodaje de la primera temporada y la segunda.
Si
tuviese que calificar con un solo adjetivo lo visto en los cincuenta y tres
minutos de este primer capítulo, ese adjetivo sería o brutal o bestial. El
ritmo es fabuloso y ya se comienzan a ver los primeros pasos de la venganza de ‘El
Centauro’, que promete ser impresionate y que en este episodio deja varias escenas que te mantienen pegado a la pantalla según lo vas viendo.
Si
la primera temporada mostró una historia de tipo policiaco, esta segunda, por
lo visto en este capítulo y en el resto de materiales publicados en las redes
sociales, va a tirar más a lo ‘thriller’ y hasta con toques de ciencia ficción,
con un doctor por ahí interpretado por Alejandro Caso que mucho miedo con solo
verlo.
*'Explosión por 'bazucazo' en un puente. |
No
puedo objetar nada a la realización: nuevamente Sony y Teleset demuestran lo
mucho que cuidan el producto, con unos efectos especiales impresionantes,
exteriores en abundancia y decorados, los poquísimos que se ven, muy bien
construidos. Me resulta curioso que en ninguna cortinilla ni en ningún sitio se
lea “segunda temporada”, como si
ocurre en otras telenovelas divididas en temporadas. Imagino que lo harán por
aproximarla más a una serie. No entiendo ni entenderé eso de querer hacer pasar
por series algo que son telenovelas. Quizás no telenovelas en sentido clásico,
sino, si así se quiere ver, telenovelas ‘evolucionadas’. Tampoco llegaré a
entender nunca lo de censurar palabras que vienen en el guión (y hasta en una
de las canciones que se usan como ‘soundtrack’. Insisto, si vienen el guión es
por algo. Si no se pueden emitir, que no se incluyan.
No
voy a extenderme más, porque si ya tenía pensado verla, más aún con este primer
capitulazo. Espero ponerme con ella a lo largo del verano, a más tardar, cuando
ya haya terminado en Estados Unidos. Ya os contaré…
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